Nuria Fergó ha dado un giro a su vida desde que hace dos meses decidiera cambiar de rumbo e instalarse en Madrid junto a su hija Martina: “Mi niña es una campeona, está muy contenta y no me dice que eche de menos el sur”, confiesa la cantante, que aún trata de ajustarse al cambio de vida en la capital y el frenético ritmo que esto le obliga a seguir.

Parte de su decisión de venirse a vivir a Madrid y dejar a su familia en el sur es por su trabajo: “Una artista tiene que estar donde hay vidilla”, asegura. Y es que la cantante está preparando un nuevo disco, que comenzará a grabar el próximo mes de marzo, pero del que tiene ya casi todo preparado. Aunque prefiere no desvelar detalles de su próximo trabajo discográfico, lo que sí desea dejar claro que ella sigue fiel a su esencia y que no le importan las modas y los nuevos estilos musicales que arrasan en las pistas de baile.

“Soy la Fergó, ¿no? No voy a probar nada nuevo, no quiero sorprender a nadie”, mantiene Nuria Fergó, que tiene muy claro qué es lo que quiere hacer en su carrera musical, aunque sacrifique grandes sumas de dinero. Ella prefiere seguir siendo ella, pese a que otras versiones puedan funcionar mejor.

Rosalía

Y aquí es donde aparece Rosalía a relucir, después de ser diana de muchas críticas por haber cambiado su pasión por el flamenco por adentrarse en la música más comercial, como el trap y rozar con las uñas el reaggeton: “Tiene que haber cabida para todo tipo de artistas”, mantiene Nuria Fergó, que cree que cada profesional debe hacer “Lo que les salga de dentro”. Si Rosalía lo está haciendo o no, ahí ella no entra.