El Hormiguero se prepara para conquistar a su audiencia este lunes con un invitado estelar: el carismático cantante colombiano Sebastián Yatra. A sus 30 años, el intérprete de ‘Tacones Rojos’ llega al prime time de Antena 3 para presentar su nuevo álbum, ‘Milagro’. Su reciente relación con la actriz Nona Sobo, desvelada por SEMANA, y su ascendente carrera lo mantienen en el centro de la actualidad. Aprovechamos la ocasión para sumergirnos en la fascinante historia de su familia, un pilar que ha moldeado su vida y lo ha acompañado en su camino a lo más alto.
Un apellido con alma y propósito
Sebastián Yatra no es solo un nombre artístico; es una declaración de intenciones. Nacido como Sebastián Obando Giraldo, el cantante eligió “Yatra” —un término del hinduismo que significa “camino sagrado a lo divino”— para reflejar la profundidad de su música y marcar una distancia artística con su familia, un clan prominente en el mundo empresarial colombiano. Esta decisión, sugerida por su madre, María Adelaida Giraldo, no solo le dio una identidad única, sino que también simbolizó su deseo de forjar su propio destino, un camino que lo ha llevado a conquistar escenarios de todo el mundo.
Una infancia marcada por la huida
La historia familiar de Sebastián merece ser contada. Aunque nació en Medellín (Colombia) su infancia estuvo marcada por un capítulo doloroso: a los cinco años, su familia tuvo que abandonar el país debido a la violencia desatada por el narcotráfico en los años 90. Medellín, en aquel entonces, era un epicentro de inseguridad, y los Obando Giraldo no fueron inmunes a sus efectos. Un episodio particularmente traumático fue el secuestro de un tío del cantante, un suceso que dejó una huella imborrable y precipitó la decisión de mudarse a Miami.
“Medellín era un lugar lleno de narcotráfico. Mi papá llegó a salir con pistola para defenderse”, confesó Sebastián en una entrevista televisiva, ofreciendo una mirada íntima a los desafíos que enfrentó su familia. Su padre, Aníbal Obando Agudelo, un respetado empresario, y su madre, María Adelaida, tomaron la difícil decisión de dejar atrás su hogar en busca de un futuro más seguro para sus tres hijos: Juan Manuel, Andrés y el pequeño Sebastián. Este traslado a Miami no solo les brindó estabilidad, sino que también permitió a Sebastián descubrir su pasión por la música en un entorno multicultural que nutrió su creatividad.
El apoyo incondicional de sus padres
Los padres de Sebastián han sido los cimientos de su éxito. María Adelaida, quien dedicó sus primeros años a la crianza y la gestión del hogar, se convirtió en la primera representante de su hijo al inicio de su carrera. Fue ella quien propuso el apellido “Yatra”, un consejo que marcó un antes y un después en la trayectoria del cantante. “Es mi consejera número uno”, ha dicho Sebastián en múltiples ocasiones, destacando cómo su madre lo ha mantenido anclado a sus valores y humildad.
Por su parte, Aníbal Obando Agudelo, expropietario de Coordinadora Mercantil, una de las empresas de transporte más reconocidas de Colombia, siempre apoyó los sueños artísticos de su hijo. Una de las frases que más resuena en la memoria de Sebastián es: “Mejor que diez personas escuchen la música que te toca el alma a que cantes lo que no te gusta para miles”. Este consejo, cargado de sabiduría, inspiró al joven cantante a priorizar la autenticidad en su arte, un principio que se refleja en cada una de sus canciones.
Sus hermanos, un trío inseparable
Sebastián, el menor de tres hermanos, comparte un vínculo muy profundo con Juan Manuel y Andrés, con quienes mantiene una relación de complicidad y apoyo mutuo. A pesar de la diferencia de edad, los tres forman un trío inseparable, unidos por los recuerdos de su infancia y los valores inculcados por sus padres.
Andrés, el mayor, ha seguido un camino artístico diferente: es un novelista consolidado, autor de obras como ‘Bajo el suelo de París’ y ‘Tintoretta’. Casado desde noviembre de 2023 y padre de la pequeña Martina, Andrés ha llenado de alegría a Sebastián, quien no oculta su entusiasmo por su sobrina. “Se me cae la baba con ella”, confesó el cantante en una reciente publicación en redes sociales.
De Juan Manuel se sabe menos, ya que prefiere mantenerse alejado de la atención mediática. Sin embargo, una divertida anécdota revela el impacto de la pasión de Sebastián en su infancia: el pequeño cantante no paraba de entonar melodías, lo que provocó más de una noche de insomnio para su hermano mayor. A pesar de estas travesuras, Juan Manuel es un pilar en la vida de Sebastián, y los dos comparten momentos de complicidad, como su gusto por las pizzas y las reuniones familiares llenas de risas.
Un recuerdo imborrable con su abuelo
Entre las anécdotas más emotivas de Sebastián destaca un recuerdo con su abuelo, quien, a pesar de estar enfermo de cáncer, hizo un esfuerzo extraordinario para verlo cantar en un concurso de karaoke durante un crucero familiar. Aunque el certamen era para adultos, Sebastián, entonces un niño, se subió al escenario con una determinación que conmovió a todos. Su abuelo se quedó hasta las 2:30 de la madrugada para verlo, un gesto que el cantante guarda como uno de los tesoros más valiosos de su infancia. “Ese momento me marcó para siempre”, confesó en los Latin Grammy, donde recordó la fuerza de su familia como motor de su carrera.
Un nuevo capítulo con Nona Sobo
Sebastián Yatra y Nona Sobo, pareja sorpresa: las fotos de su romántica cita por Madrid.
Montaje SEMANA
Mientras su familia sigue siendo el ancla de su vida, Sebastián también ha abierto su corazón a nuevas experiencias sentimentales. Tras su mediática ruptura con la cantante Aitana, el colombiano ha encontrado en Nona Sobo, actriz de Entrevías, una conexión especial. Las imágenes exclusivas publicadas por SEMANA muestran a la pareja compartiendo momentos llenos de complicidad, con sonrisas y gestos de cariño en público que no pasan desapercibidos. Lejos de esconderse, Sebastián y Nona parecen disfrutar de su romance sin temor a los paparazzi, marcando un nuevo capítulo en la vida del cantante que combina amor, música y el apoyo inquebrantable de su familia.