Mantener una coherencia estilística a lo largo del tiempo puede suponer todo un reto, y no solo para las simples mortales, sino que las figuras públicas tienen aún más presión en este sentido. Ser fiel a una misma durante décadas, con todas las posibilidades a las que tienes acceso (y sin perder tu esencia por el camino), muchas veces es un reto casi imposible. Aunque una de las que lo ha conseguido con creces, es sin duda la Infanta Cristina de Borbón.
La hija del rey emérito Juan Carlos I ha sabido mantenerla durante años con una elegancia refinada que deja a un lado las estridencias innecesarias. Amante del lujo silencioso y las prendas con diseños limpios y de calidad, es un claro ejemplo de que la ropa puede reflejar de forma fidedigna quién eres.
Aquí te hacemos un repaso por la evolución de sus looks a lo largo de los años, destacando las claves que marcan su estética. siempre con un aire más relajado y casual que la mayoría de las royals de su generación.
Una maestra del estilo funcional
La clave del estilo de la infanta Cristina reside en su funcionalidad depurada. Ella no busca impresionar con sus looks, sino cumplir con una función o con un protocolo.
En su caso, para los actos públicos suele recurrir a los trajes sastre bien confeccionados, los vestidos midi con manga larga y los abrigos cruzados en la época de frío. Estos le ayudan a proyectar una imagen de autoridad, pero al mismo tiempo accesible.
La Infanta Cristina prefiere prendas sencillas, cómodas y que se adapten a tu día a día.
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Esta visión del vestir, centrada en la utilidad, pero sin renunciar al estilo, es una lección de moda que trasciende las tendencias. Y es que no hay nada mejor que unos buenos básicos, los cuales tienen que constituir el 70% de nuestro fondo de armario, según una regla no escrita.
Paleta neutra y materiales de calidad
Otra de las características claves del universo estilístico de la Infanta Cristina, es el uso del color. Ella suele abogar por los tonos empolvados, los beiges, el azul marino, el blanco roto, el gris perla o el burdeos. Colores que suelen evocar una serenidad, diplomacia y sofisticación sin artificios.
La Infanta Cristina prefiere los tonos neutros, sencillos y versátiles.
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En cuanto a los materiales, también tienen algo que decir al respecto. La royal prefiere invertir en opciones de gran calidad, que aseguren su uso más allá de una sola temporada y que son el mejor exponente de ese 'lujo silencioso' que está de moda. Lanas suaves, crepes, sedas, algodones gruesos o gabardinas son algunas de sus preferencias, que aportan esa elegancia y estructura.
Otros como la seda, el crepé o los encajes suelen reservarse para citas más especiales.
Vestidos con presencia y sin excesos
Aunque su fuerte son los trajes sastre, tal y como te hemos adelantado, la Infanta Cristina también ha sabido incorporar el vestido como prenda clave de su estilo.
Dentro de esta categoría, suelen ser sobrios, con largo hasta la rodilla o corte midi, y con una esencia más clásica. Diseños pensados para actos oficiales o reuniones privadas en los que la discreción es esencial, pero que no dejan de tener un estilo que nos encanta.
La Infanta Cristina y el que era su marido, Iñaki Urdangarin, en la boda de Victoria de Suecia.
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En ocasiones de mayor relevancia es cierto que puede arriesgar un poco más, con estampados sutiles, colores intensos o tejidos drapeados, que hacen que brille con luz propia. Y es que la clave del éxito reside en saber adaptarse a cualquier situación, pero siempre siendo fiel a tu filosofía personal.
Complementos que refuerzan un estilo coherente
La selección de accesorios de Cristina de Borbón es otro de los puntos fuertes de su estilo. Siempre van de la mano de sus looks, siendo igual de clásicos, con líneas limpias y sin logos visibles. En cuanto al calzado, el confort es su mayor atributo: salones de tacón medio, mocasines estructurados o incluso botas planas de caña alta en invierno.
La Infanta Cristina suele decantarse por accesorios sencillos pero que ponen la guinda al look.
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Por último, hay que hablar de las joyas, que lejos de otras royals que lucen piezas ornamentales, ella se decanta por una mayor discreción. Predominan los pendientes de perla, los colgantes con valor sentimental o los relojes de diseño sobrio, incluso en esas citas reales en las que hay un mayor despliegue en los complementos.
Estilo maduro sin fecha de caducidad
Con el paso de los años, el estilo de la infanta Cristina ha evolucionado ligeramente, pero sin romper nunca su coherencia. Ha introducido algunas siluetas más relajadas, blazers oversized o pantalones palazzo, pero siempre manteniendo su esencia sobria y madura. Su estilo no sigue modas, y eso es lo que lo hace especial.
A sus casi 60 años, su forma de vestir no busca rejuvenecer ni disfrazar, sino comunicar con firmeza y buen gusto quién es. En un tiempo en el que muchas figuras públicas optan por una imagen basada en la seducción o el impacto visual, la royal apuesta por una feminidad adulta, pensada y muy cuidada.