El pasado miércoles en ‘La Familia de la Tele’ conectaban con Isa Pantoja que, en la recta final de su embarazo, trabaja vía videollamada desde su casa del Puerto de Santa María, Cádiz. En un momento de la charla la conversación terminó virando hacia su actual relación con Dulce, quien fuera su niñera y terminó convirtiéndose en una suerte de madre putativa. Al ser nombrada la cara de Isa cambió de gesto completamente. La colaboradora aseguró que no le había gustado nada ver a Dulce en la aldea del Rocío intentando hacerse la encontradiza con su madre Isabel Pantoja.
En ese momento, desde plató, María Patiño preguntó a Isa que por qué no había llamado a Dulce para comentarle esto y más sabiendo “cómo está”. Isa, en respuesta, ha aclarado cuál es su momento actual con la exniñera y cómo ha tenido que trabajar en terapia el comenzar a poner límites a Dulce para poder ser dueña de su vida, “Estoy en terapia desde hace varios meses y es una cosa que he hablado con mi psicóloga”. Sorpresivamente la hija de Isabel Pantoja relató que uno de sus últimos choques con Dulce fue su decisión de que no estuviera presente en el parto. “Si no respetas eso, y otras decisiones que tomo, por mucho que te intente ayudar no puedo llevar esa carga todo el rato yo”, afirmaba Isa para añadir que “ahora tengo que mirar por mi familia y por mí”.
Ahora, con la ayuda de la psicóloga Lara Ferreiro, autora de ‘¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta’ (Grijalbo, 2025), desgranamos el proceso por que Isa ha atravesado hasta llegar a su momento actual.
Isabel Pantoja y Dulce acompañaron a Isa en el día de su Confirmación en 2012, ahora está imagen sería impensable.
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“Dulce ha dado a Isa todo el cariño que otros le negaban”
Lara Ferreiro comienza destacando que “a nivel psicológico que haya puesto límites a Dulce es como que le ponga límites a su madre, en cierto modo”. Para desarrollar que “se nota que Isa ha hecho terapia porque el tema de los límites es autorrespeto. Es decir, ahora piensa en sí misma, en su familia, ella ya ha verbalizado que ahora es tiempo de mirar por ella, sus hijos y su marido. En definitiva, mirar por su familia, la que ella ha construido”. Además, según Ferreiro, “es muy posible que esta nueva realidad con limites definidos haga que Dulce sienta una especie de doble traición, primero la que sintió cuando Isabel Pantoja prescindió de sus servicios y ahora al experimentar una especie de oposición de su “niña”, Isa Pi”.
¿Por qué ahora Isa P. sí está sabiendo poner límites? “Definitivamente se siente por fin empoderada al haber creado su propio proyecto familiar”. Y es que “Isa creció en una familia disfuncional por lo que hemos ido conociendo luego”, afirma Lara. “Su mediática adopción, la atención de la prensa, los conflictos familiares públicos, las carencias afectivas, todo esto era una presión constante sobre Isa que le provocó un miedo a que no la quisieran que imposibilitaba que fuera capaz de poner límites”. En todo este complejo mapa emocional “para Isa la figura de Dulce encarnó en cierto modo la figura de la madre cuidadora y acompañadora, la niñera se convirtió en la confidente, en la fuente de cariño”. Y según nuestra psicóloga, “cuando esto ocurre es mucho más difícil saber poner límites a esa figura que te ha dado todo el cariño que otros te negaban”.
“Tomar distancia con Dulce no es un acto de ingratitud”
¿Qué pasa que ahora en su segunda maternidad? Ferreiro responde, “la maternidad te transforma y te confronta con todo lo que eres y en esa confrontación ella decidió sanar e ir a terapia”. Y es que, según Lara, “ha decidido que quiere criar desde la libertad, desde los límites y que tiene que romper con el trauma intergeneracional. Es decir, romper con su madre, con la toxicidad, con todo lo que le haga daño. Y saber poner límites y luego romper el miedo al abandono. Descubrir que ella también se merece ser amada”. Del mismo modo, “romper o tomar distancia con Dulce no es un acto de ingratitud, sino de salud mental. Es como decir “te agradezco lo que fuiste, pero necesito ser la adulta de mi vida”. Y eso es algo muy revolucionario, porque al final no estamos acostumbrados a poner límites por nuestra educación”.
“Probablemente lo más importante que tenga una persona es el autorrespeto”, recuerda Ferreiro. “Saber marcar límites como los que ha puesto también a Isabel Pantoja o a Kiko, no solo a Dulce, posiblemente sea la clave de por qué ahora mismo está tan bien Isa”. Porque “esta nueva actitud de Isa empezó desde hace tiempo con su madre, Isabel Pantoja. La relación continúa muerta y ha dejado claro públicamente que no está dispuesta a vivir bajo chantajes emocionales ni mendigar amor por parte de su madre. Crear su propia familia le ha permitido encontrar a ella un lugar de referencia y dejar de vivir bajo los dictados de otras autoridades morales, como la de su madre, Isabel Pantoja”.
“La terapia no cambia el pesado, pero si te transforma para que deje de hacerte daño”
Nuestra psicóloga también señala que “con Kiko Rivera también la historia ha sido aún más dolorosa porque ha vivido faltas de respeto en episodios de exposición pública. Entonces, la decisión de alejarse también de su hermano la obliga a redefinir sus vínculos y priorizarse a sí misma”. Y en este momento de la charla, la profesional nos recuerda que “la terapia no cambia el pasado, pero sí te transforma para que deje de hacerte daño. Escuchándola hablar me da la sensación que ha hecho un ejercicio de perdón con su madre y con Kiko. Eso no significa que vuelva a quererlos en su vida, pero sí que no gasta su energía en ese conflicto porque lo ha sanado”.
Isa ha encontrado la estabilidad y la felicidad junto a su marido, Asraf Beno.
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Para acabar, Lara Ferreiro concluye que “Isa ha descubierto la libertad emocional librándose de cargas heredadas y cuando descubres eso difícilmente hay vuelta atrás”. Y añade que “también hay que poner en valor que esto ha sido mucho más propicio porque ha tenido al lado una pareja como Asraf, que de algún modo ha sabido darle su lugar, uno en el que ella ha encontrado la tranquilidad que le ha permitido poner límites”. A punto de ser madre por segunda vez “Isa está en un momento emocional optimo, fruto sin duda de su trabajo en terapia”.