Patricia Conde podría entrar en prisión. Este es el titular que tanto revuelo ha causado este fin de semana y que se centra en el contencioso que mantiene con su exmarido, Carlos Seguí, que le ha demandado por un supuesto delito de revelación de secretos. Un problema judicial por el que podría enfrentarse a una condena de hasta dos años y medio de prisión, según lo que pide para ella la Fiscalía. Un asunto que viene de largo y que parece haberse cronificado, dado que la guerra en los juzgados con su ex lleva dando quebraderos de cabeza a la presentadora desde hace más de cuatro años. Y no tiene visos de terminar en un futuro próximo.
El amor parecía haberse instalado en la vida de Patricia Conde cuando se casó con su príncipe azul en junio de 2012. Fue una boda muy mediática y la felicidad parecía desbordarla, pero ya en su luna de miel comenzaron los problemas. A los pocos días de darse el ‘sí, quiero’, Carlos Seguí y la presentadora hicieron las maletas y se marcharon a disfrutar de su recién estrenado matrimonio a Senegal. Allí, sus diferencias fueron tales que incluso trascendieron a la prensa. Al parecer, Patricia Conde había cedido desinteresadamente las fotos de su boda a la revista que publicaba su blog, algo que Seguí no se creyó y fue motivo de disputa.
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Aun así, lograron superar sus diferencias, continuar con el viaje de novios y, antes de celebrar su primer año de casados, recibir a su primer y único hijo, el pequeño Lucas. En la primavera de 2013 el destino les regaló un retoño, pero más tarde este se convertiría en el motivo de lucha en los tribunales, cuando pusieron punto y final a su matrimonio un año más tarde, ya en 2014. Ambos querían la custodia y ella optó por no dejar que su exmarido viese a su hijo durante casi un mes, como así denunció él no solo por vía judicial, sino también a través de diversas entrevistas a varios medios de comunicación.
En el comunicado de prensa que utilizaron para anunciar la ruptura de su relación, aseguraban que la separación era “amistosa y de mutuo acuerdo”. No obstante, semanas más tarde comenzó una guerra sin cuartel entre ellos que no paró de generar titulares en la prensa entre cruce de acusaciones. Él acusaba a Patricia Conde se querer quedarse con su dinero, obtenido a través de fructíferos negocios levantados en Mallorca. Ella, por su parte, acusaba al padre de su hijo de un presunto delito de malos tratos psicológicos.
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Además de acusaciones, también entraron en juego filtraciones de informaciones que, ahora, ponen a Patricia Conde en el banquillo de los acusados respondiendo ante un supuesto delito de revelación de secretos y con el miedo de que se la condene a dos años y medio de prisión y una multa que asciende a unos 6.850 euros. Al menos eso es lo que pretende la Fiscalía, que señala que la presentadora “guiada por el deseo de vulnerar la intimidad de su expareja, Carlos Seguí, extrajo del ordenador familiar, una vez cesada la convivencia y la relación entre ambos, una serie de correos electrónicos relativos a su esfera personal”.
Patricia Conde y Carlos Seguí eran una pareja modélica
Patricia Conde llevaba mucho tiempo sin encontrar el amor
El empresario parecía ser su príncipe azul
Las fotos de pasión se sucedían y evidenciaban lo mucho que se querían
Como en cualquier relación, había disputas
En junio de 2012, Patricia Conde se vistió de blanco
Tan solo vimos al novio el día de su boda, porque ella cedió la foto de su vestido a una revista
Todos sus compañeros y amigos fueron testigos de su ‘sí, quiero’
Días después se marcharon de luna de miel a Senegal
Al regresar, se conocieron sus problemas y discusiones
No solo con los paparazzi italianos que siguieron sus pasos por Senegal
También por la publicación de unas fotos que Carlos Seguí no vio con buenos ojos
Dos años después de la boda anunciaron que rompían su matrimonio
Y aquí comenzó una guerra sin cuartel en los tribunales
Así se protegía Patricia Conde a la salida de los juzgados
Huía de la prensa para no ser preguntada por su mediático divorcio
Su hijo Lucas es su principal motivo de lucha. Ella siempre ha luchado por no separarse de él ni un d��a
Pero ahora es acusada de revelación de secretos por su exmarido
Se enfrenta a dos años y medio de prisión y una multa de casi 7.000 euros