Joaquín Cortés abandona el Hospital de La Princesa, en Madrid, tras varios días ingresado. El pasado 3 de abril el bailarín comunicaba su ingreso hospitalario de urgencia tras perder el conocimiento. Relataba cómo todo se sucedió tras empezar a encontrarse mal, "tenía tos de pecho, cansancio, dolor de cabeza...". Aún así siguió con los ensayos de sus proyectos y que, días después, cuando se encontraba con sus hijos llegó el gran susto: "Llegué a urgencias con muy poca saturación de oxígeno en sangre". Esta misma tarde hablaba con los medios ya más recuperado y con ganas de seguir adelante.

Vídeo: Europa Press

Vídeo: Europa Press"Me van a seguir haciendo muchas pruebas, aunque ahora me han dado el alta momentánea tengo que hacerme pruebas en los próximos dos meses", explicaba agradeciendo al equipo médico por todo lo que han conseguido. Han sido un cúmulo de cosas lo que le han llevado a esa situación: "Supuestamente desde pequeñito soy asmático, pero gracias al baile resulta que ha sido mi antídoto, me ha salvado, eso por un lado. Luego he sufrido una neumología bastante fuerte". Sus pulmones estaban con mucha mucosidad y era una situación complicada: "Es una bacteria que me han localizado. Estamos ahí intentando matar esa bacteria y mandarla a paseo".Con una gira programada para los próximos meses de verano en América su máxima preocupación es que esto no fuera solo algo ocasional. Sentía que si era algo del corazón su carrera podría estar terminada y ahora tiene la certeza de que no es así. "Pensaba que si hay algo no podré seguir bailando. Para mí era un shock. Me hicieron las pruebas de cardiología, estuvieron casi una hora y salió que el corazón estaba bien", apuntaba ya a Europa Press con más tranquilidad. En su última aparición en el Teatro Real ya notaba que algo no estaba bien: "Creía que tenía una gripe fuerte, tosía, la gente me veía bailar...es inexplicable que una persona con el oxígeno bajo baile durante dos horas".

Joaquín Cortés
Redes sociales

Joaquín Cortés: "Aún con oxígeno y sin síncopes"

Este pasado domingo Joaquín Cortés no tenía seguro recibir el alta hospitalaria, como finalmente ha tenido durante el lunes. Compartía a través de sus redes sociales los avances desde que tuvo que estar en el hospital en recuperación. "Aún con oxígeno y sin síncopes, salvo un amago hace una noche", escribía acompañando una imagen con los cables de una de las máquinas que le estaban monitorizando. "Lo importante es que de aquí voy a salir como nuevo. Gracias a Dios nada que me impida seguir con mi profesión como llegué a pensar en algún momento. Más bien al revés. La danza es la que me ha salvado. Y todo lo que ella ha hecho con mi cuerpo", aseguraba.Lo más difícil para el bailaor ha sido, sin duda, tener a sus pequeños lejos. "Me los trajeron un día 5 minutos, ya no podía más. Hablo con ellos, he tenido videollamadas. Son el motor de mi vida, han ayudado a que estuviera fuerte en estos momentos", exponía al respecto. Su mujer, Mónica Moreno, ha sido otro de sus pilares. Con ella, por ejemplo, posaba muy sonriente a las puertas de las instalaciones hospitalarias deseando volver a casa con los suyos. Son los que "se han preocupado, me han visto que esto ahora me lo tomo con sentido del humor pero podría estar muerto y estoy aquí. Ha sido volver a nacer, ahora a cuidarme, ir despacito, prepararme bien porque me viene una gira muy fuerte".

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