El capítulo 2 de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' ha empezado con mucha información sobre cómo fueron los momentos desde que Rocío Carrasco y Antonio David Flores se enteraron de que iban a ser padre por primera vez. Una vez que se fueron a vivir a Argentona, Rocío se enteraba de que estaba embarazada de su hija Rocío Flores.

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"Encontramos un piso, al poco, no sé si al mes o a los dos meses, yo sola, me hice un predictor. Soy una persona muy regular y en el que momento que tuve una falta, yo dentro de mí, sabía que estaba embarazada. Vi que estaba embarazada. A mi se me... fue uno de los días más felices de mi vida. Yo era... iba a cumplir uno de mis sueños, iba a tener un hijo... para mí era lo más importante y lo más grande que me podía pasar", dice totalmente rota.

Ha explicado qué estaba haciendo cuando le contó a Antonio David la noticia: "Estaba colocando unas cenefas, le dije que estaba embarazada. Se me llenó la boca. Él se cayó al suelo, se dio en la frente y se hizo una herida. Me dijo que no podía ser, que no podía ser... yo sé por qué me dijo eso. Él en ese momento me conocía y sabía ese espíritu de contradicción que tenía y sabía que si yo dentro de mí existía la más mínima posibilidad o se me hubiera pasado por la cabeza no tenerlo, que si me iba a decir que no, yo iba a hacer lo contrario. Me dijo que no iba a decírselo a sus padres. Le dije que no tuviera problemas, que yo no necesitaba a nadie. Quería asegurarme antes de decirlo y quería hacerlo con un análisis de orina".

En ese momento esperó a hacerse un análisis de orina para confirmar la noticia antes de decírselo a su familia: "Una amiga vendió el positivo a una revista", explica, aunque por encima. Rocío Carrasco continúa explicando cómo se lo dijo a los padres de Antonio David. Para ello se traslada a Málaga: "Les dije en Málaga que estaba embarazada, mi madre estaba en Murcia". A sabiendas de que su amiga había vendido la noticia, Rocío da el paso y llama a su madre.

"Le dije a mi madre que iba a ir a verla. Ella se quedó pillada. Ella estaba en el camerino, estaba maquillándose. Le sonreí cuando entré, me miró y me sonrió. Me dijo: "Estás embarazada, ¿no?". Me dijo: "A su casa viene". La reacción de mi padre fue... me dio dos besos muy secos. Me senté en el sofá de la salita y le dije que estaba embarazada. Me dio un bofetón, "te lo dije, te ha arruinado la vida". La verdad es que me lo dijo. Después del bofetón me dio un abrazo. Ahora dos huevos y para adelante", asegura sobre la conversación que tuvo con su padre.

Ha desvelado cómo contó a su padre que estaba embarazada

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Después de esto, Rocío Carrasco sabe que tiene que casarse: "A mi nadie me dijo explícitamente que me casara, pero sí que me dijeron ahora lo que toca es lo que toca.  No podía confiar en nadie. Él me hacía ver que él era el único que no me iba a fallar", explica.

Rocío Carrasco ha explicado, además, un episodio que vivió con los padre de Antonio David Flores: "Vinieron sus padres y salió la típica conversación de cómo se iba a llamar. Le dije que si era niña se iba a llamar Rocío, y si era niño, Pedro Juan, pensando en que los abuelos tenían ese nombre. La madre me dijo que mejor Juan Pedro, que el bebé también era de su hijo", dice rota.

Aún así, recuerda con cariño el día que dio a luz a su hija: "Nació con 3.750 kg, era una muñeca. Nació preciosa. Mi madre le cantó a todo el mundo. LE cantó al médico, a todos. Era como un episodio del camarote de los hermanos Marx. Mi madre se fue detrás de la niña cuando se la llevaron. Le decía mamá que no le va a pasar nada.  Cuando la tuve encima Es lo más maravilloso que puede experimentar una mujer, y un hombre también. Él estaba feliz con su madre, su padre... Ese día se aseguró el futuro, no sé si fue el día más feliz de su vida".