Tras una gran temporada repasando a algunas de las familias más mediáticas de España, el programa ‘Lazos de sangre’ terminó la pasada noche con el clan Jurado-Cano y el recuerdo a Rocío Jurado, ‘La más grande’. El principal protagonista fue su viudo, José Ortega Cano, que recordó al gran amor de su vida sin querer contener la emoción y desvelando todo lo que significó para ella.
Y es que doce años después de su fallecimiento la cantante sigue siendo el punto de unión de un clan que, con su muerte, comenzó a resquebrajarse hasta llegar al punto de división hoy en día.
Una mujer valiente
Para José Ortega Cano su mujer fue mucho más que una cantante de éxito fue una “valiente” que demostró toda su valentía luchando contra una enfermedad que se la terminaría llevando. “Hay que ser muy valiente para decir lo que dijo y afrontarlo cómo lo afrontó”, explicaba el torero en relación a cómo prefirió no ocultar el tumor que sufría. "Me dicen que tengo un cáncer que es malo y que hay que quitarlo de inmediato", contó a la prensa.
Luchando hasta el final
Un agresivo cáncer de páncreas contra el que lucharon contra viento y marea y viajaron hasta Houston para acceder a los mejores tratamientos, siempre con esperanza y fe: “’Rocío, me han hablado de que hay muchas posibilidades de tirar para adelante’, y ahí fuimos con esa moral”, cuenta el torero que le dijo.
Triste adiós
Su muerte, el 1 de junio de 2006, cambió para siempre la vida de su familia, que comenzó a resquebrajarse hasta el punto de que hoy algunos de los miembros ni siquiera se hablan con los otros. Aun así, su recuerdo sigue presente en todos, también en su viudo, que explicó que sigue sintiéndola muy cerca: “Muchas veces hablo con ella. Cuando tengo un día malo le hablo y le digo que me eche una mano”.
Una historia de canción
Roció y José se conocieron gracias al médico de ambos, el doctor Marascal, y el flechazo fue instantáneo. Eso sí, el ex torero reconoció en el programa que ya la había visto antes en las calles de Madrid, “estuve a punto de pedirle un autógrafo, no me atreví”, confesaba.
Padres
Ante la imposibilidad de ser padres de manera natural el matrimonio decidió adoptar a una pareja de hermanos colombianos. Tras “dos años de papeleo” José Fernando y Gloria Camila llegaron a sus vidas. “Fue muy bonito cuando los vimos por primera vez, y eso que ella nos dio una muy mala noche. ¡Qué manera de llorar!”, desvela entre risas.
Lo más importante
Gloria Camila era muy pequeña cuando su madre falleció Rocío Jurado y, sin embargo, tiene un excelente recuerdo de ella y solo buenas palabras. De hecho, la defiende a capa y espada siempre que tiene oportunidad.
Amor incondicional
“La echo de menos todos los días. Una madre es una madre, y siempre se nota la pérdida. Le agradezco el haberme acogido como a su propia hija de sangre, el darme su amor y su cariño. Aunque fuera por poco tiempo, me inculcó muchos valores".
En silencio
‘Lazos de sangre’ no pudo contar con el resto de la familia de Rocío Jurado y es que los Mohedano prefirieron no participar en la grabación. “Nunca hemos querido formar parte del mundo”, explicó hace unos días el marido de Gloria Mohedano a ‘Jaleos’. Aun así, el programa recogió algunas declaraciones del pasado. Su hija mayor, Rocío Carrasco, tampoco apareció.
Un ‘pavo real’
La mejor manera de describir el carácter de Rocío Jurado la dio su marido, que la definió como “un pavo real, movía sus alas y acogía a todo el mundo”. Unas alas que, cuando dejaron de estar, dispersaron a los suyos.