Del desnudo integral al look masculino: Camilo Blanes nos deja en shock con sus nuevas fotos

Camilo Blanes encuentra en sus redes sociales una de las mejores vías para comunicarse. Por eso es frecuente que el hijo de Camilo Sesto utilice su perfil para compartir los cambios por los que ahora está atravesando. En este lugar fue donde, por primera vez, se mostró tal como se sentía y se cambió el nombre y el usuario a Sheila Devil. "Ante todo lo que quiero es encontrar mi camino individual, saber quién soy, se ve claramente lo que está pasando", reconoció hace unas semanas. Sus fotografías han preocupado a su entorno más cercano, algo que continúa con sus publicaciones.

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En esta ocasión, sin ningún texto, y a diferencia de lo que compartía con anterioridad, aparece una imagen de Camilo, no de Sheila. El pelirrojo queda atrás para mostrar una imagen de él sonriendo sobreimpresa en un fondo de flores blancas y con el pelo negro. Simplemente utiliza un símbolo de un beso como el único contexto que quiere ofrecer ante esta decisión. Llega justo después de otras instantáneas donde aparece sin ropa en su parte superior. Una fotografía muy similar a la que compartió el pasado mes de abril en plena madrugada y que hizo que saltaran todas las alarmas.

Camilo Blanes y el arriesgado tratamiento hormonal que seguiría

Sheila Devil es quién quiere ser Camilo Blanes. En su proceso de transformación ha incluido un tratamiento hormonal sin supervisión médica que sumaría una preocupación más a los que le rodean. En el programa 'Fiesta' se afirmó que estaría consiguiéndolo, de hecho, en el mercado negro. "Lo está haciendo por su cuenta, ni siquiera su madre, Lourdes Ornelas, puede frenar sus deseos", expuso Saúl Ortiz. Era su madre la que, precisamente, en su última entrevista reconocía la verdad de la situación de su hijo.

"Mi hijo tiene el poder de decidir cómo quiere morir, porque es así, mi hijo convive cada día con la muerte. En México podía controlar mejor lo que hacía, en España hay mucha manga ancha con el tema del alcohol y demás, las autoridades no lo ponen nada fácil", confesó. Ha vivido en primera persona las consecuencias de esto desde que decidiera ayudarle a toda costa. Hace unas semanas ya se enfrentó, por ejemplo, a uno de sus amigos en su propia casa. Allí fue víctima de sus gritos y en una situación complicada en la que había perros presentes y muchos nervios.