Gloria Esteban ha confesado el doloroso capítulo de abusos sexuales que sufrió de pequeña por parte de un familiar y cómo la policía le impidió denunciar a su abusador. Esta es su dura historia silenciada durante toda su vida. Hasta ahora

Gloria Estefan siempre ha estado al pie del cañón condenando injusticias sociales y convirtiéndose en uno de los referentes culturales de Cuba desde el exilio, condenando lo que sucede en su tierra y cantando siempre por una “Cuba libre”. Sin embargo, ahora quizá haya ahondado más en aquellos capítulos oscuros de su vida que hasta la fecha no había querido compartir con el mundo por el dolor que le provoca, como es el caso de cuando fue víctima de abusos sexuales cuando aún era solo una niña. Esta revelación tan íntima la ha realizado en ‘Red Table Talk: The Estefans’, programa en el que habla de diversas cuestiones de actualidad junto a su hija Emily y su sobrina Lily, y donde terminó por confesar algo que durante toda su vida había callado simplemente para proteger su mente de un dolor latente en lo más profundo de su ser.

“Has esperado por este momento mucho tiempo”, comenzaba a hablar la sobrina de Gloria Estefan a sabiendas lo que la artista estaba a punto de confesar y que supondría para ella una liberación. El episodio de este programa de Facebook ya anunciaba que no iba a ser sencillo: “Traicionada por adultos en los que confiaba”, reza el título de un especial en el que la cantante ha hablado a corazón abierto: “El 93 por ciento de los niños abusados conocen y confían en sus abusadores. Yo lo sé, porque fui uno de ellos. Tenía 9 años cuando todo esto pasó y fue alguien en quien mi madre confiaba. Él era de la familia, pero no de la familia cercana”, comienza a narrar con dolo Gloria Estefan a sus seguidores.

Gloria Estefan

“Él era un familiar, aunque lejano. Estaba en una posición de poder porque me habían inscrito en su escuela de música e inmediatamente empezó a decirle a mi madre que yo tenía un talento y que necesitaba atención especial. Claro, ella se sintió afortunada de que él estuviera enfocando este tipo de atención hacia mí”, comienza a relatar Gloria Estefan, que recuerda cómo su abusador se ganó su confianza llenándola de halagos y piropos, hasta que la pequeña un día dijo basta y la cordialidad acabó. “Empieza poco a poco y luego pasa todo muy rápido. Yo ya sabía que esta era una situación muy peligrosa y cuando me rebelé y le dije que esto no puede pasar, tú no puedes hacerme esto, él me contestó: ‘Tu padre está en Vietnam y tu madre está sola. Yo la voy a matar’”, recuerda con crudeza.Tan complicado fue convivir con este tipo de situaciones que Gloria Estefan presentó un grave cuadro de estrés y ansiedad siendo aún una niña que no había llegado a la adolescencia. Incluso comenzó a caérsele el pelo. No se veía culpable de lo que le estaba pasando, lo que sí le sucede a muchas víctimas, pero su gran miedo era que esta persona acabase por llevar a término su amenaza y matase a su madre si no accedía a sus sucias peticiones: “Entendía que era el hombre quien estaba desquiciado y por eso llegué a pensar que tal vez él sí sería capaz de hacerle daño a mi madre”.

Finalmente se armó de valor y le contó a su madre lo que estaba sucediendo, quien rápidamente le llevó a comisaría a denunciar el caso. Un paso acertado, que no vino acompañado de un correcto desempeño por parte de la policía, que le recomendó no seguir con el caso, dejarlo todo como estaba y así no hacerle pasar a la niña por el trauma de declarar ante un juez. Así hicieron, más por desconocimiento de lo que podría suceder, que por entender la recomendación de la policía. Algo que no fue acertado, como así descubrió años más tarde, al enterarse de que su abusador también había cometido sus fechorías con una tía de Gloria Estefan. Quizá la denuncia hubiese puesto fin a más sufrimiento.Además, recuerda cómo este hombre que marcó de manera nefasta su infanta y cuyo sentimiento aún le acompaña tuvo oportunidad de hacerla daño cuando ya triunfaba en la música como miembro del grupo Miami Sound Machine. Cuando lanzaron la canción ‘Conga’, que tanto triunfó en todo el mundo, su abusador escribió una crítica en un periódico de lo más cruel: “Estaba tan enfadada que estuve a punto de hacer saltar la liebre”, pero no dio este paso porque no quería que “todo mi éxito se convirtiera en un tema sobre él”. Acertada decisión para alejarse del dolor, aunque de nuevo su abusador quedó indemne de su maldad.