Iñaki Urdangarin, que actualmente goza del tercer grado penitenciario, tendrá su libertad condicional de forma inminente.
Ha pasado más de una década desde que comenzaran a sonar las primeras investigaciones de uno de los escándalos más sonados de nuestro país: el caso Nóos. Un entramado de corrupción que puso a Iñaki Urdangarin contra la pared. El marido de la infanta Cristina fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión, una pena que ha afrontado en la cárcel abulense de Brieva, el centro de inserción social Melchor Rodríguez García de Alcalá de Henares y la prisión de Zaballa, Álava. Actualmente goza del tercer grado penitenciario y está a punto de cerrar su etapa más dura. Su libertad condicional será inminente y se producirá entre este mismo mes de febrero o el próximo marzo.
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Un punto de inflexión que se produce en plena vorágine mediática. Después de casi un año en el que Iñaki Urdangarin ha disfrutado de una vida discreta en Vitoria ha vuelto a la actualidad gracias a su romance con una compañera del bufete en el que trabaja, Ainhoa Armentia. Su destino se decide en menos de un mes, como adelanta 'El Diario Vasco', que será cuando le concedan la libertad condicional. Será entonces cuando diga adiós definitivamente a la cárcel y pueda tomar las riendas de su vida. Esta última fase de cumplimiento de su condena se produce en un momento personal delicado tras su reciente anuncio de "interrumpir su relación matrimonial" lo que le ha colocado en el ojo del huracán.
El nuevo horizonte de Iñaki Urdangarin
La libertad condicional le permitirá disfrutar de importantes cambios en su vida, entre ellos, el cambio de residencia. No solo eso, podría incluso fijarla en el extranjero. El artículo 197.1 del reglamento penitenciario contempla la posibilidad de que un español que vivía en el extranjero disfrute de la libertad condicional en el país de residencia. Una variable que se podría haber producido en el pasado cuando su matrimonio con la infanta Cristina gozaba de plenitud.
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Además, el exduque de Palma tendría la opción de buscar otro trabajo. Hace aproximadamente un año que comenzó a formar parte de Imaz & Asociados, una firma en la que desempeña laboras de asesoramiento empresarial. Precisamente en la sede de este prestigioso y céntrico bufete de abogados de Vitoria fue donde conoció a Ainhoa Armentia.
Desde que entrara en prisión hasta el momento en el que le dieron el tercer grado, la intención de Iñaki Urdangarin ha sido de pasar desapercibido. Antes de que se publicaran las sonadas fotos en compañía de su compañera de trabajo, su estancia en Vitoria había sido muy tranquila. El cuñado de Felipe VI aprovechaba la discreción que le otorgaba la capital vasca para intentar vivir ajeno a los medios, un imposible a día de hoy. En la ciudad acostumbra a moverse cómodamente en bici y vive en la casa de su madre, Claire Liebaert.