Dionisio Martín Lobato, más conocido como Dioni -miembro de la mítica banda 'Camela'- se ha convertido en noticia por un tema ajeno a lo profesional. El cantante tiene tres hijos, pero uno de ellos, Dani, de 32 años, es fruto de una relación extramatrimonial. A pesar de que está reconocido por una sentencia y existe una prueba de paternidad que avala el parentesco con un 99,9% de probabilidad, nunca ha mantenido relación con él. La carta de este, que sufre un trastorno del espectro autista, es un grito desesperado para llamar la atención del músico. 

Dioni Camela
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“Me gustaría que algún día me dieras la oportunidad de conocerte, que recuerdes cada día que tienes tres hijos, y no dos. Me gustaría que hablaras de mí cuando hablas de tus hijos, que te preocupes por mí y por cómo estoy. Me gustaría que te acordaras de mi cumpleaños, me mandaras un WhatsApp o te preocuparas por mis avances, que me acompañes a una fiesta de mi cole y conocieras a mis compañeros, que vieras cómo es mi día a día”. Esta es la misiva que ha visto la luz en el programa 'Fiesta' de Telecinco.

La respuesta de Dioni

Tenemos que remontarnos a la década de los 90 para entender esta historia de ausencias y demandas. Fue entonces cuando Dioni, que tenía 20 años, mantuvo una breve relación con una vecina de su barrio, Gema Moreno, de 16. Ya sonaba la música de 'Camela', pero no había alcanzado la popularidad y el éxito que luego les encumbraría como una de las bandas más míticas del panorama nacional.

Dioni Camela
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El equipo del programa de Mediaset se ha puesto en contacto con el artista quien ha remetido a un comunicado que emitió en su día en el que según ha afirmado dejó plasmadas todas las respuestas sobre este asunto. "No voy a decir más nada. Vais a perder el tiempo estando aquí. No voy a decir nada más. Me parece surrealista todo esto". En la citada nota, el músico reconoce que en su momento tuvo una serie de problemas económicos que le impidieron pagar la manutención de su hijo Dani. También subraya que quiere "creer que la madre de su hijo Dani está mal aconsejada". "Como dice ella en la carta que los dos podríamos haber hecho las cosas mejor. De eso no hay duda".

Asimismo indica que no considera que le haga "ningún bien a mi hijo convertir esto en un espectáculo". Añade que cuando, en 1999, "recibí la demanda de paternidad, me sometí voluntariamente a las pruebas de ADN, y después mantuve con Gema una conversación que reconozco que fue poco amable. Asumí entonces la pensión de alimentos, así como los atrasos, pero por su parte nunca hubo el menor intento de acercamiento personal". Además, se defiende así: "Durante muchos años nada supe del día a día de Dani, y solo entonces se me informó del problema de salud que tenía".