Harry y Meghan devuelven (por fin) las llaves de Frogmore Cottage al rey Carlos III

Se venía avisando hace mucho tiempo, pero al fin han cedido. El príncipe Harry y Meghan Markle ya no tienen casa en Reino Unido. Al menos, oficial. Y es que acaban de devolver las llaves de Frogmore Cottage, la que fue su primera residencia tras su boda, el 19 de mayo de 2018. Tres años y medio después de anunciar el 'Megxit', su salida de la primera línea de la realeza británica, muchos respiran aliviados (seguramente también el rey Carlos III, quien les pidió que abandonasen el inmueble hacía ya seis meses) y la opinión pública aplaude por lo que tiene de gesto simbólico. Si los duques de Sussex no desean nada de los Windsor, ¿por qué seguir manteniendo una casa para ellos?

Frogmore Cottage es una de las residencias del complejo de Windsor, a una hora de Londres, y fue su regalo de bodas de parte de la reina Isabel. Una de las más modestas, es cierto, apenas un 'chalecito'... Pero también es verdad que Harry y Meghan se emplearon a fondo con ella, reformándola de arriba a abajo, lo que les costó 2,7 millones de euros. Eso sí, a tenor de las críticas la pareja tuvo que dev0lver ese dinero al erario público. El matrimonio ha esperado casi hasta la fecha límite, el 30 de junio, para devolver las llaves.

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Harry y Meghan solo vivieron en Frogmore Cottage durante seis meses, aunque parecían tener fuertes lazos sentimentales con esta casa, pues fue su primer hogar como familia. Todavía quedaban allí muebles y enseres de la pareja, que ya han sido convenientemente empaquetados y enviados de regreso a California, a su residencia de Montecito.

A partir de este momento, cada vez que Harry y Meghan viajen a Reino Unido no dispondrán de un sitio de referencia en el que dejar sus maletas. La última vez que el príncipe entró en Frogmore Cottage fue hace solo unas semanas, cuando asistió en Londres al juicio que ha entablado contra los tabloides británicos. Ahora tendrán que alojarse en hoteles o en casas de amigos y familiares para que les cobijen bajo su techo.

La intención es que el nuevo inquilino de Frogmore Cottage sea el príncipe Andrés de Inglaterra, hermano de Carlos y otro 'apestado' de la familia, retirado de la vida oficial y más tras llegar a un acuerdo con Virginia Giuffre, quien lo acusaba de abusos sexuales siendo ella menor de edad.

También a Andrés le cuesta abandonar Royal Lodge, otra residencia situada en Windsor, la que ha sido su casa durante más de 20 años. Es más, están de reformas en la propiedad y él se ha negado a salir por miedo a no poder volver a entrar, según ha publicado la prensa británica. Carlos III quiere ahorrar gastos superfluos para su monarquía y eso incluye, por supuesto, a los miembros que no trabajan en la primera línea.

Mientras tanto, Harry y Meghan continúan en Estados Unidos haciendo su vida "independiente", junto a sus dos hijos, Archie (4)  y Lili Diana (2), lejos de la realeza británica y de los Windsor. Una brecha que se ha hecho casi insalvable y muy evidente durante los últimos actos públicos a los que han asistido, desde el funeral de la reina Isabel II hasta la reciente Coronación de Carlos III, a la que solo acudió el príncipe Harry, y además de manera fugaz para regresar cuanto antes con los suyos.