Joaquín Prat (49 años) presentaba este martes 23 de abril como cada mañana 'Vamos a ver', pero sin previo aviso abandonaba el plató. Una ausencia a la que ni Adriana Dorronsoro ni su compañera Patricia Pardo daban ninguna importancia. Al menos esa era la sensación de los espectadores. Ambas le cogían el testigo y se encargaban de dirigir la emisión mientras él desaparecía de la pequeña pantalla. Ha sido a su vuelta, ya en el club social, cuando él de viva voz ha contado el motivo de su marcha. 

Con la naturalidad que le caracteriza explicaba que, en esta ocasión, había sido por un motivo de peso: "Hola, ¿qué tal? Estoy de vuelta. Perdonen mi ausencia. Tenía que cumplir con la Administración de Justicia. Por eso me he tenido que ir. Les pido disculpas. Menos mal que se han quedado ustedes en las sabias manos de Patricia Pardo y de Adriana Dorronsoro. Ya se ha hecho, ya estoy aquí de vuelta". Ni una palabra más acerca del asunto que le había obligado a abandonar su puesto de trabajo de forma repentina.

 

Tras tratar el mediático caso de Daniel Sancho, Joaquín Prat ya no estaba sentado en su silla. En su lugar estaba Patricia Pardo, que solo unos minutos antes se había despedido de la audiencia, un detalle que hacía saltar las alarmas. Varios usuarios de la Red se preguntaban cuál era su paradero, siendo una incógnita hasta que Joaquín Prat sacaba a todo el mundo de dudas. 

Durante cinco horas, de lunes a viernes, tanto Joaquín Prat como el resto de presentadores dan todo de sí en pleno directo. Cada uno con un rol, pero siempre al quite, por lo que llama la atención cuando uno de ellos deja de estar en pantalla. Ha sido el caso de este día, en concreto, durante la mesa de actualidad que Joaquín dirige cada día con mucha destreza. 

De repente no había ni rastro de Joaquín. Ni en la última hora de 'Supervivientes 2024', ni tampoco en 'Vamos a ver más'. Parecía que no iba a regresar, pero a última hora sorprendía de nuevo. Un movimiento que tanto él como su antigua jefa, Ana Rosa Quintana, han llevado a cabo durante todos sus años de carrera. Ya sea por un motivo personal, de enfermedad o simplemente para descansar por un ritmo frenético de trabajo. 

Fue el pasado mes de diciembre cuando Joaquín tras una pausa de publicidad del programa de Telecinco abandonó el espacio. Solo hora y media después de que arrancara el programa decidió volver a casa. El cansancio extremo le había jugado una mala pasada y fue Adriana Dorronsoro la que le sustituyó hasta el final de 'Vamos a ver'. "Joaquín se ha ido a descansar porque ayer estuvo en el documental de Julio Iglesias. Joaquín, descansa, que yo quedo aquí con todos los colaboradores", dijo ella en aquel momento. 

Este martes no solo ha acaparado la atención por su ausencia. También ha copado titulares al arremeter contra el abogado de la familia de Edwin Arrieta, Juanjo Gonzalo Ospina. ¿El motivo? El letrado aseguraba que la información proporcionada en 'Vamos a ver' sobre el cirujano colombiano era "falsa". Pero, ¿qué habían dicho sobre él?

La llamativa reacción de Joaquín Prat antes de abandonar

Un día antes, este lunes 22 de abril, 'Vamos a ver' publicaba en exclusiva información sobre el tórax de Edwin Arrieta. A pesar de que el magazín desvelaba que en los papeles de la policía sí figuraba la existencia de un tórax, la otra parte lo niega. "Ese tórax no ha aparecido y sobre esto se ha pronunciado el abogado que representa aquí en España los intereses de la familia Arrieta", explicaba Joaquín Prat.

"Ha dicho, literalmente, que en el sumario del caso no existe ningún tórax. Según este abogado, las informaciones que se han difundido, concretamente en este programa, son falsas y hacen sufrir aún más a la familia del cirujano", respondía Patricia Pardo. 

A pesar de que Joaquín Prat empatiza con la familia Arrieta, no está de acuerdo con lo que él considera que es "un show". "Luego está la parte del circo y no me tiren de la lengua algunos, porque algún día les contaremos cuál es la parte de este circo en la que hay un muerto descuartizado y una persona responsable, al menos, del descuartizamiento. Todo lo demás, independientemente del dolor de las familias, es un circo", deslizaba enfadado.