La presencia de royals y celebrities en el graderío de los JJ.OO. en París no ha dado tregua en las últimas semanas ni a los fotógrafos ni a las que seguimos con impaciencia tanto las competiciones como los looks de nuestros famosos favoritos. Anoche, la Reina Sofía no quiso perderse la gala de clausura de los Juegos Olímpicos de París y coincidió en la misma grada con Emmanuel Macron, con el Príncipe Alberto II de Mónaco, con Carlos XVI Gustavo de Suecia y su esposa, Silvia de Suecia. La reina emérita volvió a hacer gala de su buen gusto y rescató un conjunto, muy de moda, que estrenó hace más de 10 años en Mallorca y con el que opacó por completo –en términos de moda– el modelito de la monarca sueca. Analizamos su look y te contamos todos los detalles de este conjunto tan veraniego.
El dos piezas floral más alegre de la Reina Sofía en la gala de clausura de los JJ.OO.
La Reina Sofía, siempre elegante y sencilla, tiene la habilidad innata para seleccionar atuendos que desafían el paso del tiempo, sorprendió a todos al aparecer con un conjunto de dos piezas de satén de seda con un estampado floral que no solo rezumaba frescura, sino que también destacaba porque incluye una tendencia en alza que no dejamos de ver esta temporada: el estilo pijamero.
El conjunto, que ha mantenido en su armario durante más de una década, cuenta con un vibrante diseño de flores de distintos tamaños sobre un fondo blanco, una elección que realzaba su naturalidad y que encajaba muy bien con el evento y, sobre todo, la estación. Por otro lado, la prenda contaba con una cenefa azul turquesa adornada con abalorios naranjas que cuelgan a modo de flecos en la parte delantera, detalle que también se repite en el bajo de la blusa y en los pantalones, pero sin cuentas; estos apliques en movimiento son otro trend que tanto firmas asequibles (Zara, Mango, Massimo Dutti) y de altos vuelos (Claro Couture, Tom Ford o Elisabetta Francchi) han incorporado este año. Con esta combinación de colores y texturas la Reina Sofía demostró que la moda puede ser atemporal cuando se lleva con gracia y confianza.
El estilismo de Silvia de Suecia: en contraste con la reina emérita
Por otro lado, Silvia de Suecia –con la que la Reina Sofía se veía muy cómplice al compartir prismáticos– optó por un conjunto mucho más sobrio y, aunque elegante, menos adecuado para la ocasión. La monarca sueca lució un vestido azul bebé que remató con una chaquetita torera de tweed blanco que, si bien es una elección clásica y apropiada para eventos formales, no resultaba tan festivo ni veraniego como el atuendo escogido por la Reina Sofía. Además, la chaquetita de tweed, aunque es indudablemente chic, parecía un tanto abrigada para una cálida noche de agosto en París. Este contraste no pasaba desapercibido, pues los dos estilos chocaban, pero la frescura y el aire relajado del conjunto de Sofía triunfaron.
El dos piezas satinado que la reina Sofía llevó en 2011 en el Palacio de la Almudaina de Mallorca
Este mismo conjunto floral que deslumbró en París ya fue un éxito cuando la Reina Sofía lo lució por primera vez en 2011 en una estampa familiar en el Palacio de la Almudaina, en Mallorca. En esa ocasión, la familia casi al completo visitó en verano este precioso alcázar. La Reina Sofía posó junto al Rey Juan Carlos, el entonces Príncipe Felipe, una ya experimentada princesa Letizia, la infanta Cristina, la infanta Elena e Iñaki Urdangarín. La elección de este dos piezas en un evento tan significativo subraya tanto su versatilidad y como el cariño que la Reina Sofía le tiene a las prendas que, a pesar del paso del tiempo, siguen encajando en diferentes contextos.
Los accesorios dorados más festivos relegados por el color marfil
Otro detalle que vale la pena destacar es cómo la Reina Sofía adaptó su look para despedirse, hasta dentro de cuatro años, de los JJ.OO. En 2011, cuando llevó este mismo conjunto en Mallorca, lo combinó con unas elegantes sandalias de tacón doradas con abertura en el frente, un calzado perfecto para lucir en un entorno veraniego y un mini bolso con el mismo acabado. Sin embargo, anoche, en París, la reina emérita prefirió la comodidad de unas esparteñas en color blanco roto que añadieron un toque desenfadado y relajado a su look y que encajaban a la perfección con su mini bolso de mano en el mismo tono.