El presentador Javier Martín, que cosechó una gran fama en los 90 con 'Caiga quien caiga', ha hablado sin miedo de su bipolaridad y cómo logró salir de la depresión. Desea que su desgarrador testimonio sirva para eliminar el tabú que sufren las enfermedades mentales

Javier Martín ha ofrecido uno de los testimonios personales más duros de los que se recuerden en los últimos meses en televisión y es que ha hablado sin miedos de los problemas mentales que padece desde hace años. El presentador, que dio el salto a la fama con el prestigioso programa ‘Caiga quien caiga’, ha decidido contar en primera persona el drama que está viviendo desde el plató de ‘La hora de La 1’, al tener que convivir con el trastorno bipolar que le fue diagnosticado hace ya varios años.La cercana forma de Javier Martín de contar el trastorno mental que padece ha mantenido a la audiencia enganchada. Ha explicado sin reparos los duros episodios que sufre desde hace varios años cuando los profesionales le diagnosticaron trastorno bipolar, con numerosos cuadros depresivos: “Yo pasé una etapa difícil, me diagnosticaron trastorno bipolar. Yo tenía clarísimo que no podía salir de la depresión, pero cuando salí tuve claro que lo tenía que contar”, ha comenzado a explicar su dura lucha contra sí mismo, con la única intención de visibilizar un problema mucho más extendido en la sociedad en la que vivimos y que, sin embargo, sigue siendo un tabú y no cuenta con el entendimiento que se merece por parte de todos.

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La única intención de Javier Martín a la hora de sentarse en el plató de ‘La hora de La 1’ es tratar de ayudar a aquellas personas que se encuentran en su misma situación, así como a las personas que conviven con los que lo padecen. Es consciente que su entendimiento es parte del éxito a la hora de ayudar a estas personas a salir del pozo de tristeza y negatividad en el que se ven inmersos. Por ello, no duda en contar su propia historia: “Yo estaba en una depresión profunda, llegué a un nivel que casi me quito la vida. Pero en el último momento pensé en la gente que me quiere”, confiesa el presentador con entereza, a pesar de la crudeza de sus palabras y ante la mirada estupefacta de la audiencia.

Denuncia que la Seguridad Social es insuficiente

“En ese momento creía que no se podía salir, pero se puede. Cuando lo superé tenía claro que lo quería contar a la gente que se puede salir”, sentencia. Pero no fue tan fácil como parece al escucharle hablar, dado que todo esto conlleva un duro trabajo en el que no está solo, dado que debe contar con el amparo de sus seres queridos y, por supuesto, también la indispensable ayuda de manos profesionales, psicólogos y psiquiatras. En su caso, ante la desesperada situación en la que se encontraba, tuvo que pagarse él mismo el tratamiento y las sesiones de ayuda profesional, dado que las largas esperas de la Seguridad Social hacían imposible que el éxito llegase antes que el drama. Una denuncia que ha querido dejar bien patente, para incentivar a quienes debiera a que se destinen más recursos a ayudar a las personas con problemas mentales en el ámbito de la Seguridad Social. “Una sesión con un psiquiatra son 70 euros a la semana, ¿quién se puede pagar eso?”, reclama con certeza de saber de lo que está hablando, tras sufrir las largas esperas que jamás llegaron.

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Javier Martín desea dar visibilidad no solo a la depresión, sino también al suicidio, para que estas cuestiones no continúen tratándose como un tabú en nuestra sociedad. Existe cierto miedo a hablar de suicidio, así como tratar con cuestiones de salud mental, al no saberse muy bien cómo afrontarlas por aquellos que no lo sufren, ya sea directa o indirectamente. Por eso, su mensaje resulta tan importante hoy en día: “La depresión es una etapa pasajera, el suicidio es algo definitivo. Los medios tenéis una responsabilidad enorme, para dar la visibilidad al problema, pero también para ofrecer una solución”. Y es que, para Javier Martín, “hablar del suicidio salva vidas”.Por suerte, él ha conseguido salir del profundo bache en el que se había visto envuelto y no ha querido que su experiencia caiga en saco roto. Hablarlo en público, ahora en un programa de televisión, le sirve para ayudar a otras personas que pudiesen encontrarse en su misma situación. Ahora, Javier Martín asegura encontrarse recuperado y dice llevar una vida completamente normal, aunque su diagnóstico como bipolar le obliga a seguir con religiosidad una medicación que le ayude a mantener un equilibrio en sus emociones y que eviten que vuelva a caer en una depresión tan profunda como la que ha logrado superar, no sin esfuerzo: “La última depresión que superé me juré que no volvería a pasar por esto”.