De 'colegiala' con los patronos del Cervantes

Martes y avanzando... Los Reyes han cumplido este mediodía con su reunión anual con el patronato del Instituto Cervantes, seguido del posterior almuerzo con estos y con los embajadores iberoamericanos acreditados en España. Que para eso todos compartimos esta maravilla que es la lengua española, el castellano, o como prefiráis llamarlo. La cita se ha desarrollado en un lugar de nivel e importancia, el Palacio Real de Aranjuez, lo que supone un cambio de escenario, ya que en los últimos años esta cita siempre tenía lugar en el Palacio de El Pardo. Si eso significa algo o no, lo desconozco.

Pues bien, después de ver su estilismo, solo pienso que Letizia ha preferido ser alumna antes que maestra. El porqué es este vestido, el misterioso vestido gris con cuello Peter Pan en rosa palo, cuya firma me sigue siendo desconocida (hay rumores que apuntan a Nina Ricci...). Lo estrenó el pasado 22 de abril en Bilbao y lo volvió a repetir el 23 de mayo. La verdad es que me ha ido de más a menos.

Comenzó gustándome mucho, y no puedo decir que ahora me desagrade, pero desde luego no me parece un vestido para el acto de hoy. Todos tenemos mucho que aprender sobre lengua y literatura al lado de las personas que componen esta prestigiosa institución, que por cierto celebra este año su 25 aniversario, y cuya presidencia de honor ostenta el Rey Felipe, pero de ahí a presentarse como una colegiala...

Su estilo preppy, es decir, un poco pijín, para no utilizar anglicismos en honor al Cervantes, rezuma encanto y rejuvenece, aunque cuando no toca, no toca.

Novedades: EL CINTURÓN. Un modelo negro de piel con una hebilla, que en sí mismo no está mal, pero que, de nuevo, resulta superfluo, totalmente innecesario para este vestido. Da la sensación de que Letizia ha pretendido darle un twist (¡oh!), es decir, un giro, para actualizarlo de algún modo, sin conseguirlo.

Tampoco le ha ayudado el bolso escogido, el de tipo lady de Hugo Boss negro. Vamos, que hemos retrocedido varias décadas y no precisamente hacia el mejor espacio retro.

De momento no dispongo de fotos mejores, pero no dudéis de que las habrá y os lo pondré todo con más detalle. Los zapatos, por ejemplo,que han sido los mismos de la primera vez, los de tiras cruzadas de Magrit.

Y a ver esos pendientes que asoman y que son otros nuevos de Coolook (gracias, Patricia, has sido la primera). Son de la colección My Coolook, y lo componen dos piezas intercambiables: la primera, los pendientes Big Candy, de plata cubierta de oro champán, con piedra natural de cuarzo fumé tallada a mano de forma irregular (149 euros); y la segunda, el colgante Hera, de plata cubierta de oro champán con cuarzo rosa y cuarzo rutilado también tallados a mano (247 euros).

Lo que sí puedo concluir es que nos vamos con un estilismo de transición hasta mañana, cuando celebramos la Fiesta Nacional, un día como pocos marcado en rojo en la agenda real anual. Todos esperamos un estreno, y todos queremos que sea tan excelso como nuestra lengua madre. ¿Qué será, será...?