Pasar unos días junto al mar es algo más que tomar el sol, pasear por la orilla o acomodarse en el chiringuito a tomar un refresco bien fresquito. La playa es un auténtico centro de belleza natural, así que aprovecha todos sus beneficios para cuidar y mimar tu cuerpo.

Renueva tu piel

La arena del mar es uno de los mejores exfoliantes que existen para eliminar células muertas de la epidermis y demás impurezas que se acumulan. Elige una crema hidratante que utilices habitualmente (en el caso de que se te haya olvidado en casa también puedes utilizar un protector solar), mézclala con arena y, después, aplícate el ungüento por todo el cuerpo con un suave pero firme masaje circular, insistiendo bien en las zonas más rugosas como los codos y rodillas.

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Algas para las piernas

¿Sabías que son uno de los remedios más eficaces para mejorar la circulación? No hace falta comerlas para aprovechar sus beneficios. Aplícate las algas en los tobillos y las rodillas y verás cómo se deshinchan gracias a su poder de absorción de líquidos. Pero no solo eso, también aportan un extra de energía, actuando como revitalizante celular. ¿Más? Ayudan a desintoxicar y purificar luchando contra los radicales libres  y devolviendo la luminosidad a la piel.

Celulitis a raya

El contraste entre el frío al bañarnos y calor al tomar el sol es perfecto para tonificar e irrigar las zonas con celulitis. Estos cambios de temperatura hacen que se contraigan y relajen los músculos y vasos sanguíneos y, por consiguiente, mejore la circulación en estas zonas, donde los vasos suelen tener dificultad para hacer circular la sangre. Intenta mantenerte dentro del agua durante al menos 10 minutos y, después, relájate en la toalla otros 15. Si lo haces varios días seguidos, notarás resultados.

La playa es un centro de belleza natural
Estas vacaciones aprovecha para cuidarte y volver más guapa. (@Redes Sociales)

Uñas fuertes y cuidadas

Mientras estás tomando el sol o descansando en la tumbona, aprovecha para limar tus uñas. Para hacerlo bien, mueve la lima desde los lados hacia el centro de forma suave, pero no te excedas con el limado, ya que si no  puedes rebajar el grosor natural de la uña, lo que la hará más fina y más frágil. Cuando termines, sumérgelas en el agua del mar durante 5 minutos. Conseguirás unas uñas súper blancas y limpias.

Pelo bañado por el sol

La radiación solar, junto con el oxígeno del aire, producen la oxidación de los gránulos de melanina en el pelo. Si buscas una melena brillante, con sutiles reflejos naturales pero sin perder la hidratación, prueba esto: aplica una generosa cantidad de aceite de coco en el cabello, después recógelo en un moño alto y ponte un gorro de baño. Exponte al sol durante 5 minutos y métete en el agua para enjuagarlo bien. No olvides lavar el pelo a conciencia en cuanto llegues a casa.