Ahora que la cuenta atrás para el comienzo del verano ha comenzado, poco a poco los destinos costeros más transitados de España van llenándose de visitantes dispuestos a apaciguar las altas temperaturas en sus aguas. No hay duda de que uno de los enclaves favoritos de los famosos y de las personas con un alto poder adquisitivo es Ibiza, pues en sus aguas cristalinas pertenecientes al Mar Mediterráneo descansan todo tipo de embarcaciones de ‘alto standing’. Entre ellas el ‘Fortuna’, el que fue el yate oficial del Rey Juan Carlos en el pasado y que ahora descansa en la isla Pitiusa de una manera bastante discreta.

El antiguo yate 'Fortuna', ahora 'Foners'

El antiguo yate 'Fortuna', ahora 'Foners'.

Gtres

Así es el yate 'Fortuna', el perfecto compañero de aventuras en altamar de Juan Carlos I durante casi 15 años

Es precisamente en el muelle de Levante del puerto de Ibiza en el que se ubica ‘Foners’, el antiguo ‘Fortuna’ del Rey Juan Carlos. Aunque dado el paso del tiempo nada tiene que ver con el resto de embarcaciones de este enclave, lo cierto es que entre sus camarotes hay escondida una historia relacionada estrechamente con la realeza. Sobre todo, teniendo en cuenta que fue el gran compañero de aventuras del Rey emérito desde que, en el año 2000, se lo regaló la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur). Un mes antes de su abdicación, en 2014, volvió a pasar a manos de esta fundación, que lo vendió a la naviera Baleària por poco más de dos millones de euros, pese a que en un principio, su precio alcanzó nada más y nada menos que 18 millones de euros.

Pero, ¿qué hacía que esta embarcación fuera tan sumamente especial? El yate que fue bautizado como ‘Fortuna’ por el Rey Juan Carlos cuenta con 41,5 metros de eslora y cuatro camarotes, teniendo la capacidad de alojar hasta a ocho huéspedes de manera cómoda. Y aunque su interior no pasa desapercibido, lo que más destaca es su potencia, con tres turbinas Rolls-Royce que hicieron que fuera el más rápido del mundo, pudiendo alcanzar 70 nudos, que equivalen a 130 kilómetros por hora en tierra.

El Rey Juan Carlos en su yate con otros royals, como Diana de Gales o Carlos III

El Rey Juan Carlos en su yate con otros royals, como Diana de Gales o Carlos III.

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Descubrimos el interior de una de las embarcaciones más emblemáticas del Rey emérito: con cuatro camarotes y una potencia adelantada a su tiempo

Teniendo en cuenta la historia que trae consigo esta embarcación, su elevado precio ha hecho que no termine de ser atractivo para los compradores. Baleària ha intentado venderlo en múltiples ocasiones, rebajando cada vez más y más su precio, aunque en ninguna de ellas ha habido suerte. Pese a que figura en agencias de prestigio como Yacht Harbour, Superyachts o Royal Yacht Brokers, todavía no se ha encontrado a nadie que esté dispuesto a asumir sus costes.

Y es que, el gran inconveniente que posee esta embarcación es su alto consumo de combustible. Aunque en su día sus turbinas fueron toda una innovación por su alto coste y la rareza que suponían dentro del plano marítimo, con el paso del tiempo se han convertido más bien en un quebradero de cabeza. A día de hoy, este mecanismo es prácticamente inservible, pues los barcos suelen apostar por la eficiencia energética y la sostenibilidad para poder surcar los mares de cualquier zona. Los costes de mantenimiento del que fue el yate de Juan Carlos I hacen que los posibles compradores se echen para atrás, y prefieran otras opciones más bajas de precio y que vayan en mayor sintonía con el cuidado del medioambiente.

 

Sea como fuere, todo apunta a que, ni siquiera Juan Carlos I, está dispuesto a revivir el pasado y subirse a bordo del que fue su ‘Fortuna’. Desde que estableció su residencia en Abu Dabi, para el Rey emérito han cambiado las prioridades de manera considerable. Tanto es así, que su destino favorito para disfrutar de las vacaciones, dentro de nuestras fronteras, no es otro que Sanxenxo. Allí tiene oportunidad de reencontrarse con algunos de sus grandes amigos como Pedro Campos, y disfrutar de las regatas. Y aunque es cierto que quizá es pronto para volver a España, pues algunas personas no terminan de ver con buenos ojos la posibilidad de que se establezca aquí, todo apunta a que el Rey emérito podría estar dispuesto a abandonar los Emiratos Árabes Unidos para establecerse más cerca del país del que fue Rey.

 

Uno de los destinos que suenan con más fuerza es Portugal. Allí residieron sus padres durante el exilio, y conecta directamente con uno de sus enclaves favoritos, Galicia. De momento, habrá que esperar para conocer cuál es la decisión que está dispuesto a tomar Juan Carlos I, y que también podría acercarle a sus seres queridos. Entre ellos sus pilares fundamentales, sus hijos y nietos, aunque tenga muy claro que debe permanecer totalmente desvinculado de la Corona.