Nacho Abad reconoce que Big Joke mintió

Nacho Abad ha tenido que disculparse después de difundir en exclusiva unas informaciones sobre el paradero de Daniel Sancho en Tailandia que no serían ciertas. El programa que presenta, 'En boca de todos', dio por válidas unas declaraciones de Big Joke, el segundo al mando de la policía tailandesa, en las que este aseguraba que el hijo de Rodolfo Sancho nunca habría pisado la cárcel de Koh Samui. En cambio, estaría retenido en la de Surat Thani, donde se le trasladaba cada noche para dormir.

Nacho Abad, obligado a recular sobre el paradero de Daniel Sancho

"Dónde está Daniel Sancho" era la pregunta que se hacía todo el mundo el pasado martes 22 de agosto. Esto después de que el formato de Cuatro que lidera el periodista emitiese la citada entrevista con Big Joke. "Cuando la policía quiere hablar con prisioneros, les sacan de prisión para interrogarle. Daniel se ha podido encontrar con su madre en Koh Samui. Pero cuando acaban de interrogarle, le mandan a la otra prisión para dormir", indicaba el agente. Al tiempo que hablaba, dibujaba un pequeño croquis para que Esther Yánez, reportera del programa, comprendiera lo que le estaba diciendo.Un día después, el también criminólogo ha tenido que salir al paso y reconocer que esta autoridad policial les había mentido. "Hemos averiguado que nos mintió. Big Joke nos mintió en la entrevista. ¿Por qué nos miente y hasta qué punto podemos creernos algunas de sus afirmaciones? ¡Me parece gravísimo!", sentenciaba Nacho Abad. Esto después de que la propia reportera desplazada a Tailandia tuviera acceso a la primera fotografía que le tomaron al asesino confeso de Edwin Arrieta a su entrada en el centro penitenciario de Koh Samui.

Daniel Sancho sigue en el módulo hospitalario

Al contrario de lo que declaró Big Joke al programa de Nacho Abad, el hijo de Silvia Bronchalo sigue retenido en la primera cárcel que pisó. Desde el 7 de agosto, está en Koh Samui, todavía en el pabellón de la enfermería, a pesar de haber superado el aislamiento de 10 días por protocolo Covid. Aquejado de un problema de salud que, en principio nada tiene que ver con su estado de ánimo, el autor del asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta parece que está cada vez más habituado a su nueva realidad. Las visitas de su madre, lógicamente, han ayudado a que esto sea así.