Los Reyes Felipe VI y Letizia han presidido este viernes la tradicional Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid. Tras dos años de restricciones por la pandemia, esta cita vuelve por fin a la normalidad y se ha celebrado, como es habitual, siguiendo el más estricto protocolo. La Reina ha elegido un elegantísimo vestido en rojo vino de Felipe Varela con capa negra para asistir al que es su primer compromiso oficial de 2023. Lo que no imaginaba que es, nada más arrancar el acto, se iba a topar con una importante asistente que ha acudido al evento vestida prácticamente igual que ella. Se trata de la Ministra de Defensa, Margarita Robles Fernández, quien, al igual que ella se ha decantado por un vestido largo... en un color similar. Y también llevaba un abrigo negro casi idéntica a la de la soberana.

A pesar de esta inesperada coincidencia, la Reina ha hecho la vista gorda y ha seguido adelante con su trabajo. Los soberanos han recibido al número habitual de invitados al acto y han dado el pistoletazo de salida del año castrense. Cabe recordar que en los dos últimos años, debido a las limitaciones por la COVID-19 solo han podido asistir al acto un tercio de los invitados habituales. De este modo, un total de 169 invitados han podido encontrarse con los reyes. Entre ellos se encontraban, además de la ministra de Defensa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, así como todos los miembros de la cúpula militar, según ha informado Zarzuela.

Esta es la novena ocasión en la que Don Felipe preside la ceremonia, cuyo origen se remonta al siglo XVIII, concretamente al reinado de Carlos III. El entonces monarca quiso conmemorar la recuperación de Mahón (Menorca) en 1782 de manos de los británicos y para ello ordenó a virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes que cada 6 de enero reuniesen a las guarniciones para hacerles llegar su felicitación.

La celebración de la Pascua Militar constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar. En dicho acto se realiza un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.

Es una cita a la que la Reina Letizia suele acudir vestida siguiendo de manera férrea el protocolo. Esto explica que en esta ocasión la hayamos visto de largo, con un diseño con bordados y troquelados en el escote, las mangas y los bajos. Para protegerse el frío ha llevado una capa de Carolina Herrera con un ribete de piel en el cuello que suele ponerse en sus citas más especiales. Prendas de gala que, curiosamente, han sido casi calcadas a las que ha lucido Margarita Robles, quien estaba impecable en la Plaza de la Armería con un vestido también largo, también rojo, y también con capa negra. Si lo hacen aposta, no les sale tan bien...