Este domingo, 29 de junio, ha pasado a formar parte de la historia de la monarquía española. En torno a las 20:30 horas, representantes de hasta 150 países se han reunido en el Real Alcázar de Sevilla para acudir a una cena ofrecida por los Reyes Felipe y Letizia dentro del marco de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas. Una velada dotada de un gran significado para la que Sus Majestades han escogido un lugar dotado de suma relevancia para la Familia Real durante años.

 

El Rey Felipe pronunciando su discurso en el Real Alcázar de Sevilla

El Rey Felipe pronunciando su discurso en el Real Alcázar de Sevilla.

Gtres

Pese a ser un palacio que pertenece a la Familia Real, su uso siempre ha estado reservado para ocasiones especiales, tal y como ha sucedido durante esta jornada. Del mismo modo que ocurrió en el banquete de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, el 18 de marzo de 1995, el Patio de las Doncellas de este enclave ha sido el lugar escogido por Felipe VI y doña Letizia para acoger a mandatarios de todos los rincones del planeta, y así, mantener una velada agradable en la que poder charlar y poder crear vínculos diplomáticos que sean beneficiosos para este país. 

El Real Alcázar de Sevilla, un lugar utilizado únicamente en ocasiones especiales por la Familia Real

Aunque a lo largo de este día, por seguridad y por temas de preparativos, el Real Alcázar de Sevilla ha permanecido cerrado al público, de manera normal se puede visitar sin ningún problema y recorrer tanto su interior, como los majestuosos jardines que lo rodean. Se trata del Palacio Real en uso más antiguo de Europa, motivo por el que, año tras año, miles y miles de personas se desplazan hasta la ciudad hispalense para conocer un poco más sobre la historia de este país. 

 

El Rey Felipe antes de dar su discurso

El Rey Felipe antes de dar su discurso.

Casa de S.M. el Rey

Si algo caracteriza este enclave, es su gran variedad estilística, pues combina motivos del arte musulmán, renacentista, gótico, barroco y romántico; además de otros de estilo mudéjar que entremezclan las culturas islámica y cristiana, y que hacen que, quienes lo visitan, puedan viajar en el tiempo y ver más de cerca el pasado de España a nivel histórico. 

El Patio de las Doncellas combina elementos de arte musulmán, gótico, renacentista, barroco, romántico y mudéjar

No hay duda de que la presencia del Guadalquivir ha hecho que la ciudad de Sevilla vaya evolucionando conforme han ido pasando los años. Tanto es así, que en el siglo XI se creó la fortaleza bautizada como Alcázar de Sevilla, cuyo cometido era el de proteger la plaza a orillas del emblemático río y custodiar la residencia del entonces Rey musulmán. Desde ese momento, todos los monarcas que fueron sucediéndose fueron viviendo dentro de sus muros, pese a que, a día de hoy, la residencia oficial de los Reyes de España sea La Zarzuela. Sin embargo, este lugar sigue teniendo mucha importancia para ellos, pues reúne vestigios de épocas que van desde el Califato de Córdoba hasta la actualidad. 

De hecho, no fue hace mucho cuando el Rey Felipe durmió por primera vez en el Cuarto Real del Alcázar en virtud de monarca. Fue hace un año, en junio de 2024, pese a haber pasado la noche allí siendo Príncipe durante la boda de su hermana Elena. Al pernoctar allí, el hijo del Rey emérito dejó claro el vínculo que siguen manteniendo tanto él como su familia respecto a este lugar.

En concreto, ha escogido el Patio de las Doncellas para acoger a personalidades tan sumamente importantes y que forman parte de la ONU, ubicadas en todos los rincones del planeta. Originalmente, esta zona del Real Alcázar de Sevilla fue conocida como Patio del Rey, hasta que su nombre, tal y como lo conocemos, apareció en el siglo XVI, según se adelanta desde su página web oficial. Este cuenta con una posición clave dentro del Palacio, pues en él se conectan diferentes piezas importantes como el salón de honor, el salón de los embajadores, el cuarto del Rey y la capilla palatina. Algo que sucede gracias a su distribución en una sola planta desde un inicio, aunque, más tarde, Carlos I y Felipe VII hicieron una serie de reformas para agregar un piso superior y localizar así el Palacio de invierno del emperador. Lejos de afectar a este enclave, hizo que se convirtiera en uno de los más bellos y sorprendentes del lugar, en el que hay plantados naranjos amargos y violetas en la actualidad. 

 

Hoy, multitud de rostros conocidos en todos los rincones del planeta, sumados a los del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los Reyes de España, podrán disfrutar de las idílicas vistas que ofrece este patio en su interior en una ciudad que, al comienzo de esta cena, marcaba casi los 40 grados centígrados en los termómetros.