Vivimos con la sensación permanente de que no llegamos. Las jornadas se nos escapan entre tareas, pantallas y notificaciones, mientras repetimos como un mantra eso de “no tengo tiempo”. La paradoja es que, en un mundo hiperconectado y lleno de herramientas diseñadas para “ahorrar tiempo”, cada vez nos cuesta más detenernos, habitar el presente y dedicarnos a lo que realmente importa.
Cristina Martínez, psicóloga experta en bienestar emocional y gestión del tiempo, reflexiona que el tiempo es el recurso más valioso, y, sin embargo, una de las grandes causas de malestar tanto por la falta de este como por no poder controlarlo. Así lo expresó durante la presentación de la nueva campaña de Be Casa, en la que también participó el modelo Jon Kortajarena. La propuesta plantea una reflexión de fondo que interpela directamente a nuestro estilo de vida: ¿y si vivir mejor no fuese una cuestión de productividad, sino de consciencia?
Seis claves para reconciliarnos con el tiempo
Para Cristina Martínez, la falta de tiempo no solo genera estrés, sino que se convierte en una fuente de frustración continua. Su propuesta no consiste en hacer más, sino en hacerlo mejor: con más foco, más realismo y más sentido. Durante el encuentro, compartió seis claves prácticas para empezar a transformar nuestra relación con el tiempo, y, por tanto, con nosotros mismos:
- Usa una agenda como si fuera tu segunda mente. Apuntar libera espacio mental y reduce la ansiedad. La agenda no debe ser solo un planificador de trabajo: incluye en ella tiempo para ti, para desconectar o simplemente no hacer nada.
- Aprende a priorizar de verdad. No todo lo urgente es importante. Martínez invita a revisar nuestras listas de tareas para distinguir lo que realmente suma de lo que solo añade ruido. “Organizarte según importancia y no solo por urgencia te ayuda a no ir con la lengua fuera”, señala.
- Sé realista al planificar. Uno de los errores más comunes es intentar hacer en un día lo que requeriría tres. “Ajustar nuestras expectativas y dejar huecos entre tareas es clave para no sentir que siempre vamos tarde”, apunta la psicóloga.
- Agrupa tareas similares en bloques. Concentrarte en una misma tipología de actividades sin interrupciones permite ganar eficiencia y reducir el desgaste mental. Es la base del método del time blocking, que cada vez suma más adeptos.
- Aplica la regla del 80/20. El 20% de tus acciones genera el 80% de los resultados. Identifica cuáles son esas tareas clave que realmente marcan la diferencia y concédeles prioridad.
- Rodéate de un entorno que te facilite la vida. Nuestro entorno puede ayudarnos —o dificultarnos— más de lo que creemos. Vivir en un espacio que te evite desplazamientos, gestiones y cargas innecesarias puede devolverte tiempo de calidad.
Porque, como ella misma resume: “Gestionar el tiempo no es solo una cuestión de organización, es una forma de vivir con más presencia, intención y bienestar. Se trata de parar el piloto automático y recuperar el control de nuestro día a día”.
Pexels
Una alternativa que nos lo pone más fácil
En este contexto de sobrecarga y desconexión, la propuesta de Be Casa cobra sentido como una forma concreta de aplicar esos cambios que Cristina Martínez recomienda. A través de su campaña “El tiempo que queremos tener”, reivindican una manera de habitar más flexible y consciente, en la que el hogar deja de ser un lugar de paso para convertirse en un aliado en nuestra forma de vivir.
Con Jon Kortajarena como embajador, la campaña lanza una pregunta directa: “¿Qué me dirías si te dijera que conozco un sitio donde el tiempo se mueve diferente?”. Lejos de buscar una vida más productiva, la propuesta invita a recuperar tiempo de calidad para cuidarse, para compartir, para parar. Para lograrlo, el entorno importa, y mucho.
Frente a la idea tradicional de hogar, esta propuesta plantea espacios que acompañan el ritmo real de cada persona. Lugares pensados para facilitar la vida diaria —no complicarla—, que integran servicios como zonas de trabajo, de ocio o de deporte, y reducen gestiones innecesarias. Viviendas listas para vivir, que permiten invertir el tiempo en lo que de verdad importa: estar.
Porque, como recuerda Cristina Martínez, rodearse de un entorno que te lo pone fácil es clave para ganar claridad, foco y bienestar. Quizá no se trate de hacer grandes cambios, sino de empezar por uno: habitar lugares —y rutinas— que estén realmente a nuestro favor.