Fernando Verdasco, el yerno ‘favorito’ de Isabel Preysler: su historia de amor con Ana Boyer en la final de ‘Bake Off’

El único yerno de Isabel Preysler por el que ha quedado constatado ante las cámaras que la reina de corazones siente devoción es Fernando Verdasco. La buena sintonía entre el marido de Ana Boyer y su suegra es más que evidente ya sea en plataformas de streaming, portadas de la prensa rosa y photocalls. ¿Pero fue siempre así? Esta pregunta surge a raíz de la participación de la hermana de Tamara Falcó en 'Bake Off: famosos al horno'. El programa de la cadena pública está a punto de celebrar su gran final, y la hija de la también conocida como 'reina de corazones' se ha convertido en una de las grandes apuestas de la audiencia. 

¿Cómo se conocieron Fernando Verdasco y Ana Boyer?

La Preysler, que tiene un ojo increíble para las parejas como su propia vida amorosa ha demostrado, cazó al vuelo desde el primer día que el tenista estaba colado por su hija menor desde que coincidieron en el backstage de un concierto de Enrique Iglesias en 2012.

“Conocí a Ana y gané a Rafa Nadal, así que dije ‘es una señal de Dios’ y pensé que tenía que dejar a mi novia y empezar a picar piedra”, confesó Fernando Verdasco en el programa de entrevistas de Bertín Osborne sobre aquella noche en la que quedó prendado de la menor del clan Preysler. Quién le iba a decir a ella y a nosotros que gracias a esa victoria contra Rafa Nadal ahora Ana Boyer se va a estrenar como madre de familia numerosa.

Pero que las “señales del destino” fueran tan evidentes para el deportista profesional no significa que todo viniera de cara para su relación. Cuando se oficializó su relación, en 2013, Ana Boyer no era simplemente la hermana mona de Tamara Falcó y compañía, era también el ojito derecho de su madre y de su padre, Miguel Boyer, que por aquella época estaba ya muy enfermo.

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Cuando Ana Boyer y Fernando Vedado comenzaron a salir las prioridades de la benjamina de la casa de los Preysler no estaban enfocadas en una relación a distancia con un tenista con, vamos decirlo, cierta fama de donjuan. No olvidemos que Ana Boyer, graduada en Derecho y Administración y Gestión de Empresas, estaba volcada en aquel momento en su carrera profesional, que quería que culminara convirtiéndola en una consultora internacional de renombre.

Para ello poco menos que trabajaba de sol a sol en una reputada firma de abogados situada en Madrid después de haber pasado por una beca en Nueva York y otra en Sao Paulo. Se decía, incluso, que era ella quién revisaba los contratos publicitarios de su madre antes de que ésta los firmara. Un auténtico diamante en bruto con el tipo de agenda que se integraba poco y mal con la de un deportista de élite.

El gran cambio vital de Ana Boyer parece que llegó tras la muerte de su padre, Miguel Boyer, en 2014. Es entonces cuando busca apoyo en Fernando Verdasco y encuentra todo lo que quiso y más. Tan bien lo hizo el tenista que la mujer con la que quería casarse y tener hijos pidió un año de excedencia “por probar” cómo sería su vida junto a Verdasco. El final de esta historia ya lo conocemos todos: boda con exclusiva en Mustique y retiro para siempre de la abogacía para ejercer de madre, “señora de”, diseñadora de gorras y celebrity.

Lujo y buen caché, la vida perfecta de Ana Boyer y Fernando Verdasco

La sonrisa de oreja a oreja que lucen Boyer y Verdasco en sus redes sociales desmiente cualquier especulación sobre si la menor de los hijos de Isabel Presyler falló en su elección y se arrepiente de haber hecho las maletas y seguir a Fernando Verdasco por medio planeta en vez de perder las pestañas analizando complejos legajos de derecho mercantil.

Los Preysler más perfectos viven dando envidia sana en Doha, van a ser padres por tercera vez y a cada cosa que hacen su caché aumenta. Convertirse en el mejor apoyo de la atribulada Tamara Falcó durante su hiatus con Iñigo Onieva también ayudó a que ganaran puntos de caché.

Su propio enlace fue un claro ejemplo de saber manejar tiempos y expectativas. Fernando Verdasco intentó declararse románticamente y anillo en mano en dos hoteles distintos de India y en una paradisiaca playa de Bahamas pero, al final, tuvo que esperar a llegar a Madrid para recibir el tan deseado “sí quiero”. Sin problemas, el espectáculo vendría después.

Como si de una royal se tratara la hija de Isabel Preysler eligió una isla aristocrática en el Caribe, Mustique, para casarse en una boda íntima y con una marquesa de wedding planner, su propia hermana Tamara Falcó. El morbo de saber si el sustituto de Miguel Boyer en el corazón de Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa, sería invitado al enlace consiguió que la revista en la que los novios aparecieron en exclusiva el día de su enlace se vendiera como churros.

Definitivamente aquel fue el bautizo de Ana Boyer como digna heredera de su madre y la consolidación de la unión Boyer-Verdasco como la pareja más instagrameable del clan Preysler. Pero los retos suman y siguen: Ana estrenándose como repostera televisiva y madre de tres y Fernando siendo el yerno que mejor habla de Isabel Preysler. Y sólo llevan 10 años juntos, ¿qué les espera en la próxima década? Por el momento, lo que sí ha podido saberse es que la hermana de Tamara Falcó es toda una experta en postres. Así que, quién sabe si será la ganadora de 'Bake Off: famosos al horno'.