Han pasado más de 60 días desde que los supervivientes se embarcasen en la aventura de sus vidas, y es inevitable que tanto tiempo pase factura, tanto mental como físicamente. Tras su aventura, todos los concursantes tienen la oportunidad de mirarse frente al espejo después de haber pasado hambre y haber sufrido las consecuencias de una aventura tan extrema. El último en hacerlo ha sido Manuel González, el último expulsado del programa. El andaluz, que se convirtió en el elegido por la audiencia para abandonar 'Supervivientes' el pasado jueves, dejó la playa con todo el dolor de su corazón, después de haber dejado claro que quería llegar hasta el final. "Gracias a todas las personas que han confiado en mí, me he entregado en cuerpo y alma y he intentado hacerlo lo mejor posible. Nos veremos en otra, suerte a todo el mundo, familia", dijo ante la audiencia.
Tras coger su saco y abandonar aquella Palapa y a sus compañeros, Manuel ha podido disfrutar de los tres grandes lujos 'post reality': una buena comilona, ducha de agua dulce, y mirarse en el espejo.
El ya exconcursante del 'reality' ha quedado impacto al verse. "Me he quedado escurridísimo, sin culo, increíble", lanzaba "nada más que tengo cabeza, parezco un chupa-chups... tengo los tobillos como un jilguero", añadía al verse. "Hacía tiempo que no estaba yo tan fino...", aseguraba. Y no ha podido evitar fijarse en su dentadura, de la que se ha hablado mucho estos meses y que su propia hermana le reclamaba, se cambie... "A ver mis dientes, todo el mundo metiéndose con mis dientes... Están muy bonitos, los veo muy blancos a lo mejor, pero muy bien", aseguraba. Otra de las cosas que pensaba González era que "el cuerpo puede cambiar, pero la patata siempre es la misma". "Seguiré siendo yo mismo toda la vida", señalaba.
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Lo tiene claro, en definitiva, se siente "muy guapo, carajo". Y tras ver su aspecto físico, disfrutó de una buena ducha de agua dulce y caliente... "Dios, una duchita de agua calentita, ole, qué sensación churra", señalaba, y gritando se emocionaba al ver el inodoro; "llevo dos meses cagando en la arena, por Dios, un váter", celebraba, "tengo el culo como la bandera de Japón".
Manuel González recibe una sorpresa de Gabriella antes de volver a España
Antes de coger el avión de vuelta, el joven ha descubierto un detalle de su familia y de su novia que le ha dejado con el corazón lleno, después de ver que la polémica había sacudido a su entorno tras salir a la luz una supuesta infidelidad de su chica. Su propia hermana, en su visita a los Cayos, parecía dejarle claro al concursante que no termina de confiar en Gabriella...
Así que todos han querido calmar a Manuel enviándole un cariñoso regalo que le ha dejado una sensación de alivio indescriptible. En una carta escrita con su puño y letra, la novia de Manuel decide lanzarle un mensaje. "Mi amor, solo te pido que te alejes de los que te intentan opacar", reza la carta. Además, ha recibido un peluche y fotos de sus familiares y de Gabriella que le han emocionado. "Qué de menos los he echado a todos... esto es lo que vale, la familia", decía mientras los veía.
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El momento más feliz, sin duda, para todos los expulsados, llegaba en forma de banquete para Manuel. El que fuera participante de 'La isla de las tentaciones' ha degustado un menú completo: pizza, huevos con verduras, una hamburguesa enorme, perritos calientes, dulces, pasta con carne... y lo tuvo claro: "Compartiría esta comida con todos los compañeros porque sé el hambre que se pasa, pero si tuviera que invitar solo a una persona, sería a Makoke".
Eso sí, si tiene que dejar a alguien fuera... esa sería Anita. "La única persona con la que no me gustaría tanto compartirlo es ella, por comentarios que ha tenido, cómo se ha dirigido a algunos compañeros o incluso haber robado comida", explicaba contundente. "Se echaba de menos la comida, pero dentro de la experiencia lo he llevado bien... ir comiendo poco, no sé, a veces he pasado mucha hambre y me he sabido aguantar, he sabido respetar", comenzaba explicando antes de lanzar una última 'pullita' antes de marcharse: "Hay gente que ha comido antes con los ojos que con la boca, que si 'este trozo es más grande que el otro...', que si 'este come más'... eso no ha salido de mi boca, por eso me voy super tranquilo de Supervivientes", ha terminado zanjando.