De Pastora Soler a Jaydy Michell: los mejores y peores looks del último photocall en Madrid

Con un vestido corto en rojo fuego, Andrea apostó por un look preparado para el flash. El escote cuadrado era elegante y moderno: líneas arquitectónicas que destacaban sus hombros y el canalé se pegaba a su cuerpo. Ni una arruga, ni un complemento fuera de lugar. La combinación se mantuvo sobria – sandalias con tacones finos y minimalistas – dejando que el vestido hablara por sí mismo. Un acierto.

La cantante arrasó con un vestido midi de lentejuelas vibrantes en un naranja que acentuaba su luz. El corte eran clásico pero favorecedor: entallado en cintura, falda de largo midi y una flor 3D en un lateral del talle. A diferencia de otros estilismos con brillo que buscan la exageración, el suyo se mantuvo elegante y sin riesgo de caer en exceso. 

Este vestido era una escultura wearable: una sola flor XXL en tejido tridimensional que se mimetiza con la silueta. Color rosa empolvado muy ligth, sin estridencias. Combinado con uno salones a tono y un bolso de Louis Vuitton a juego, la modelo venezolana logró un equilibrio poético casi surrealista. Poca ropa, mucho arte.

Mariola se convirtió en un arcoiris portátil: vestido camisero, fondo degradé con flores blancas y empolvadas manga tres cuartos y caída fluida. Un look que encajaba mucho con su estilo, pero que no nos llegó a convencer del todo. El falso ribete estampado en tono vino y los salones en azul bebé no encajaban, pero leímos entrelíneas lo que quería expresar. 

La empresaria combinar lo clásico y lo elegante con un vestido midi negro con lunares blancos, escote bardot y volumen ligero en mangas, combinado con un mini Kelly de rafia que aportó frescura casual. El resultado: un mix entre Sevilla Folk y city-girl contemporánea, divertido y genuino sin aspavientos.

La de Pino fue la apuesta más casual de la noche. Vestido en verde bosque con estampado floral tenue – marfil – y corte evasé midi. Una tabla limpia, modesta, que funcionaba más como lienzo calmado que como statement fashion. El aire informal del look era sencillo y llevadero: pelo suelto y maquillaje suave. Menos es más siempre con la modelo.

Por último, Carla apostó por uno de los vestidos más “editoriales” de la noche: corte largo, tejido semitransparente y tirantes muy finos, casi imperceptibles. La falda asimétrica, el estampado abstracto, todo funcionó. Aunque nosotras hubiéramos prescindido de la choker. 

Clásica con twist, Nuria brilló con un vestido negro drapeado que se abría con bandas bordadas en marfil, a modo de cenefas minimalistas. Vestido sobrio de líneas limpias, detalles puntuales que dinamizaban la base sin robar el protagonismo. Funcionalidad y diseño se unieron gracias a un escote palabra de honor y unas sandalias blancas de dedo con flores de piel en el empeine.

La influencer, muy explosiva, se decantó por un vestido negro escotado con tirantes dorados y falda con péplum invertido.