Este lunes, Susanna Griso ha compartido con sus seguidores en las redes sociales el motivo de su alegría. Después de varios días sin saber nada de su mascota, por fin la ha encontrado.
"Kali ha vuelto a casa. #GRACIAS por vuestra ayuda e interés. @albaonlineorg, ¡¡sois grandes!!", ha escrito la presentadora de 'Espejo Público' en las redes sociales.
Fue el pasado 17 de febrero cuando Susanna Griso anunciaba en su perfil de Instagram que había perdido a Kali, la perra que tenía en acogida desde hace algunos meses. Una galga de pelo negro que había escapado de su domicilio en Madrid.
Al perder a Kali, la catalana posteaba una petición solicitando ayuda de sus vecinos y seguidores. «¿Nos echáis una mano? Se asustó por unos petardos y está perdida. Lleva chip", escribía junto a dos fotografías en las que detallaba que su perra había escapado en la urbanización madrileña de La Moraleja (Alcobendas). «No perseguir. Si la veis por favor avisad a los teléfonos que figuran abajo», comentaba.
"Una perra con una cantidad de traumas"
«La quería tener en acogida, a este tipo de perros les viene muy bien tenerlos durante un tiempo. Tuve dudas porque uno de mis hijos es alérgico a los perros, pero estoy intentando que se acople. No está siendo fácil. Son palabras mayores... Le está costando adaptarse, la pobre perra viene con una cantidad de traumas«, detallaba en su perfil oficial de Instagram.
«Tiene el morro lleno de canas siendo tan joven. Qué habrá vivido para tener el pelo tan blanco con dos años y ese miedo tan fuerte. No le gusta salir de casa y de hecho los primeros días la tenía que bajar en brazos porque ni siquiera quería bajar las escaleras. Me han dicho que sobre un 10 tiene un 9,5 de estrés. Me ha costado muchísimo que salga de la primera habitación a la que llegó, pero estoy absolutamente confiada de que lo conseguiremos», explicaba, preocupada.
La perra llegó a la vida de Griso después de verla en una protectora de animales. enseguida ella y su familia se enamoraron de ella. Pero al llegar al domicilio de la presentadora se dieron cuenta de los miedos que arrastraba el animal. Este llegó a la vivienda con el nombre de Matilda, pero sus hijos decidieron cambiarle el nombre por Kali, diosa de la guerra, lo opuesto a cómo es ella.