Uno de los iconos que mejor refleja la elegancia y la belleza atemporal es sin duda Ana Belén. La cantante y actriz, que acaba de cumplir 74 años, sigue siendo una figura admirada que reluce en cada aparición pública. Ha sabido llevar el paso del tiempo con una clase única, haciendo pequeños retoques sutiles y tratamientos médico-estéticos que preservan la expresión y la frescura sin borrar la expresión facial (algo cada vez menos habitual).
Esta actitud no solo es coherente con su trayectoria personal y profesional, sino que también lanza un mensaje poderoso: se puede envejecer con dignidad, sin renunciar a verse bien.
Pero, ¿qué es lo que se ha hecho? ¿Cómo lo ha conseguido? Hemos hablado con Olalla Álvarez, enfermera experta en dermoestética y fundadora de la clínica Olalla Álvarez Aesthetic, quien nos ha explicado desde su punto de vista las claves en su imagen rejuvenecida. “Sin duda, con un carisma y una belleza deslumbrante, nos demuestra que la edad es solo un número y que llevando buenos hábitos de vida es posible envejecer luciendo espectacular”, afirma.
Una piel luminosa, firme y con textura uniforme
Uno de los aspectos más alabados de Ana Belén es su piel. Puede presumir de una piel tersa, sin excesos de volumen y con un brillo saludable. Esto puede deberse a un cuidado profesional con tratamientos en cabida, como la bioestimulación con factores de crecimiento, mesoterapia con vitaminas o cócteles de ácido hialurónico no reticulado para mantener la hidratación profunda.
Los tratamientos faciales le han permitido lucir una piel jugosa y llena de luminosidad.
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“Creo que su truco para lucir tan guapa es el empleo de aparatología que le ayude a inducir colágeno y a mantener el efecto lifting sin ser invasivo, como por ejemplo la radiofrecuencia o nuestro láser Titan, estos tratamientos son geniales para prevenir el envejecimiento y reducir arrugas sin necesidad de rellenos ni ácido hialurónico inyectado”, afirma Olalla.
Con ello mejoramos la textura, elasticidad y luminosidad del rostro, pero sin generar esos volúmenes que pueden distorsionar la imagen. “También se podría realizar una limpieza facial cada mes, como por ejemplo Hydrafacial deluxe con fototerapia led, que ayuda a mantener la piel limpia y a verla más joven. El uso de una buena rutina estructurada usando los principios activos clave le ayudan a lucir mucho mejor”, añade. Nada en su rostro resulta tirante ni congelado: su piel habla de salud más que de intervención.
Dice no a la toxina botulínica
Lo que nos ha sorprendido de su imagen es que, al contrario de muchas figuras públicas y celebridades, no ha decidido aplicarse bótox (al menos de forma reciente). “Es cierto que se aprecia que no usa toxina botulínica, ya que muestra arrugas marcadas en frente, entrecejo y patas de gallo. Sin duda esto es algo personal y es muy común que como actriz o artista siga deseando mantener la expresividad en su rostro”, confirma la enfermera experta en dermoestética.
Según la experta, la cantante no se habría aplicado bótox.
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Este procedimiento, que es uno de los más pedidos en clínicas estéticas, ayuda a suavizar las zonas más propensas a marcar los signos de la edad. Eso sí, siempre hay que aplicarlo de una forma comedida y en dosis bajas, ya que, si se hace un uso excesivo, podemos acabar con ese efecto de rostro congelado tan artificial.
Labios conservados, no aumentados
Otra de las mayores tentaciones estéticas en mujeres maduras es el aumento de labios. Sin embargo, Ana Belén ha sido fiel a su naturalidad también en este aspecto. Su boca conserva la misma forma que en su juventud, sin mostrar signos de deshidratación o pérdida de contorno. Esto puede deberse al uso de técnicas de hidratación con ácido hialurónico en lugar de rellenos voluminizadores.
Con ello, garantizamos una restauración de la calidad de la piel en esta área, redefiniendo, pero sin cambiar nuestra expresión. En su caso, los labios aparecen suaves, con un ligero brillo natural y sin los signos de código de barras que suelen aparecer a medida que cumplimos años.
Contorno facial: definición sin rigidez
Aunque el rostro de Ana ha cambiado con el paso del tiempo, mantiene una estructura equilibrada, sin hundimientos ni flacidez marcadas, especialmente en la línea mandibular y el óvalo facial. Aquí es donde probablemente entren en juego los rellenos dérmicos.
“Por otro lado, comparando fotos de ella cuando era joven y de ahora a sus 74 años, no encuentro huella estética de rellenos dérmicos salvo quizás un poco de reposición malar que se pierde de manera natural con los años y parece tener un poquito más ahora que cuando era más joven”, declara la experta.
La genética ha sido en gran parte la responsable de su imagen joven y radiante.
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Como resultado destaca una mandíbula más definida o un cuello cuidado, aunque en su caso juega mucho en su favor la genética. “Ella tiene una constitución delgada y eso también ayuda a que no se observe demasiada flacidez, aunque sí arrugas. En su caso vemos arrugas de expresión a lo largo de su rostro marcadas, propias de incluso mujeres mucho más jóvenes que ella”, añade.
Lo importante de su imagen no es lo que se ha hecho, sino cómo lo ha hecho. Su ejemplo demuestra que la medicina estética no está reñida con la autenticidad, siempre que se utilice con inteligencia y bajo el lema de “menos es más”. “Creo que, en el caso de Ana Belén, juega a favor su constitución, su genética y los buenos hábitos saludables que lleva en su día a día”, sentencia Olalla.
Así que, si estabas buscando un buen referente en este terreno, está claro que la cantante ha sabido sacarse el máximo partido y con los mejores resultados.