Cuando empezó a su relación con José Campos en 2005, Carmen Martínez Bordiúno solo se enamoró del exdeportista, sino también de la tierra de su novio, Cantabria. Por eso adquirió allí varias propiedades, pero no solo como inversión, también para instalarse y disfrutar de una nueva vida. Una fue un fantástico piso en Santander, justo enfrente de la playa del Sardinero, y otra una preciosa casa de montaña en San Roque de Riomera, en la que esperaba encontrar refugio junto al empresario.

En 2009, pedía por esta casa 500.000 €, casi el doble

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Pero la relación se hizo añicos, la pareja se divorció y Carmen terminó poniendo a la venta las dos residencias. Primero la casa, en 2009, por un precio de 500.000 euros. Y unos años más tarde, en 2013, el piso, de 300 metros cuadrados, por el que al parecer pedía casi tres millones de euros. Negociables.

Del piso frente a la playa se deshizo en verano de 2017, ”por un buen precio”, según contaba la propia Carmen en su momento, pero la casa rural no encontraba comprador. Y aún está así. Pero eso sí, el precio que pide ahora está por ella muy por debajo de aquel medio millón de euros. Según ha podido comprobar SEMANA, Carmen Martínez-Bordiú ha decidido rebajar el precio hasta los 290.000 euros.

Está para entrar a vivir

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¿Y cómo es? Pues una edificación típicamente pasiega. Es una cabaña de 120 metros cuadrados en piedra y madera y teja, tiene dos plantas y tres habitaciones, dos baños, un salón con chimenea, una cocina con una despensa anexa...

La casa está completamente equipada, aunque no sabemos si se vende con toda la decoración, que tiene el sello indiscutible de la actual duquesa de Franco. Y es que Carmen ha aportado su sello personal a la casona como los cuadros africanos y los cojines marroquíes, que probablemente haya comprado en alguno de sus múltiples viajes por el mundo.

Un entorno de lujo

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Además, la vivienda también cuenta con un amplio porche para divisar los 50.000 metros cuadrados de su escarpada finca, que tiene dos pequeñas casas más dentro del terreno, que necesitan rehabilitarse. Y hay vistas a los rocosos montes por los que pasa el río Miera, famoso por su pesca de salmón.

Esa es una de las cosas que destaca la inmobiliaria: su entorno, que tiene incluso observatorio de aves, dentro de un parque natural con bosques y fauna autóctona.

Carmen compró esta casa en 2005 por 500.000 euros al doctor Antonio Nicolau, reputado osteópata que tuvo al golfista Severiano Ballesteros o al banquero Emilio Botín entre sus distinguidos pacientes. Además, la nieta de Franco gastó otros 100.000 euros en reformarla.

Para las escapadas rurales

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La idea era convertirla en nido de amor para sus escapadas rurales con José Campos. Pero Carmen no tardó en arrepentirse de la compra y, aunque tenía la esperanza de que fuera utilizada por su hijo Luis Alfonso de Borbón, al final la puso a la venta. Diez años después, la casona sigue en el mercado.

Es una cabaña de 120 metros cuadrados en piedra, madera y teja

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Además tiene dos pequeñas casas más dentro del terreno

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Está decorada con cojines marroquíes
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Es amplío y con mucha luz
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Cuenta con tres dormitorios

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El principal está abuhardillado y en la planta superior

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Destaca la gran bañera del cuarto de baño

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Está situada en un enclave salvaje y espectacular
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Más detalles del amplio salón
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En el salón destaca la chimenea
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Desde otra perspectiva

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Una acogedora salita

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