Toñi Moreno ha regresado triunfal a la pequeña pantalla. Su reencuentro con su público ha sido muy esperado, tanto por ella como por sus seguidores. Pero tras su aclamada reincorporación se esconden también algunas sombras. Porque su vuelta a los platós es fruto de numerosos esfuerzos que no son tan visibles para el gran público.

Ha regresado al trabajo dos meses después de ser mamá

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El pasado 4 de marzo, Toñi Moreno retomaba su trabajo en televisión en 'Mujeres y Hombres y Viceversa'. Su retorno a Mediaset se producía apenas dos meses después de convertirse en madre por primera vez a los 46 años. Su hija Lola llegó al mundo el 21 de enero de 2020, cambiando para siempre su vida. Su pequeña es una bebé muy buscada, y anhelada. Pero el camino hacia la maternidad no ha sido un camino de rosas. Antes de conseguir quedarse en estado tuvo que someterse a un largo proceso de inseminaciones. Toñi llevaba tiempo soñando con ser mamá. "Lo intenté varias veces con 35 años, pero no lo conseguí. Tendré que darme prisa, aunque sea por inseminación artificial", explicó en 2017. El mismo año que se la fotografió visitando una clínica de fertilidad en Sevilla. Toñi, además, ha decidido afrontar la maternidad en solitario. Una tarea nada fácil para quien debe compaginar el exigente trabajo de presentadora de televisión con la compleja y ardua tarea de criar a un hijo. Y con el añadido de que su familia vive en Sanlúcar de Barrameda, a 630 kilómetros de su casa. Aunque su trabajo exige dar el 200% cada vez que se pone delante de los focos, ha formado una familia. Y a pesar de las dificultades que esto supone, ha asumido el reto, como siempre, llena de buena voluntad.

Ha pedido ayuda para superar la depresión postparto

Eso sí, tras alumbrar a su pequeña ya se topó con la primera piedra en el camino. "Cuando vi a la niña me entró un miedo que se tradujo en una crisis de ansiedad. Me tuvieron que llevar al hospital porque sentía que no estaba preparada", admitía.

Toñi Moreno

Sincera, Toñi ha confesado cómo se ha enfrentado a la 'cara B' de ser madre. "No sabía lo que me pasaba, pero solo tenía ganas de llorar. Me llevé una semana llorando por la mañana, por la tarde y por la noche", ha detallado recientemente. "Eso de la depresión posparto es así. Llamé a una psicóloga para que me ayudara. No me sentía con fuerza para seguir yo sola".Afortunadamente ha cogido el toro por los cuernos y ha solicitado la ayuda de profesionales para superar una situación que aún sigue siendo tabú en la sociedad. Esta patología, que afecta a una de cada diez madres en los países industrializados, produce sensación de tristeza, ansiedad o cansancio a quien la padece.Su férrea voluntad de recuperar el ánimo y las fuerzas para conciliar su vida familiar con la laboral han hecho posible que Toñi haya reaparecido ante los telespectadores con la mejor de sus sonrisas. Esa es la imagen que todos tenemos de ella: siempre risueña, haciendo gala de su sentido del humor. Ella misma ha confesado que estos rasgos de su carácter no surgen por arte de magia. "No siempre estoy así; optimista, alegre y enérgica. Tengo, como todos, mi otro yo, pero me gusta mirarme en ella (su sonrisa) para recordarme lo que me gusta ser. La felicidad se trabaja, como la alegría o la pasión, y no depende de nadie más que de ti. Hoy voy a pintarme el día de colores y me voy a la calle…. a vivir la vida", escribía en sus redes hace unos días.

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Quizás el secreto del éxito profesional de Toñi Moreno se deba, además de su buen hacer delante de las cámaras, a la facilidad con la que empatiza con el público. Porque miles de mujeres han vivido lo mismo que ella: han tenido que disfrutar de bajas maternales breves o han tenido que luchar contra el desánimo tras convertirse en madres. Reveses que, en el caso de la periodista, ha sabido convertir en victorias. La prueba de ello es que ha retomado sus compromisos profesionales de la mejor manera: por la puerta grande.