Salma Hayek comparte su día a día con sus seguidores siempre que puede. La actriz es toda una influencer y les muestra, incluso, todos los tratamientos de belleza a los que se somete. En su perfil atesora más de 24 millones de cuentas que siguen paso a paso de lo que ella publica. A sus 56 años se muestra tal como es, muy orgullosa del físico que ha logrado. Por ello no duda en posar ante las cámaras en plena sesión de sauna tapada con un par de toallas.

El posado de Salma Hayek en la sauna
Salma Hayek se muestra tan solo con dos toallas en la sauna. Foto: Instagram @salmahayek.

Salma Hayek

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El divertido baile de Salma Hayek que tiene que pixelar

"Abrazando el poder curativo y sudando el estrés", escribe junto a estas fotografías sin complejo. Este pequeño carrusel fotográfico ya acumula más de 800.000 me gusta, por lo que ha sido más que bien recibida. La actriz no se esconde y no es la primera vez que se la puede ver así. Es habitual, como hizo hace un par de semanas, que pose, por ejemplo, en bikini. De igual manera sorprendió cuando celebraba un hito de seguidores en sus perfiles y compartió un vídeo que ella misma pixeló.La bata con la que estaba mientras se maquillaba le jugó una mala pasada en pleno baile. Dejó tan solo a la imaginación de los que veían dicho momento que pensarán lo que realmente había sucedido. A pesar de esto, no tuvo ni una sola duda de que quería que el mundo lo viera. No tenía nada de lo que avergonzarse.

Salma Hayek divide a las redes con su paella
Salma Hayek revoluciona a sus seguidores con una paella. Foto: Instagram @salmahayek.

La polémica paella con la que Salma Hayek aviva las redes sociales

En una de sus últimas visitas a España, Salma Hayek volvió a agitar a las redes sociales. Hace tan solo unos días, y a diferencia de su último posado en la sauna, fue objeto de comentarios por otro motivo totalmente diferente. "Que no te engañen, la buena paella no lleva guisantes", le repetían una y otra vez a la actriz. No les gustó ni un poco el plató del que tanto presumía frente al mar. "No es paella, es arroz con cosas" o "Eso es arroz amarillo" le dedicaban los que no entendían lo que eran. En el otro lado se encontraban sus más acérrimos, que le destacaban el hecho de que compartiera un plato español y disfrutara de la gastronomía así.