En un mundo donde la juventud eterna parece ser la meta, Cate Blanchett redefine lo que significa envejecer con elegancia, autenticidad y propósito. Con su característica piel de marfil y una melena rubia siempre perfecta, nos traslada a décadas del pasado, donde todo era sencillo y sin artificios. A sus 56 años, está más estupenda que nunca, aunque ella no busca para nada esa perfección con la que se la relaciona.
No necesita rutinas con complicaciones, sino que es fiel a lo que le funciona de siempre. Desde su infancia bajo el sol abrasador de Australia hasta sus papeles más complejos en el cine, su enfoque hacia la belleza es tan sofisticado como honesto. En una entrevista que concedió a la revista ELLE, contó sus secretos beauty mejor guardados (y que nosotras ya hemos apuntado).
La belleza entendida desde otro punto de vista
Tal y como ha confesado, la clave del éxito de Cate es que no ha construido una mala relación con su cuerpo y su imagen a lo largo de los años, algo que es especialmente relevante en un entorno como Hollywood. “En el ambiente donde crecí, con mi madre y mi abuela, se hablaba más de la belleza de la vida interior: tus intereses intelectuales, tu evolución personal, más que de la belleza como un destino —como esa isla de perfección inalcanzable”, afirmaba.
Cate Blanchett no se ha visto sometida a cánones de belleza imposibles.
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Puede que esta educación y forma de entender la feminidad desde un punto mucho menos restrictivo, haya sido lo que la ha hecho ser la persona que es hoy: un ejemplo para cualquier mujer de que se puede envejecer con gracia y elegancia, sin tener que estar sometida a una dictadura, ni a retoques continuos.
Cuidarse es protegerse: la clave de su piel
“Crecí en Australia bajo un agujero enorme en la capa de ozono, así que en casa se hablaba mucho sobre la salud de la piel. Vivíamos con los efectos del calor extremo; mis padres conocían personas con cáncer de piel, y su prevención era un tema muy presente durante mi infancia”, explicaba a la revista. “Mi madre usaba Oil of Olay, llevaba sombrero y jamás tomaba sol”, añadía.
Protegerse del sol siempre ha sido algo muy importante para la actriz.
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Esto es algo realmente importante, y uno de los temas que siempre está sobre la mesa en el cuidado cutáneo. Es cierto que cada vez más gente es consciente de lo peligroso que puede ser la sobreexposición al sol, pero aún queda mucho por delante para llegar al punto que se debería en la salud de la piel.
Siempre hay que tener un protector del sol en el neceser y aplicarlo a diario, sea la época del año que sea. “Uso Giorgio Armani Crema Nera SPF50+ todos los días, y en el cuerpo prefiero los protectores solares de la marca suiza Daylong”, declaraba. Pero para ella, el cuidado no es solo externo. “También se trata de lo que pongo dentro de mi cuerpo. No soy extremadamente estricta, pero siempre empiezo el día con jugo de limón y tomo un suplemento de colágeno —ahora me gusta Totally Derma”, añadía.
Maquillaje con propósito (y realismo)
Siempre la vemos radiante en las alfombras rojas y eventos a los que acude, con una piel impecable y unos maquillajes sencillos que saben resaltar exactamente sus puntos fuertes. “En cuanto al maquillaje, como muchas mujeres trabajadoras, suelo dejarme para el final y me quedo sin tiempo. Así que, si tengo solo cinco minutos (que suele pasar), me aplico un labial como Lip Power de Giorgio Armani en un tono nude rosado suave, la máscara de pestañas Eyes To Kill Classico en negro, me rocío perfume generosamente ¡y salgo por la puerta! Ah, y siempre tengo a mano el bálsamo labial de Dr. Pawpaw”, confirmaba a ELLE.
Cate Blanchett no suele complicarse mucho a la hora de realizar sus maquillajes.
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Y es que esto demuestra que no hay que pasarse horas para conseguir un buen resultado, simplemente tienes que encontrar esos productos que se adapten a ti y tus necesidades. Ella disfruta del proceso, aunque solamente sean esos cinco minutos que ha mencionado.
El perfume, su seña de identidad
Para Cate, el perfume no es solo un complemento; es un elemento fundamental de su bienestar emocional. “Lo que más me gusta del perfume es que no tiene nada que ver con esa expresión exterior de la llamada belleza; se trata de sentimientos, de emociones... ¡me emociona el perfume!”, admitía
“No quiero sonar melodramática, pero tengo cuatro hijos, una vida muy ocupada y, como muchas personas (con o sin hijos), trato de hacer cien cosas al mismo tiempo. Así que muchas veces no hay tiempo para esto [señala su rostro], pero siempre debe haber tiempo para el perfume”, continuaba.
En su caso, y como embajadora de la firma Giorgio Armani, su favorito es el Sì Eau de Parfum Intense, cuya nota de vainilla es lo que la conquistó desde el primer momento que lo olió. “Me recuerda a una amiga de la universidad que llevaba una vaina de vainilla en su bolso porque le habían dicho que ayudaba a levantar el ánimo. Cuando se sentía triste, la olía. Ahora que he experimentado la positividad de la vainilla en esta versión de Sì, entiendo totalmente eso”, explicaba.
En un mundo donde las rutinas de belleza se han vuelto cada vez más complejas, Blanchett demuestra que la elegancia está en lo esencial. Su ritual no está basado en la perfección, sino en el equilibrio, el conocimiento propio y la conexión emocional con cada producto que utiliza.