Basilea ya huele a brillo en escena, a pirotecnia y a ese nervio eléctrico que solo Eurovisión consigue agitar. Faltan apenas unos días para que el certamen más visto del continente celebre su edición de 2025, y España se prepara para poner toda la carne en el asador con una representante que no solo canta, sino que arde: Melody. La sevillana que conquistó la escena pop dos décadas atrás, regresa ahora, el sábado 17 de mayo, con 'Esa Diva', un tema que, a estas alturas, ya podría cantar sin equivocarse cualquier español. Pero si en Eurovisión el oído es importante, lo que ven nuestros ojos no se queda atrás. Y es ahí donde el vestuario es tan estratégico como una nota bien afinada.

Para una actuación de altos vuelos, se ha orquestado una doble apuesta estilística que promete levantar comentarios dentro y fuera del fandom. El encargado de dar forma a los looks ha sido Gustavo Adolfo Tari, diseñador de cabecera de muchas estrellas del circuito urbano-latino (Shakira, Bad Gyal, Karol G, etc) y que, en esta ocasión, se atreve con una narrativa de transformación escénica que va del negro dramático al fulgor de la pedrería. Pero ¿qué transmiten realmente estos estilismos? ¿Con qué aciertan y con qué podrían haber ido más allá? Para analizarlo, hemos querido contar con la voz de Jesús Reyes, periodista experto en moda, estilista y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación, que desmenuza con precisión cada detalle de la propuesta creada para la artista de Dos Hermanas.

 

El primer look de Melody en su actuación 

El primer look de Melody en su actuación 

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Jesús Reyes analiza los estilismos que Melody llevará en Eurovisión 2025 

"Claramente buscan un efecto de potencia visual y fuerza escénica, impactar desde el primer segundo con una imagen reconocible dentro del imaginario del pop internacional", afirma Reyes cuando le preguntamos por la impacto de los estilismos de Melody en el escenario de Eurovisión. Y, en efecto, el primer look, un vestido negro con muchoglitter, con bata de cola confeccionada en tul, con hombreras afiladas y un original escote que cumple con ese primer mandamiento eurovisivo: hacer que el espectador no parpadee.

Pero hay matices. Para Reyes, el punto fuerte del estilismo es "la silueta marcada y el brillo del body, que capta bien la atención del espectador". Ese body que aparece tras el clásico (y ya casi obligado) reveal, concentra la atención en los destellos, en el cuerpo en movimiento, en la carne performática de la artista. Ahora bien, no todo reluce con la misma intensidad. "El punto más flojo, su previsibilidad: recurre a códigos ya muy vistos", añade.

 

El body de pedrería de Melody 

El body de pedrería de Melody 

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Y aquí entramos en un debate interesante. Porque Eurovisión ha canonizado un lenguaje visual que, con el tiempo, se ha convertido en una fórmula que ya vemos en la Met Gala y en RuPaul Drag Race. El reveal (revelación), el uso de una prenda bajo otra prenda que se quita en el punto álgido de la actuación es algo que ha estado muy presente en el pop femenino internacional y, a estas alturas, se ha convertido en tópico más que en recurso. "Funciona, pero ya no emociona. Se ha convertido en un cliché visual que pide a gritos una reinvención", dice el experto sobre este cambio de outfit encima del escenario. 

"La teatralidad está lograda, sin duda. Pero echo de menos una elegancia más depurada. Hay una cierta sobrecarga que resta sofisticación", apunta Jesús Reyes con lucidez. Porque si bien lo maximalista funciona en Eurovisión, hay una delgada línea entre lo exuberante y lo redundante. 

Los estilismos de Melody en su actuación 'Esa Diva'

Los estilismos de Melody en su actuación 'Esa Diva'

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Del negro al brillo: ¿un estilismo predecible?

Interesante también es el comentario sobre el contraste entre el negro inicial y los cristales finales: "Es una fórmula clásica que funciona, pero que no sorprende. Habría sido interesante ver una reinterpretación más audaz del contraste". Y es que, si Chanel en 2022 rompió moldes con su reinterpretación del folklore pop, aquí parece haberse optado por el camino seguro. Eficaz, sí, pero poco disruptivo. 

¿Y qué hubiera hecho Reyes si el vestuario hubiera estado en sus manos? "Habría apostado por alta moda española con identidad: algo de Palomo Spain, de inspiración teatral, o una propuesta como la de Chanel en 2022, con carácter, modernidad y sofisticación". La idea de volver la mirada hacia diseñadores nacionales con voz propia y capacidad para mezclar teatralidad y alta costura parece lógica, especialmente en un certamen en el que la moda y la música van de la mano. 

¿Se alinea Melody con las divas del pop escénico internacional? Reyes no duda: " Sí, pero en exceso. Le falta ese punto de riesgo y autenticidad que dé un sello personal reconocible desde el prisma de la moda".

Quizá la gran lección de este análisis sea que la moda eurovisiva no necesita más lentejuelas, sino más ideas. La espectacularidad no está reñida con el riesgo creativo, y la sofisticación no está peleada con el carisma.