Tenía tan solo 20 añitos cuando triunfó en la música. Era una chica tímida, introvertida, pero con un talento innato para componer y cantar. Sus canciones corrieron como la pólvora, comenzó a llenar estadios y, desde entonces, no ha parado. Hablamos de María Concepción Mendívil Feito, más conocida como Conchita, la artista que pone voz al programa de Sonsoles Ónega.

Es la primera vez que SEMANA se sienta con ella y lo ha hecho en su espacio más íntimo. Aquel en el que convive con su hijo, "pichón", como lo llama cariñosamente, y su pareja, el productor musical, Pablo Cebrián. La maternidad ha sido un punto de inflexión en su carrera y en su vida, y así nos lo hace saber mientras nos invita a un refresco light.

Corría el año 2018 cuando ella, junto a su pareja, decidieron tener un hijo. En verano de ese mismo año le diagnosticaron preeclampsia, una complicación que conlleva un aumento de la presión arterial. Los médicos decidieron adelantar el parto al séptimo mes de gestación, provocando que la artista entrara en coma durante tres días y su "pichón" 53 días en neonatología. Ambos consiguieron salir adelante y ahora la joven nos habla de lo que le ha cambiado la vida la maternidad, para presentarnos su séptimo álbum 'La bola de nieve' y, de paso, descubrirnos quién se esconde detrás la artista de temas tan populares como 'Puede ser'.

¿Qué te hizo venirte a vivir a las afueras de Madrid?

Yo vivía en el centro de Madrid, así que fue un cambio bastante brusco. Pero cuando eres músico, la verdad es que es increíble poder tocar a cualquier hora.

Pero tendrás vecinos.

Aquí tenemos un estudio. Para mí es necesario aislarme un poco para poder hacer mucho ruido. Así que por ese lado gané mucho. Y luego, por otro lado, también perdí muchas cosas porque tengo a todos mis amigos en Madrid y tengo que estar subiendo y bajando todo el rato para poder verlos.

Pero teniendo tanto espacio debes de ser una gran anfitriona con ellos.

Sí que me gusta que vengan a casa y además creo que de las mejores cosas que tengo son mis amigos. Es algo que siento que he hecho bien. Por esa razón, yo también voy mucho a verlos, porque al final tú estás más lejos.

¿Y eres una cocinillas?

No mucho, la verdad. O sea, he tenido que aprender un poco a la fuerza a cocinar. Y ahora sí que es verdad que tengo como cuatro o cinco platos estrella que se me dan superbien y, además, me piden mucho.

¿Te gusta pasar tiempo aquí?

Me gusta mucho estar en casa. Debo tener un buen plan B que sea mejor que estar en casa con mi familia para salir de casa.

La cantante nos enseña los rincones más especiales de su casa

Conchita nos abre las puertas de su bonita casa, situada a las afueras de Madrid
Alberto Bernárdez.

Vives junto a tu pareja, Pablo, y tu hijo, al que llamas cariñosamente, "pichón". Ahora que ha pasado el tiempo ¿Cómo te ha cambiado tu mundo ser madre?

Yo creo que la llegada al mundo de un hijo le cam-bia la vida a todo el mundo. Tienes que aprender a gestionar el tiempo de otra manera y aprender un millón de cosas de golpe. Yo antes podía componer a cualquier hora del día y de la noche y ahora reparto más el tiempo. Soy una madre que intenta estar presente todo el tiempo que puedo con él y está sien-do una experiencia brutal ¡Mi hijo es lo mejor que he hecho en mi vida!

¿Te esperabas que la maternidad iba a ser así?

No, no me lo esperaba. Estoy aprendiendo muchas cosas que no sabía, incluso de mí misma y estoy mejorando mucho. Estoy sintiendo como cuando te enamoras y de repente sacas tu mejor versión, ¿no? Pues con este niño yo estoy viviendo eso. Él es un folio en blanco y todo lo que le digas, todo lo que imprimas en él se lo va a llevar. Entonces intento que todo sea bonito y que flipe con la vida. Yo no voy a ser nunca su zancadilla.

Me he encontrado con una Conchita bastante diferente a la que se inició en este mundillo.

He cambiado mucho. Si no hubiera cambiado tendría un problema. Soy otra persona que no tiene nada que ver con la anterior. Yo antes era súper tímida, superintrovertida y me costaba mucho hablar así como te estoy hablando ahora. Me lo he tenido que trabajar mucho. Me ponía una zancadilla a mí misma y todo eso creo que ha sido un curro de mucha autocrítica y de intentar hacer las cosas mejor.

¿Que no se imaginaría la gente de ti?

Creo que la gente en general tiene un concepto bastante distorsionado de Conchita.

¿Cómo llevas eso de ponerle canción a un programa de éxito?

Fue muy bonito y además me gusta el mensaje que transmite. Sonsoles se emo-cionó cuando la escuchó y he tenido la oportunidad de ir a plató a cantarla. Es un gran escaparate cada tarde.

¿Por qué le has puesto ese título al disco?

Es una metáfora de lo rápido que pasa la vida y de cuando estás metido en una bola de negatividad que no sabes gestionar y que piensas que no vas a poder con ello, y, de repente, con el paso del tiempo, poco a poco, la bola se va deshaciendo y un día te despiertas y te das cuenta de que ha salido de esa oscuridad. Este disco está escrito como desde la luminosidad de estar en un lugar que estás bien y que estás tranquilo.

[Maquillaje: Alberto Dugarte Institute]

1 /6
conchita-2

Alberto Bernárdez.

1 / 6
conchita-3

Alberto Bernárdez.

2 / 6
conchita-4

Alberto Bernárdez.

3 / 6
conchita-5

Alberto Bernárdez.

4 / 6
conchita-6

Alberto Bernárdez.

5 / 6
conchita-7

Alberto Bernárdez.

6 / 6