Mar Flores ya tiene los 4 looks imprescindibles de la colección de verano de Primark que parecen de firma de lujo (por muy poco)

Cada verano nos prometemos lo mismo: viajar más ligero, comprar con cabeza y evitar esa voz interior que nos lleva al pánico de la maleta de última hora ("¿por qué no tengo nada que ponerme?"). Pero este año Primark acabar con ese problema con una colección estival que, si no supiéramos que es del gigante dublinés, creeríamos que han sido confeccionadas en la mejor boutique de Ibiza. ¿Lo mejor? Son prendas que parecen carísimas pero que no suben de los 25 euros.

Una fantasía democratizada. Y Mar Flores, musa eterna y embajadora no oficial del lujo discreto, ya ha hecho la criba por nosotras. Ha elegido cuatro looks de la nueva colección de verano de Primark que resumen todo lo que una quiere vestir cuando el termómetro está a punto de explotar: frescura, sofisticación y diseño original. 

Del reel que ha compartido, se extraen varias conclusiones. La primera: el verano 2025 se viste de dos piezas y de tejidos con textura, calados y bordados. La segunda: las piezas low cost, cuando están bien elegidas, no necesitan excusas. Vamos a analizar sus propuestas.

El dos piezas calado que juega a ser alta costura (y casi lo consigue)

Primera imagen: Mar, en una terraza de mármol, viste un dos piezas en color verde esmeralda, completamente calado: uncropped top de tirantes  y escote recto. A simple vista, podría pasar por una pieza Charo Ruiz Ibiza. Pero no, es Primark, y no supera los 25 euros.

La falda larga con bajo calado y goma en la cintura tiene esa cualidad ambigua de las prendas versátiles: lo mismo funciona con sandalias de rafia y una trenza bohemia que con un cinturón joya y pendientes XL para una cena. El tejido es súper fresco y está muy en la línea del minimalismo mediterráneo que domina las pasarelas resort de esta temporada. 

No es casualidad que Mar lo lleve sin demasiados accesorios: el conjunto habla por sí solo. Y dice cosas bonitas.

El conjunto de falda midi y camisa con nudo

En la segunda imagen, Mar aparece con uno de esos conjuntos que parecen salidos de una editorial de los 90: falda midi azul a capas con frunces y camisa a juego anudada bajo el pecho, todo en un algodón liviano que solo necesita un perfume fresco como acompañante.

La camisa, de manga acampanada, crea un juego visual encantador al dejar al descubierto el abdomen de forma muy sutil. Nada vulgar, todo equilibrio. 

 Mar, con su melena suelta, lo convierte en uno de esos imprescindibles que ella lleva con sandalias doradas y que le funciona en cualquier evento. La prueba de que una pieza bien pensada, por muy asequible que sea, puede convertirse en declaración de estilo.

El conjunto con bordados: puro adlib

El tercer look tiene el descaro fresco del verano adolescente bien vivido. Mar aparece con un dos piezas blanco de algodón bordado en azul a contraste; la camisa, con escote en pico y manga corta y la falda mini ligeramente evasé. 

Este tipo de conjuntos tienen algo de souvenir emocional: parecen comprados tras una cena con vistas al mar, con el sonido de las cigarras como banda sonora. El bordado, sutil pero presente, aporta una textura que eleva la prenda sin necesidad de sobrecargar. Y el corte favorece a prácticamente todas las siluetas, lo cual no es poca cosa.

Mar lo combina con sandalias bajitas p metalizadas y joyas mínimas, como si viniera de dar un paseo al atardecer.

El conjunto estampado tropical: el “total look” que grita vacaciones 

El último conjunto que sugiere la modelo lo componen una falda larga de corte globo fluida con top a juego, ambos de fondo blanco con un estampado tropical en tonos verdes y tostados. La falda cae con una ligereza estudiada, y el top, de escote cuadrado y mangas cortas abullonadas, enmarca los hombros con mucho tino.

Lo interesante aquí es el print. Lejos del tropicalismo chillón de otras temporadas, este estampado es sobrio, elegante, casi vintage. Tiene algo de ilustración antigua, de cuaderno de explorador con vocación estética. Y eso —un estampado bien pensado— puede marcar la diferencia entre una prenda que se olvida y otra que se guarda (y se repite) durante todo el verano.

Este conjunto pide sol, pero también pide terraza elegante. No es el típico look de chiringuito. Es más bien un estilismo para una tarde de compras en el casco antiguo de Palma o una cena con sobremesa larga. Y en el cuerpo de Mar, adquiere esa aura de “me lo he puesto sin pensar, pero soy la más elegante de la mesa”. Lo es.

¿Qué nos enseña Mar con esta lección de estilo veraniego?

Más allá del precio, más allá incluso de la estética, lo que Mar Flores demuestra con estos looks es una intuición estilística impecable: el lujo no está en la etiqueta, sino en cómo se lleva.