Este sábado, familiares y amigos se congregaron para darle el último adiós a Blanca Fernández Ochoa. Un momento de recogimiento en el que todos hicieron piña para despedirse de la medallista olímpica, a la par que tratar de hacerle más llevadero el duelo a la familia, que está desolada tras el fatal desenlace a casi dos semanas de búsqueda infructuosa. Uno de los asistentes fue el periodista deportivo José María García, que se mostró especialmente duro y crítico por la forma en la que se había tratado a la deportista en los últimos años.

Blanca Fernández Ochoa

José María García quiso comenzar su discurso ante los medios siendo cauto y destacando el papel relevante de Blanca Fernández Ochoa en el deporte español. Hizo especial mención a cómo abrió el camino a otras mujeres en un terreno antes reservado exclusivamente para los hombres, pero después se fue metiendo en harina y no dudó en criticar a los “dirigentes del deporte español” por cómo respaldó a una mujer que ayudó a convertir la marca España en un referente a nivel internacional en lo que al terreno deportivo se refiere.



“Blanca Fernández Ochoa no era una más, es la única deportista española con una medalla olímpica en esquí”, recordaba José María García, que después comenzó a enumerar los problemas a los que se ha enfrentado la esquiadora una vez haber alcanzado el éxito profesional para España y caer en el olvido por parte de las autoridades deportivas de nuestro país.

Blanca Fernández Ochoa

Nadie sabe lo que ha pasado esta chica. No le ha ayudado nadie, al contrario, los dirigentes le han puesto trabas en su camino al no hacerle caso”, denuncia el periodista que hay cuestiones que le sacan especialmente de quicio. Una de ellas sea el hecho de que Blanca, medallista olímpica y que trajo el éxito a nuestro país, se ganaba la vida “vendiendo chalecos”, después de pedir auxilio a la Federación de Deportes de Invierno al encontrarse en “una situación terrible”. En palabras de José María García: “Esta mañana ha estado el ministro, la secretaría de Estado, se va a hacer un recinto en Madrid con su nombre… seguimos igual que hace cien años, todo cuando muere. Coño, ¿por qué no lo disfrutan en vida?”, se quejaba.

Matías Pratas, Blanca Fernández Ochoa