Álvaro Falcó, con treinta y ocho años, es hijo único de Fernando Falcó, quien falleció de coronavirus en octubre de 2020, y de la Marta Chávarri, una de las caras más famosas de la aristocracia durante los años 80 y 90. A pesar de su linaje, Álvaro ha mantenido, hasta el momento, una vida discreta alejada de la prensa. Sin embargo, una parte esencial de su infancia quedó marcada por el divorcio de sus padres tras descubrirse la infidelidad de su madre con Alberto Cortina, empresario, inversor y uno de los hombres más ricos de España. Entonces no solo le tocó reponerse de la ruptura familiar: también tuvo que lidiar con una nueva situación insólita para la época. Después de que la pareja firmara el divorcio, en 1989, el Marqués de Cubas se quedó con la custodia de su hijo. De ese modo, con apenas seis años pasó de criarse con sus progenitores a estar únicamente al cargo del aristócrata.

Tamara Falcó y su primo están muy unidos
Tamara Falcó y su primo Álvaro tienen una exquisita relación

En contadas ocasiones, Álvaro ha aparecido en público, como cuando respaldó a su prima Tamara Falcó en el programa “MasterChef Celebrity”. Pero su notoriedad se disparó en la prensa a raíz de su relación con Isabelle Junot, hija de Phillippe Junot y exmarido de Carolina de Mónaco. Aunque Álvaro ha estado centrado en su carrera como publicista tras estudiar Dirección de Empresas en la Universidad Francisco de Vitoria y trabajar en Arkeero, también ha emprendido diversos negocios. Es socio en Zala Capital, invierte en el sector inmobiliario y se ha ganado un nombre, en la noche madrileña, como DJ bajo el seudónimo de Difalco.

La muerte de su padre por coronavirus, en marzo de 2020, llevó a Álvaro a heredar el marquesado de Cubas, convirtiéndose así en el cuarto marqués en la línea sucesoria. Siempre tuvo una relación especialmente estrecha con su padre, con quien vivió después del divorcio... y mientras su madre rehacía su vida con otro hombre. Marta se casó con Alberto Cortina en 1991, creando un revuelo en la alta sociedad española. La opinión pública la veía como una amante adúltera. Y su imagen cayó por los suelos. Algo que, de algún modo, afectó a la manera en la que se crio Álvaro. Como suele pasar cuando se producen escándalos amorosos en el universo del papel couché, Álvaro no fue del todo ajeno a los comentarios que se hacían públicamente de su madre. Marta Chávarri confesó a 'Vanity Fair' en 2011 el motivo por el que accedió a renunciar a la custodia de su hijo: "Cuando me fui con Alberto Cortina, renuncié a mi hijo. La que se iba de casa era yo, no iba a quitarle también a su hijo".

Marta Chávarri, siempre muy cariñosa con su hijo Álvaro

Marta Chávarri por las calles de Madrid en 2013 de Madrid
Marta Chávarri por las calles de Madrid. Foto: Gtres

Lo cierto es que, durante muchos años, la principal figura femenina en la vida de Álvaro Falcó fue la 'nanny' que se encargaba de sus cuidados. Veía a su madre con frecuencia, y la relación entre ellos siempre fue cordial. Pero el roce diario, lógicamente, dejó de existir desde que este tenía temprana edad. De hecho, Álvaro se refugió en el cariño de su madre cuando murió su padre. Ambos compartieron juntos muchos momentos felices en el hogar de Marta. Hasta su muerte, hace pocos días, ella ha llevado una vida tranquila, dedicada a la pintura y en compañía de sus hermanas y también de sus amigas más cercanas. Por suerte, madre e hijo pudieron recuperar el tiempo perdido. En los últimos años de vida de Marta, ambos solían comer juntos cada semana en el piso que ella tenía cerca del madrileño parque de El Retiro.

Isabelle Junot, hablando sobre su relación con la familia de Álvaro, afirmó en ¡HOLA!, que la relación era excelente. “Todos nos llevamos fenomenal”, afirmó la esposa de Álvaro, concluyendo que “¡No podría pedir una familia política mejor!”.

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