Carolina Molas ha vivido unos meses complicados desde que se conoció la infidelidad de su hijo, Íñigo Onieva. Su vida pasaba a ser totalmente pública, lo que les hizo vivir momentos de lo más tensos. Sin embargo, ahora que su hijo se ha casado con Tamara Falcó, parece que la normalidad ha vuelto a sus vidas. Eso sí, no del todo, ya que ella misma acaba de conceder una entrevista que podría remover de nuevo el interés por ella.

Carolina Molas en su coche.

También te interesará

Carolina Molas responde sobre su posible enemistad con Isabel Preysler

Y es que la madre de Íñigo Onieva acaba de dar unas declaraciones de lo más inesperadas sobre aspectos de su vida que desconocíamos. Lo ha hecho en la revista Forbes. Y es que hubo momentos que marcaron su vida para siempre. Uno de ellos cuando su familia fue amenazada por ETA. El otro, cuando perdió un hijo cuando este tenía apenas siete años.Los detalles de estos dos desagradables sucesos de la vida de Carolina Molas los ha contado ella misma al medio anteriormente citado. "Somos exiliados de ETA", declara la madre de Íñigo Onieva. De hecho, esto les obligó a mudarse a Madrid en el año 83 desde Amorebieta, Bilbao, donde vivía con su familia. "En el 83 tuvimos que venir a Madrid. Salimos huyendo una madrugada sin coger nuestras cosas y nunca más pudimos volver a casa", empieza narrando con melancolía.

A Alejandra, Íñigo y Jaime hay que sumar otro hijo, que falleció con siete años

Carolina Molas en una calle de Madrid con dos de sus hijos
Carolina Molas ha hablado de la dura pérdida de un hijo. Foto: Gtres.

"Yo tenía 15 años, muy mala edad. Mi padre llevaba muchísimos años amenazado y estuvieron a punto de atentar contra él muchas veces", confiesa Carolina Molas sobre unos años que fueron realmente complicados para toda su familia. De hecho, de la noche a la mañana tuvieron que cambiar su vida, huyendo a otra ciudad y empezando de cero en la capital española.Su vida en Madrid era muy diferentes a la que tenía en Bilbao, ya que empezaron viviendo en hoteles. "Cuando por fin nos instalamos en una casa, nos íbamos mudanco porque nos iban descubriendo... Fue horrible. Tardamos años en vivir tranquilos. Cuando nos instalamos aquí, mi padre montó su empresa", recuerda Carolina Molas con tristeza, ya que fue una época de la vida que fue realmente dura.Pero unos años más tarde, ya instalada en Madrid y como madre de varios hijos, Carolina Molas tuvo que enfrentarse al golpe más duro que puede recibir una madre. Y es que perdió a un hijo cuando este tenía apenas siete años. Fue una tragedia para ella y toda su familia, pero siempre han preferido mantenerlo en la más estricta intimidad. Hasta ahora: "Fui madre muy joven y me puse a trabajar con mi padre. A los 25 años tenía cuatro hijos", empieza diciendo Carolina. "Falleció de meningitus a los siete años. Lo tenemos aceptado, aunque costó", reconoce ella después de años de mucho trabajo personal.

Una tragedia de la que nunca antes había hablado

Carolina Molas pasea por las calles de Madrid
Carolina Molas ha hablado de la dura pérdida de un hijo. Foto: Gtres.

A pesar de los duros momentos que vivió cuando apenas era una niña y cuando como madre tuvo que superar la muerte de un hijo, Carolina ha intentado siempre mantener con sus hijos una relación muy cercana. Y su idea resultó ser un éxito. Tanto es así que hemos podido comprobar en más de una ocasión que ha salido con sus hijos a comer, cenar e incluso ha viajado con ellos. Y es que ella siempre ha tenido claro que lo más importante era ser una madre cercana. De hecho, la poca diferencia de edad con sus hijos Alejandra, Íñigo y Jaime ha hecho que casi sean amigos. "He sido una madre muy cercana, me llevo muy pocos años con mis hijos".Eso sin olvidar el trabajo que ha tenido. El hecho de que se convirtiera en madre por primera vez con 20 años y con 25 tuviera ya cuatro, la obligó a empezar a trabajar con su padre en su empresa. Esto es algo que nunca le ha pesado aunque nunca le había llamado la atención la profesión de su padre. Actualmente dirige Cemevisa, la empresa que su padre fundó en 1963. "Esta empresa es como un hijo. Me ocupo de su crianza, de su crecimiento, de que su corazón siga palpitando", declara orgullosa del trabajo que lleva haciendo durante 24 años.