Mónika Vergara nos enseña su casa: "Mi hijo es mi mejor reto"

Con croissants, embutidos y cafés. Así nos ha agasajado Mónika Vergara, nada más entrar por la puerta de su particular casa en el centro de Madrid. “He puesto la chimenea y espero que os lo comáis todo, porque si no me lo voy a tener que comer yo”, nos dice con humor. La periodista se encuentra en uno de sus mejores momentos profesionales como colaboradora del programa 'Fiesta' y muestra especial ilusión por este reportaje. Durante la sesión aparece Jacobo, su hijo de 23 años, por el que siente devoción. Una devoción que también muestra a la hora de hablar de su madre, Maika Vergara, fallecida hace 20 años y a la que todavía tiene muy presente. “Apenas tengo recuerdos de ella aquí”, nos dice. Y así, poco a poco, nuestra protagonista nos sumerge en su mundo…

¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?
Seis años.

¿Y qué fue lo que más te atrajo de esta casa?
¡La energía! Fue poner el pie en esta casa y volver al hogar. Este hogar significa mucho. Es que no quiero contarlo y prefiero medir las palabras en este tema, pero fue una sensación de volver a mi infancia.

Lo que sí me puedes contar es la historia de esta casa.
Sí. Aquí se han rodado muchas películas. Esta casa, la construyeron mis vecinos sobre los terrenos de Televisión Espa��ola (Estudios Roma) y en ella se rodaron muchísimas películas en su momento. Era un terreno muy grande.

He observado que apenas hay recuerdos de tu madre.
Una amiga mía de la infancia me hizo un favor inmenso. Yo ese día no lo entendí y fue que, al llegar a casa de mi madre, no había ni un solo objeto de ella. Mi amiga se lo había llevado todo para ahorrarme todo el trámite. Tengo cosas envasadas al vacío y  cualquier día, como tiene llaves de casa, entra ella y desaparecen. En un principio no lo encajé bien, pero he de reconocer que me hizo un gran favor y que, efectivamente, esas cosas las tiene que hacer inmediatamente alguien muy cercano a ti, porque si no, se convierte en algo patológico.

Mónika se derrite en palabras al hablar de su hijo Jacobo: "Tenemos una relación muy especial"

Durante la sesión de fotos hemos podido conocer a tu hijo y ser testigos de la buena química que existe entre vosotros.
Mi hijo es mi mayor logro y mi mejor reto. Tenemos una relación muy bonita. Hablamos mucho y nos lo contamos todo. Tenemos una relación de madre e hijo muy especial. Respetamos ambos nuestra privacidad, pero es verdad que desde pequeñito he fomentado mucho la comunicación con él y no hay un día que no le diga “te quiero”.

¿Es la misma relación que tú mantenías con tu mamá, Maika Vergara?
La misma.

Es decir, que le estás inculcando los mismos valores que ella te inculcó a ti.
Los mismos. La primera llamada del día y la última por la noche era a mi madre para decirle que la quería y luego, a partir de ahí, tres mil millones de llamadas. A ella le encantaba que le dijeran “la nona”, porque no le gustaba que la llamaran abuela.

¿Llegó a conocerla?
Él tenía tres años y yo le escribí un diario contándole todas las cosas que había hecho con él, para que algún día, cuando yo no esté, lo encuentre y lo lea.

Se acaba de cumplir 20 años de su fallecimiento.
Yo tenía 18 años y no hay día que no me acuerde de ella. Ella está  presente en la vida de mucha gente.

Mónika reconoce que la muerte de su madre, Maika Vergara, se podría haber evitado

Has contado que fue una muerte que se podía haber evitado.
A ella le dolía el pecho y estaba en Marbella. Yo, estando en Madrid, le dije: “Mamá, vete al médico”, pero ella tomó una decisión, la errónea. Decidió no ir. Yo le cogí una cita con el cardiólogo porque el lunes regresaba a Madrid. “Tal cual llegues al aeropuerto te voy a buscar y te llevo al hospital”, le dije. Y no llegó.

Su fallecimiento coincidió con su fama mediática en 'Salsa Rosa'.
Pero Maika Vergara, era mucho más que la imagen de la tele que tenéis. Vergara fue un referente en el mundo de la comunicación. Todas las memorias de Jaime de Mora y Aragón o de la Duquesa de Alba, eran de ella. Todos los grandes actores norteamericanos cuando venían a España fueron entrevistados por mi madre, hasta la Princesa Rania de Jordania.

¿Y cómo era en su día a día?
Siempre muy cariñosa, muy cercana, muy preocupada, muy pendiente de todo lo suyo, amante de su profesión y una abuela brutal. Le encantaban los niños.

Tú has seguido sus pasos y mucha gente te puede ver ahora en Fiesta y en Estando Contigo el canal autonómico de Castilla-La Mancha ¿Qué aprendiste de ella profesionalmente?
A no tener miedo. Yo trabajé en la redacción junto a María Teresa Campos en 'Día a Día'. Yo recuerdo que fui a cubrir los atentados del 11S, que María Teresa  no quería enviarme y mi hijo tenía siete meses y le dije: “Mamá, me quiero ir’. Y ella me dijo: “Vete hija, porque dos bombas no caen nunca en el mismo sitio. Y no te preocupes por tu hijo, que ya me ocupo yo”. Y así fue. Entonces ella lo que me enseñó es siempre a dar un paso hacia adelante. A mí esta profesión me ha gustado mucho de toda la vida. Antes siquiera de imaginar que mi madre era periodista.

En tu primera etapa en Telecinco, hubo mucha gente que se ensañó con la figura de tu madre ¿En quién te apoyaste en esos momentos?
En mi hermana y mi hijo. No había más donde sujetarse. La luz de ella es tan grande, tan brillante, que por mucho que lo intentaron, no lo consiguieron.

El nuevo trabajo de Mónika en Telecinco

¿Cómo te sientes en el programa Fiesta?
Para mí Fiesta es un regalo. Cuando me llamaron los directores del programa para incorporarme fue absolutamente inesperado, pero fue un regalo, porque, yo me he criado en Telecinco.

Y a tu hijo, ¿no le ha picado la vena del Periodismo?
Le ha picado la vena del periodismo, pero en otro género que es en el político y en el económico.

Se te cambia la cara cuando hablas de él.
Te lo he dicho, es que es  mi mayor logro y mi mejor reto. No tengo un proyecto más importante que Jacobo y estoy a punto de terminarlo e porque ya está terminando de estudiar. Creo que lo he hecho muy bien con mi hijo porque he creado un hombre con valores y es un chico justo y equilibrado.

Estás feliz.
Mucho. La sonrisa que tengo es mi mejor crema. Estoy viviendo un momento muy dulce personal y profesionalmente.