También hay quien los engloba dentro de lo que se ha dado en llamar “cosmética avanzada”. ¿Y que diferencia existe entre un producto habitual y otro con esta etiqueta? Básicamente, que las cremas tradicionales tienen un único objetivo: embellecer temporalmente la piel y aportar confort. Sin embargo las cosmeceúticas alcanzan un grado más elevado. Tienen otras virtudes biológicas y son capaces de tratar el cutis en profundidad, siempre y cuando se utilicen con asiduidad.

Por otro lado, en un producto cosmecéutico se formula con principios activos más potentes y en concentraciones más elevadas. Lo ideal para el buen uso de este tipo de productos, es que los “prescriba” una esteticista. Precisamente por los potentes activos que incluyen, como los Aha’s, pueden resultar agresivos en determinadas pieles.

¿Actúa un cosmecéutico como un medicamento?

Los cosmecéuticos son listos, pero no superdotados ni tienen el carácter ni la eficacia de un medicamento. Según el Reglamento de regulación de los cosméticos, la definición de cosmético es misma que la de cosmecéutico. "Toda sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano. Hablamos de epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos. También con los dientes y mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos. O de perfumarlos, modificar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales.

Sin embargo un medicamento es "toda aquella sustancia, asociación o combinación, destinada a su utilización en personas. Y dotadas de propiedades para prevenir, diagnosticar, tratar, aliviar, curar enfermedades y dolencias. Dichas dolencias pueden afectar a funciones corporales o estado mental y su vía de administración puede ser tópica pero también oral, rectal o intravenosa”.

Para entendernos, un crema con la etiqueta de “advanced cosmetic”, puede adoptar una “forma” médica por la tecnología que conlleva su formulación. Incluso compartir texturas y algunos efectos farmacológicos. Tales como mejorar microcirculación sanguínea creando una leve sensación de calor, pero en ningún caso actuará como un medicamento como tal.

Sin olvidar que mientras que un fármaco puede tener efectos secundarios derivados de los principios activos que contiene, un cosmético básico o avanzado tiene que ser total y absolutamente seguro para el usuario. Sin más consecuencias adversas que las generadas por una predisposición alérgica a alguno de sus componentes. Es decir, no deben perjudicar la salud cuando se apliquen en condiciones normales de uso. Los riesgos que pudieran derivarse de su normal utilización deben advertirse al consumidor. ¿Cómo?, por medio de indicaciones, advertencias e instrucciones de uso correcto. Eso sí, no hay que dejar de lado la gran labor de apoyo que puede realizar un cosmeceútico. Tanto para mejorar y amplificar la eficacia de los tratamientos tanto dermatológicos (acné, rosácea,…) como médico estéticos (láseres, peelings químicos,…).