Marbella, una pequeña localidad de la costa del sol, fue puesta en el mapa internacional a golpe de relumbrón. Antes de los años 50, esta esquina de Málaga era conocida por sus minas de hierro y podemos decir que después de la llegada de la jetset la localidad pasó de tener minas de hierro a minas de diamantes porque entre sus más famosos vecinos esta piedra preciosa era un must. A partir de los años 50 la ciudad empezó a convertirse en una parada obligatoria para todo aquel que era alguien en España y en sus alrededores. En la localidad comenzaron a afincarse los artistas más importantes del país que se mezclaban con la población local en las playas por el día y buscaban sus propios refugios en las fiestas de la noche Marbellí.
Posiblemente lo que hizo de este rinconcito andaluz lo que hoy conocemos fue que era como una novela de Truman Capote: en cualquiera de sus fiestas podrías encontrar a la gente más conocida del momento mezclada con las monarquías venidas a menos del continente y las amantes de la élite del país, todo ello aderezado con personajes tan excéntricos y especiales que solo en Marbella tenían sentido. Hoy, 75 años de aquel big bang que supuso el estallido del lujo en Marbella, algunas de sus más fulgurantes estrellas ya se han extinguido. El imparable paso del tiempo ha ido diezmando el firmamento marbellí convirtiéndolo en un rincón que continúa viviendo a todo lujo pero que ha perdido parte de su brillo natural.
Hoy repasamos algunos de los matrimonios a los que el paso del tiempo ha separado de forma definitiva haciendo una realidad de la romántica idea del “hasta que la muerte nos separe” dejando a uno de sus conyugues descubriendo cómo es Marbella en solitario.
Carla Goyanes en compañía de sus padres, Cari Lapique y Carlos Goyanes en Marbella en el año 2001.
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De las hermanas Lapique a Isabel Preysler pasando por Nuria González
La madrugada del 7 de julio de 2024 la vida de Cari Lapique comenzó a tambalearse, el amor de su vida, Carlos Goyanes, la dejaba de forma repentina. Carlos y Cari estuvieron juntos 51 años, 49 de ellos casados. De su matrimonio nacieron dos hijas, la desaparecida Caritina y Carla, las hermanas dieron a sus padres cinco nietos que, sin duda, serán hoy los quitapenas de una Cari que en el mismo año ha tenido que despedir a su marido, su hija mayor y su cuñado. Caprichoso el destino, solo cuatro años antes era Cari la que ejercía de paño de lágrimas de su hermana Miriam cuando en plena pandemia tuvo que despedirse de su marido, Alfonso Cortina. Ahora ambas continúan ligadas a Marbella, pero sin la compañía de los amores de su vida.
Las hermanas Lapique forman parte de un exclusivo grupo de amigas que tienen muchas cosas en común, entre ellas el sobrevivir a sus parejas. Nuria González, otra institución de la vida Marbellí, tuvo que despedirse de Fernando Fernández Tapias en el año 2023 después de 21 años de matrimonio. Sin duda los veranos en Marbella de este grupo ya nunca volverán a ser iguales. Otra de las componentes de esta suerte de hermandad es Isabel Preysler, una gran aficionada a la vida marbellí y que recientemente ha visto desaparecer a quien fuera su último gran amor, Vargas Llosa. Lo curioso de esta pérdida, más allá de lo evidente, es que fue una relación que se fraguó en los veranos de Marbella donde ella casada con Boyer y él con Patricia, cenaban juntos con sus respectivas familias sin saber que años más tarde la vida les reservaba un baile.
Jaime de Mora y Aragón junto a Gunilla Von Bismarck en una fiesta en Marbella en 1989.
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Aristócratas y reyes de la noche marbellí
Una de las últimas en experimentar el terrible trance de perder al amor de su vida ha sido Marisa Yordi. La socialité ha tenido que despedir esta semana a Alfonso Carlos de Borbón y Escasany. Tras 54 años de matrimonio y dos hijos en común, el primo segundo del Rey Juan Carlos fallecía a los ochenta años a finales de la semana pasada. Para Marisa y Alfonso el paraíso en la tierra estaba en Marbella donde tenían su segunda residencia a la que se escapaban con sus hijos cada vez que podían. En aquella bulliciosa Marbella de los años 80 encontraron su ambiente en el Marbella Club, donde podían zambullirse en la piscina en compañía de Adolfo Suarez entre otros y en las noches donde las fiestas de Gunilla o Jaime de Mora eran una obligación. Ahora aquella Marbella ya no existe y Alfonso también se ha marchado.
Las noches de Marbella no podrían entenderse sin algunos nombres propios. Algunos de aquellos nombres propios se juntaban entre sí como universos que se repliegan sobre sí mismos. Unos de los grupos más nombrados en aquellas noches eran “los Chorys”, compuestos por Antonio Arribas, Luis Ortiz y Yeyo Llagostera, entre otros. Algunos de los corazones que este grupo rompió fueron los de Carmen Ordoñez, Lolita o Gunilla. Esta última, heredera de los Von Bismarck, formó durante décadas el matrimonio más famoso de Marbella junto a Luis Ortiz. Aunque a finales de los ochenta se separaron, nunca se alejaron y a la muerte de Luis en 2024 Gunilla lloraba cómo solo se llora cuando se despide uno del amor de su vida. Otro matrimonio de la noche de Marbella fue el de la icónica Olivia Valère y Philippe, que también hubo de separarse en el 2022 por el fallecimiento de la starlete francesa. Sin duda todos ellos pensarán hoy “qué distinta es Marbella sin ti”.