Retener líquidos supone una acumulación en el organismo de sustancias de desecho que afecta a tu salud y suman kilos en la báscula. Te contamos cómo puedes aliviar este problema que tiende a agravarse con el calor.

Muchas veces, ese peso que creemos haber aumentado en vacaciones se deben simplemente a la retención de líquidos. La buena noticia es que, al tratarse de agua, son mucho más fáciles de eliminar esos kilos que quemar grasa. Si notas tus manos, tu abdomen y tus tobillos más hinchados y tienes sensación de pesadez, necesitas, sin falta, drenar esos líquidos que el organismo está acumulando. Te contamos cómo puedes evitar la retención de líquidos para sentirte más ligera este verano.

¿Qué es la retención de líquidos? Causas

Normalmente nuestro organismo realiza un filtrado de líquido a través del sistema linfático y del sistema circulatorio. Si ese líquido no se drena correctamente termina acumulándose en los tejidos provocando lo que se denomina edema que puede ser localizado o producirse en todo el cuerpo.

Aunque la retención de líquidos puede darse a cualquier edad, es más frecuente que se acentúe con el paso de los años. ¿Por qué se agrava con el calor en verano? El calor hace que se dilaten más las venas, haciendo que la sangre circule más despacio y que el líquido se ‘escape’ hacia los tejidos. Por eso en verano notamos una mayor hinchazón y podemos observar marcas en la piel al quitarnos los anillos o las sandalias.

Una dieta desequilibrada con exceso de sal, ultraprocesados y comida rápida también puede ser una causa más que probable por la que el organismo retenga líquidos formando edema.

El sedentarismo es otro de los principales factores, así como pasar mucho tiempo de pie, que hacen que el líquido se acumule sobre todo en las piernas.

Los cambios hormonales de la mujer durante el embarazo, el ciclo menstrual o la menopausia también contribuyen a que el organismo retenga líquidos. Así como la toma de ciertos medicamentos que impiden un correcto drenaje.

En algunos casos el edema puede ser provocado por enfermedades graves, pero no es lo más frecuente. Identificar las causas del problema es muy importante para poder atajarlo. Consulta siempre con tu médico ante cualquier duda.

Cómo saber si estoy reteniendo líquidos

En verano es muy habitual padecer retención de líquidos por culpa de las altas temperaturas. Seguro que alguna vez, durante la época estival, te has sentido más hinchada y con la impresión de que te aprietan la ropa y los complementos. ¿Cuáles son los síntomas que delatan que estamos sufriendo retención de líquidos?

Desde la Fundación Española del Corazón explican que “los síntomas del edema son el aumento de peso inexplicable, la hinchazón en las pierdas y en los tobillos, el aumento del perímetro adbominal y la presencia de fóvea (si presionamos la piel firmemente con el dedo, notamos un hundimiento que permanece durante algunos minutos o segundos después de que hemos quitado el dedo)”.

Aunque los síntomas pueden ser distintos dependiendo del origen de la retención, y si el edema está localizado en una zona/s de cuerpo o está generalizado en todo el cuerpo, los más habituales son:

  • Hinchazón
  • Sensación de pesadez
  • Inflamación
  • Aumento de peso de manera repentina
  • Menor frecuencia de micción
  • Rigidez en las articulaciones

Síntomas de la retención de líquidos
La sensación de pesadez y la hinchazón son síntomas de la retención de líquidos o edema. (Pexels)

Cómo combatir eficazmente la retención de líquidos

1) Muévete

Hacer deporte de forma regular va a conseguir que la sangre circule mejor y los líquidos no se estanquen tan fácilmente en los tejidos. Andar a paso ligero, salir a correr, nadar, practicar yoga o montar en bici son ejercicios que te ayudarán a reducir la inflamación y a drenar correctamente los líquidos del organismo. El sedentarismo y mantener la misma postura durante mucho tiempo solo agravan el problema.

2) Cuida tu alimentación

El combustible que le damos a nuestro cuerpo es uno de los mayores responsables de su bienestar. Sigue una dieta baja e sal e incluye en tu día a día más frutas y verduras frescas. Sobre todo aquellas que contengan más agua como la piña, la sandía o el pepino y que contengan potasio, como el brócoli, la alcachofa o el plátano, para contrarrestar los niveles de sodio en el organismo. Las infusiones depurativas serán de gran ayuda para aliviar los síntomas asociados al edema. Cola de caballo, infusión de boldo, diente de león o el té verde son buenísimas opciones para drenar. Añádeles hielo y unas hojitas de menta, o rodajas de limón, para hacerlas más apetecibles en verano.

3) ¡Hidratación!

Aunque parezca paradójico, beber agua va a ayudar a eliminar líquidos más fácilmente ya que hidrata el organismo y hace más fácil el drenaje de toxinas y sustancias de desecho. Bebe al menos de 1,5 a 2 litros diarios. Si te cuesta beber agua puedes recurrir a las infusiones o a las riquísimas aguas infusionadas que le dan un toque especial y diferente al agua. Puedes preparala con manzana y canela, con jengibre, frutos rojos, melocotón, hierbabuena, limón y pepino…

4) Cuidado con la ropa ajustada

La ropa ceñida dificulta la circulación de la sangre en el cuerpo por lo que, si utilizas este tipo de prendas ajustadas, estarás favoreciendo la retención de líquidos. Pásate a la ropa cómoda y holgada aprovechando que es verano para evitar el edema.

5) Mímate

Elevar las piernas al final del día durante 20 minutos. Ducharse con agua fría para activar la circulación (comenzando por los tobillos y subiendo hasta las ingles) y evitar la excesiva dilatación de las venas y aplicarte productos específicos para piernas cansadas, va a ayudarte, no solo a tener un merecido momento de autocuidado, también a aliviar la hinchazón y la sensación de pesadez que conlleva la retención de líquidos en verano.