La aristocracia del toreo se va de boda: se casa Elena González y Paco Ureña

El triunfador de la última Feria de San Isidro, Paco Ureña, y su novia, Elena González, hija del recordado Dámaso González, se casan por sorpresa el próximo 26 de octubre en Albacete. Según ha podido conocer SEMANA, será en una boda de tarde y, a petición de los contrayentes, una ceremonia íntima y familiar.

Los invitados más exclusivos

Y, aunque quieren que sea una boda íntima y familiar, no sería raro que José Ortega Cano, Morante de la Puebla o el empresario Antonio Catalán, entre otros rostros conocidos ligados al mundo de los toros, acudan al enlace.

¿Dónde y cuándo será la boda?

La boda tendrá lugar en la finca Los Prados que la familia de la novia, Elena González, posee en Albacete. Será el próximo 26 de octubre.

La madrina y el padrino de los novios

La madrina será la madre del novio y el padrino, el pequeño Tristán, el único sobrino de la novia. El hijo de 4 años de su hermana Sonia y el cantante Juan Peña, que cantará durante la ceremonia religiosa, será el encargado de llevar a su tía al altar. Sin duda alguna será la imagen de la boda.

Juan Peña actuará en la boda

El cantante jerezano Juan Peña amenizará la fiesta con la que los novios piensan agasajar y divertir a sus invitados.

El banquete, en las mejores manos

La cena, de influencia manchega, la servirá el catering del restaurante Don Gil de Albacete.

Boda sorpresa

Tanto para los invitados como para la familia, la noticia de la boda ha sido una sorpresa. Nadie se esperaba el anuncio, y es que hace poco más de un mes que lo han comunicado. Así, andan con el tiempo justo para confeccionar los vestidos a medida que la ocasión requiere. Incluidos los que lucirá la novia, que han sido encargados a una diseñadora afincada en Madrid partiendo de bocetos que la propia Elena tenía pensados. El novio no se complicará y vestirá un traje de chaqueta de los sastres de Bow Tailors.

La boda se oficiará en la finca familiar

Será una boda de tarde y la ceremonia religiosa se oficiará en la propia finca, que cuenta con los permisos necesarios para llevarla a cabo, y bajo un templete floreado que estos días terminaban de instalar.

Dos años de amor

Elena González y Paco Ureña no llevan ni dos años de noviazgo. Su relación comenzaba con dolor y enfermedad. Él fue el pañuelo de lágrimas de Elena cuando a Dámaso González le detectaban un cáncer casi fulminante y moría en apenas un mes. Ureña, que conocía a Elena, porque tentaba en la finca del que hubiera sido su suegro, se hizo inseparable y surgió el amor.

Una cogida que casi termina en tragedia

Hace un año, la pareja se enfrentó a otro momento delicado. Paco Ureña perdía un ojo por una cornada el 14 de septiembre del pasado año, precisamente en la plaza de toros de Albacete. De ahí que, una vez terminada la temporada taurina en España y en este pequeño descanso que disfruta antes de irse a América, hayan decidido casarse, ya que la perrita Milú, una fox terrier que Elena le regaló cuando perdió el ojo, y que ambos cuidan en su casa del extrarradio madrileño, no es suficiente y es posible que quieran formar una familia.

Una gran fortuna en el albero

Después de 13 años como matador de toros, a Ureña le ha llegado el momento de recoger los triunfos. Las plazas de Madrid, Valencia, Almería o Bilbao se han rendido este año a su figura y qué mejor que salir por la puerta grande de 2019 casándose con la mujer de su vida, en la que quieren sea una boda íntima, familiar pero muy animada, dado que se esperan amigos mexicanos con mariachis incluidos, pero también habrá flamenquito, ya que el gran Juan Peña se dejará la garganta para que a su cuñada Elena no le falte un fandango, una seguidilla o unas sevillanas.

Una novia implicada

Por su parte, la novia es una excelente organizadora de bodas, ya que se encarga junto a su hermana Marta de organizar los eventos que se celebran en la finca Los Prados, eso incluye bodas como la del hermano pequeño de ambas, Dámaso, que se casó este verano en julio con Miriam Lanza. De ahí que la novia está implicada al máximo y sabe que es muy probable que, dado que a los toreros les encantan los tentaderos a la luz de la luna, sus invitados hagan uso de la plaza de toros o quién sabe si alguno se da un chapuzón en el lago que les rodea. Después de haber vivido con intensidad la enfermedad y las penas a esta pareja le toca disfrutar de la otra parte de los votos matrimoniales; la salud y la alegría.