Pilar Rubio tiene un cuerpo tonificado, fuerte y cincelado a golpe de gym. La presentadora es muy disciplinada y sigue una rutina de entrenamiento de fuerza que hace que se encuentre en plena forma. Suele compartir algunos de sus entrenos y, en esta ocasión, ha publicado un vídeo en sus redes sociales mostrando su entrenamiento acuático porque como ella misma dice “el agua es buena resistencia”.
Pilar Rubio y su entrenamiento acuático
Que el imponente físico de Pilar Rubio es fruto del esfuerzo y de la constancia es un hecho indiscutible. La presentadora, madre de 3 hijos, hace gala de una fuerza de voluntad titánica y, gracias a sus rutinas de ejercicios, ha conseguido tener unos músculos fuertes, una gran fuerza de agarre y un cuerpo fibrado y definido.
Pilar ha querido compartir con sus followers una de sus sesiones de entrenamiento, esta vez en el agua, donde podemos ver a la presentadora en la piscina haciendo diferentes ejercicios con mancuernas, kettlebells (pesas rusas) y distintos elementos que consiguen añadir resistencia y potenciar los resultados de la rutina de entrenamiento de la esposa de Sergio Ramos.
El entrenamiento de fuerza en el agua se enfoca en mejorar la fuerza, estabilidad y coordinación mediante movimientos que imitan las actividades diarias, con el añadido de la resistencia y flotabilidad del agua. Este tipo de ejercicio no solo tonifica el cuerpo de manera equilibrada, sino que también mejora la movilidad, reduce el riesgo de lesiones y ofrece un entorno de bajo impacto, es ideal para personas con problemas articulares o para aquellas que buscan un entrenamiento más suave para sus articulaciones sin perder eficacia.
Entrenamiento funcional en el agua
El entrenamiento de fuerza funcional como el de Pilar Rubio tiene como objetivo mejorar la capacidad del cuerpo para realizar movimientos complejos y multidimensionales, similares a las actividades que realizamos a diario, como empujar, tirar, levantar o rotar. Al trasladar este tipo de entrenamiento al agua, se suma el componente de la resistencia acuática, que desafía el cuerpo a trabajar de manera más eficiente. El agua reduce la tensión en las articulaciones, y esto permite realizar movimientos más fluidos y seguros.
Los movimientos funcionales en el agua, como sentadillas, estocadas, y ejercicios de core, aprovechan la resistencia en todas direcciones que ofrece el agua, obligando al cuerpo a utilizar múltiples grupos musculares simultáneamente. Esto hace que el entrenamiento sea más efectivo, no solo para ganar fuerza, sino también para mejorar la estabilidad y el equilibrio, dos componentes esenciales en el entrenamiento funcional.
Beneficios de entrenar en el agua
- Resistencia multidimensional: A diferencia de los entrenamientos en tierra, donde la gravedad ofrece resistencia en una sola dirección, el agua proporciona resistencia en todas las direcciones, por eso Pilar Rubio ha optado por este entrenamiento acuático. Esto significa que, durante los ejercicios, los músculos tienen que trabajar más duro tanto en la fase concéntrica (cuando el músculo se contrae) como en la excéntrica (cuando el músculo se alarga). Esto resulta en una mayor activación muscular, especialmente en los músculos estabilizadores, fundamentales para mantener el equilibrio y la postura.
- Mejora la fuerza y la estabilidad del core: El agua crea un entorno inestable que obliga al cuerpo a activar constantemente el core para mantener el equilibrio y la alineación. Este tipo de entrenamiento funcional es perfecto para fortalecer el core, un área clave que nos ayuda a realizar movimientos más controlados y prevenir lesiones. Ejercicios como giros de torso, estocadas y movimientos de balanceo en el agua son excelentes para activar el core y mejorar la fuerza funcional.
- Mayor movilidad y flexibilidad: La flotabilidad del agua permite una mayor amplitud de movimiento, lo que ayuda a mejorar la flexibilidad sin la rigidez que a veces se experimenta en los entrenamientos en tierra. Esto facilita que las articulaciones se muevan a través de rangos de movimiento más amplios, mejorando la movilidad funcional y previniendo el desgaste articular. Al combinar fuerza con movilidad, el entrenamiento en agua ayuda a mantener un cuerpo ágil y fuerte. ¡Bien por Pilar!
- Ideal para la rehabilitación y la prevención de lesiones: Al ser de bajo impacto, el entrenamiento funcional en agua es ideal para personas en proceso de rehabilitación o aquellas que buscan un método seguro para aumentar su fuerza. El agua minimiza el riesgo de lesiones porque elimina el estrés en las articulaciones y los músculos, al tiempo que sigue proporcionando resistencia suficiente para un entrenamiento efectivo. Este entorno controlado también permite trabajar sobre desequilibrios musculares y fortalecer áreas débiles sin el riesgo de agravar lesiones preexistentes.
- Entrenamiento cardiovascular combinado: Aunque el enfoque del entrenamiento funcional en el agua es la fuerza, la resistencia del agua hace que los movimientos requieran más esfuerzo, lo que hace que se eleve la frecuencia cardíaca, proporcionando un componente cardiovascular en cada sesión. Esto mejora la capacidad aeróbica, ayuda a quemar más calorías y refuerza el sistema cardiovascular, haciendo del entrenamiento una opción completa para mejorar tanto la fuerza como la salud del corazón.
- Apto para todos los niveles: Otra gran ventaja del entrenamiento en el agua es que puede ser ajustado a distintos niveles de condición física. Desde principiantes hasta atletas avanzados, el agua permite variar la intensidad según la velocidad del movimiento o la resistencia adicional que se utilice (como mancuernas flotantes o paletas acuáticas). Esto hace que sea una excelente opción para las personas más mayores o aquellas con limitaciones físicas, así como para quienes, como Pilar, buscan una opción más desafiante en su entrenamiento.
¿Te animas a realizar un entrenamiento acuático como el de Pilar Rubio?