El príncipe Andrés tiene a sus trabajadores aterrados, por lo que nadie se atrevió a llamarle para confirmar si la española era su futura esposa

En ocasiones la realidad supera a la ficción y esto es un ejemplo de ello. Una mujer logró esquivar todas las medidas de seguridad existentes en la propiedad del príncipe Andrés de Inglaterra, hijo díscolo de la desaparecida reina Isabel II. Esto pasó hace seis meses, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha conocido cómo se las gastó dicha mujer para colarse en su vivienda, incluso tras haber hablado personalmente con los miembros del equipo de su seguridad privada. La historia no podría ser más fantasiosa, si no fuese que esto supone una grave brecha en la seguridad del duque de York y que a día de hoy se estaría hablando de problemas aún mayores. Sin embargo, parece que esta mujer, que ahora se conoce que es de nacionalidad española, no tenía el asesinato entre sus planes.

Una española esquiva la seguridad de la casa del príncipe Andrés con solo decir que es su prometida
Gtres.

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Esta española logró esquivar los distintos controles de seguridad para acceder a la vivienda del príncipe Andrés. Puede parecer imposible que lo haga sin más, pero estuvo rápida a la hora de inventarse una historia que el equipo de seguridad del príncipe ni se molestó en confirmar. La mujer utilizó como hábil estrategia una mentira algo inverosímil, pero coló. Aseguró que se trataba de la nueva prometida del príncipe, como así acaba de confirmar Phillip Grindell, fundador de la empresa de seguridad Defuse.

Este experto en seguridad ha culpado al príncipe Andrés de este error en su propia seguridad y no tanto en la española que se coló con mentiras en sus propiedades. Señala que él es un cliente de trato muy difícil y que le gusta infundir “terror” entre su personal, lo que conllevó a que los trabajadores prefirieron creerse la mentira que tener que levantar el teléfono y preguntarle si realmente esa señora era su prometida, que podría haber terminado con un enfado monumental y quizá algún despido: “El príncipe Andrés es un grano en el culo. Si habéis trabajado alguna vez con él sabréis que es una persona desagradable. El personal de seguridad estaba aterrado, nadie quiso preguntarle directamente si esperaba la visita de verdad”.

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Es más, el hecho de que el príncipe se encontrase en plena polémica por su juicio por abuso de menores, el cual esquivó pagando a la víctima, y que su vida sentimental es muy ajetreada, hizo que los agentes que velan por su protección no se extrañasen de recibir visitas inesperadas en su casa de mujeres. Al final el problema no fue a mayores y no se tuvo que lamentar ningún susto. La mujer española fue detenida cuarenta minutos después de engañar a los agentes cuando paseaba tranquilamente por los jardines de Windsor con su mapa de turista en el bolso, donde también escondía un rosetón por si era necesario defenderse.