Paula Fabero, experta en medicina estética, sobre los retoques de Eva González: “Creo que ha podido retocar de forma muy sutil y discreta su tercio medio (pómulos)”

Una de las figuras más conocidas de la televisión española actual es la presentadora y modelo Eva González. No solo su capacidad para engancharnos a la pequeña pantalla la ha encumbrado a lo más alto, sino que su elegancia natural, su sonrisa luminosa y una belleza andaluza impecable, la han convertido en toda una inspiración para lucir espectacular a partir de los 40 años.

Lejos de los cambios radicales o del abuso de tratamientos, la ex Miss España apuesta por el punto intermedio entre los retoques estéticos y la naturalidad consciente. En su caso, la armonía facial y la expresividad han sido siempre sus mayores fortalezas, demostrando que se pueden hacer pequeños cambios sin cambiar nuestra esencia. “Está claro que su genética y su belleza natural es envidiable, y creo que prácticamente no ha cambiado nada, solo ha sabido mantener y potenciar su belleza con el paso de los años”, afirma la doctora Paula Fabero.

Ácido hialurónico en puntos estratégicos

Uno de los grandes aciertos de Eva González ha sido, según muchos especialistas en medicina estética, el uso de ácido hialurónico en zonas clave para mantener el soporte facial. En concreto, la doctora habría resaltado especialmente los pómulos. “Sí creo que ha podido retocar de forma muy sutil y discreta su tercio medio, ya que no se observa nada de disminución de los volúmenes de dicha zona (y es una de las zonas que antes comienza su caída, deterioro y envejecimiento)”, afirma.

Este tipo de infiltraciones no buscan modificar el rostro, sino restaurar volúmenes perdidos con el paso del tiempo, aportando hidratación profunda y una apariencia descansada. En el caso de la presentadora, y tal y como comenta la experta, está claro que lo ha hecho con un buen criterio, ya que se respeta el dinamismo facial, la simetría natural y, sobre todo, la expresividad.

El uso de bótox preventivo

Otro de los posibles tratamientos que se hubiera realizado la modelo, es el uso de toxina botulínica (bótox) en la zona superior del rostro, también conocida como tercio superior (frente, entrecejo y patas de gallo). Con ello, mantiene una tersura envidiable, siendo unos de los retoques más habituales para quienes quieren prevenir el envejecimiento sin renunciar a gesticular con libertad.

“Probablemente dado que no presenta prácticamente arrugas de expresión en su tercio superior sea usuaria de neuromoduladores en esta región, pero manteniendo siempre un punto natural que hace que su tratamiento “no se note nada”, y así obtener un resultado preventivo en esa zona sin cambiar sus rasgos”, explica la doctora.

La clave del éxito está en la dosis y la colocación: pequeñas unidades aplicadas con precisión logran relajar la musculatura sin congelar la mirada. En Eva, esto se traduce en una frente lisa pero expresiva, cejas ligeramente elevadas y ojos abiertos. Es una buena estrategia para mantener a raya las arrugas, pero nunca hay que pasarse para no conseguir ese efecto congelado.

Tratamientos de piel que iluminan desde dentro

No creemos que se haya hecho muchos retoques estéticos como tal, sino que la clave de su juventud proviene de una buena calidad de la piel: uniforme, luminosa, sin signos de fatiga o textura irregular. Para lograrlo, todo apunta a que recurre a tratamientos que mejoran la piel desde dentro.

“Desde mi punto de vista, creo que sobre todo ha trabajado calidad y cuidado de la piel: vitaminas faciales, inductores de colágeno, tratamientos en cabina para reafirmar y potenciar el colágeno y la elastina: radiofrecuencias, láseres no ablativos, HIFUS…”, comenta la experta en medicina estética.

Para las que no quieren someterse a procedimientos demasiado invasivos, pero sí que buscan darle un plus de vitalidad al rostro, es una de esas inversiones que te recomendamos encarecidamente que hagas. “Es una buena forma de mejorar la calidad de la piel sin excesos”, continua Paula.

Rutina cosmética inteligente: activos clave en su tocador

Pero no todo se consigue yendo a un centro estético, sino que la rutina que nos ponemos en casa es fundamental para obtener resultados a largo plazo. En varias entrevistas ha comentado que se cuida de forma consciente y constante, con activos claves comoel ácido hialurónico, la vitamina C o los retinoides.

Además, es imprescindible el uso de la protección solar, que es el mejor cosmético que hay para combatir el envejecimiento cutáneo. Si no hacemos esto, de nada nos servirá gastar nuestro dinero en retoques estéticos. Lo que hay que tener claro es que “menos es más” y que la clave del éxito empieza por tener unos buenos hábitos.

A todo ello, Eva suma deporte con regularidad, apuesta por una alimentación mediterránea rica en antioxidantes, respeta sus horas de sueño y se aleja del estrés mediático. Esta coherencia entre estilo de vida y estética se traduce en una belleza sólida, sin fisuras, que no necesita retoques agresivos porque todo parte de un equilibrio real.