La actualidad entorno a la familia Borbón siempre parece ir ligada a los tiempos que marca el Emérito. De vuelta por unos días en Sanxenxo, Juan Carlos I se ha dejado ver en casa del regatista Pedro Campos, quien ejerce de anfitrión del exrey desde que se trasladara su residencia a Abu Dabi. En estas, cada vez más comunes, visitas el Emérito aprovecha para reunirse con amigos que ve únicamente cuando está en suelo español. Se ha convertido ya en tradición que desde la casa de Campos presida cenas con su “núcleo duro”. Unos de los que no faltan a estas citas son los Zurita, su hermana Margarita, su marido y sus hijos, quienes mantienen una cercanía inquebrantable con Juan Carlos.
En esta última visita hemos podido ver como el padre de Felipe VI mostraba serias dificultades para caminar o mantenerse en pie. De hecho, ya solo se desplaza con ayuda de un bastón y de una persona que le agarre del otro brazo. Aun así, el que un día fue jefe de Estado, se encaró con la prensa allí presente para afear los comentarios sobre su evidente deterioro físico “cuantas más mentiras digáis, me veréis mejor”. Este enfado del Emérito responde a la filtración a la prensa de un episodio que habría ocurrido en casa de Campos. Según ‘Monarquía Confidencial’ Juan Carlos usaría para desplazarse dentro del domicilio una silla de ruedas para evitar caerse y en una de estas cenas se habría negado a usarla provocando una situación en la que estuvo cerca de caerse.
Los comentarios sobre su deterioro físico enfadan sobremanera al Emérito, de hecho, sus más cercanos siempre destacan lo bien que está, la mucha gimnasia que practica o lo ágil que se encuentra para su edad. Nada más lejos de la realidad. Ahora su nieta, Victoria Federica de Marichalar, ha tenido que hacer frente en un photocall a la última polémica de su abuelo y ha dejado ver su malestar de forma evidente. Con la ayuda de Macarena Arnás, grafóloga y experta en comunicación no verbal analizamos la secuencia y lo que dice a través de sus expresiones la nieta del emérito.
Victoria Federica se humedece los labios nerviosa en un fotograma de la secuencia analizada.
Gtres
“Sus gestos indican que siente la necesidad de escapar”
En la secuencia de análisis podemos ver a Victoria Federica en el photocall de la última película de Santiago Segura. Una nerviosa Vic espera para salir de la zona de photocall mientras los compañeros de agencias le formulan preguntas sobre la actualidad familiar y sobre el encontronazo de su abuela con la prensa. Vic no contesta a ninguna, pero sí se muestra incomoda y gesticula en algunas ocasiones no llegando a verbalizar nada más que un “no voy a decir nada, chicos”. “Me llama la atención que al principio del todo Victoria se aprieta un poquito los labios y se los humedece un pelín, este microgesto puede hablar de contención en ese momento”. Comienza apuntando Macarena Arnás.
Según nuestra experta, “de algún modo se está anticipando porque sabe qué le van a preguntar. Entonces hay contención. Podríamos hablar incluso de rabia o de ira en ese momento y que la persona está conteniéndose emocionalmente está cerrada a lo que sería hablar o expresar”. Es especialmente llamativo para nuestra experta en comunicación no verbal que “la mirada de Victoria Federica es bastante esquiva e intenta evadir a la prensa, aunque en algún momento si la mantiene un poquito más fija con una de las compañeras que la pregunta algo. Pero en teoría lo que predomina es siempre la mirada evasiva. Por lo tanto, indicaría su necesidad de escapar de una situación que le es incómoda”.
“Se mantiene a la defensiva”
Lo que queda claro para Macarena Arnás a través del análisis de la gestualidad y comunicación no verbal de Victoria Federica es que “no quiere mojarse, hace lo posible por mantener una actitud bastante distante con la prensa”. También llama la atención del ojo experto de Arnás que “hay un momento donde mantiene la mano en una posición que, no llegan a ser las manos en jarra, pero sí que es cierto que se coloca una de las manos cerca de la de la cadera y de la cintura y un poquito para atrás. Y los dedos van en sentido descendente. Por lo tanto, aquí también indicaría que podría haber un poquito de autoridad mal enfocada hacia la prensa”.
Vic se muestra incómoda con un rostro serio y el brazo en posición "de jarra".
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Según Macarena Arnás, “de algún modo podría ser una actitud que se mantiene a la defensiva Y además podríamos hablar de una actitud un poquito autoritaria, una autoridad malentendida hacia los medios en ese momento”. Esta actitud de autoridad malentendida de Vic se acompaña del hecho de que “no sonríe, salvo en un segundo en el que hace una sutil sonrisa social, muestra constantemente bastante tensión en los labios”, otro gesto que nos hablaría de su incomodidad ante esta situación. Otro gesto revelador para nuestra experta es que “en varias ocasiones en la secuencia de video se toca el pelo de forma inconsciente, otro gesto que denota nerviosismo”. Para acabar, “en términos generales teniendo en cuenta toda su comunicación no verbal podemos hablar de incomodidad, tensión, contención y necesidad de evadirse de una situación que no le es favorable”. Este análisis cuadraría con las últimas palabras que Vic dirige a la prensa, un sonoro y seco “oye chicos, ya”.