Macarena Arnás, grafóloga, sobre la verdadera personalidad del Príncipe Guillermo: "Era un niño con una elevada carga emocional"

El último año de la vida del Príncipe Guillermo de Gales posiblemente haya distado mucho de cómo pensaba que sería su día a día en este momento de su vida. En estos 365 días ha tenido que hacer frente a ver cómo su mujer caía enferma con un cáncer (del que todavía se desconoce detalle alguno) y del que, a tenor de las últimas ausencias injustificadas, aun está lejos de estar recuperada. En esta última vuelta al sol Guillermo también ha lidiado con la idea de que quizás el de su padre sea un reinado corto ya que a sus 76 años Carlos III batalla también con un cáncer de pronostico desconocido.

En este mismo periodo de tiempo que comentamos, de nuevo su hermano Enrique ha copado titulares críticos hacia su familia desde el destierro dorado de California. Para colmo de males, hace apenas unos días Guillermo también tenía que hacer frente al complicado trance de despedirse de un amigo que moría de forma repentina durante un partido de Polo. En medio de este mar de sinsabores, el joven que un día será Rey de Inglaterra alcanza este 21 de junio la edad de 43 años. Una edad que su desaparecida madre no llegó a cumplir nunca.

Con la ayuda de Macarena Arnás,perita calígrafa, experta en Técnicas Proyectivas Gráficas y autora del superventas ‘Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis... y otras historias de la grafología’ (Arcopress, 2024), analizamos a través de su escritura y rúbrica al Príncipe de Gales.

“Fue un niño muy condicionado por los estudios”

Nuestra experta comienza señalando que “el análisis del texto manuscrito nos aportar información sobre el yo social”. Para que nuestra experta pueda dictaminar y sacar conclusiones le hemos entregado dos muestras de texto, una del año 1993 cuando Guillermo tenía 11 años y otra del año 2017 cuando el Príncipe de Gales era ya un adulto de 35 años.  “En el primer manuscrito podemos ver una escritura donde todavía se puede apreciar la poca psicomotricidad gráfica que es habitual en niños”, afirma Arnás. “Además”, señala “podemos observar que está muy condicionado por la cultura gráfica y que presenta una letra tipo anglosajona, que es un poquito en forma de palo, con formas curvas y formas angulosas”.

Por lo tanto, aquí el análisis nos lleva a concluir que “Guillermo fue un niño condicionado por la escuela, la cultura y la educación”.  Nuestra experta, creadora de 'La magia de las letras', afirma que “no hay tanto componente sobre su personalidad, pero sí que se pueden apreciar algunos trazos que nos podrían alertar un poquito sobre su carácter, como por ejemplo la tendencia a unos renglones que se pisan unos a otros, donde además la dirección de las líneas oscila un poco”. Y estos detalles “nos indicaría que era un niño con una elevada carga emocional que podría llegar a tener incluso algunos cambios de humor”. Además, “su trazo también nos señalaría que podría tener cierta terquedad y que de algún modo también podría reflejar algún aspecto de ansiedad o nerviosismo en ese momento”.

En el análisis de su letra de la edad adulta podemos ver como “el tamaño de letra disminuye, aparece también una dirección digamos oscilante de las letras y la letra se inclina un poco más hacia la derecha”. Y en opinión de nuestra experta, “esto indicaría que es una persona que puede ser espontánea en el trato con los otros. También podría hablar de cierta impulsividad en un momento dado. Puede ser alguien que se deje llevar un poco por lo que siente y la dirección de los renglones le pasa un poco como cuando era pequeño que es un poco oscilante”. Este detalle de los renglones, bajo el punto de vista de Macarena, “podría hablar de que conserva esa parte de humor oscilante de la infancia”.

“Tiene genio y un carácter combativo”

Centrándonos en el análisis de la firma, que aporta información sobre el lado emocional del individuo, nuestra experta destaca comienza analizando la que realizaba en su infancia. “Es una firma amigable, que es la típica que se suele poner en las cartas con una rúbrica en forma de subrayado y una M en forma de arco, es decir, está cerrada por la caja superior. Esto indicaría reserva, de nuevo transparencia, claridad. Podríamos hablar de un niño que le gustaba expresarse con honestidad en su plano más íntimo en la parte social. En la parte social aparece más reserva. Pero, por otro lado, también hay bastante diplomacia y cordialidad”.

Mientras que, de adulto, “rompe bastante con este patrón de la infancia”. Es una firma, “podríamos decir que semi ilegible, donde solamente aparece el nombre y hay curva y hay ángulos. Se genera un ángulo en la zona de la derecha, el tamaño de la W también es grande, por lo tanto, nos indicaría que en el entorno íntimo es alguien que puede tener orgullo. Es una persona más bien práctica, donde predomina un pensamiento racional más que emocional y la lógica está bastante presente”. Aunque, por otro lado, “ese ángulo que se genera en la zona de la derecha también nos indica genio, réplica pronta y un carácter combativo. Incluso podríamos hablar de alguien que intenta defender bastante a lo que él consideraría su familia o su entorno”.

El exhaustivo análisis de su rúbrica desvela que también “es una persona bastante observadora, muy analítico y es alguien que también podría llegar a ser bastante perfeccionista”. Y es que, “aunque pueda parecer que es despreocupado o que no cuida los detalles, podría ser bastante inteligente y tiene esa capacidad de observación y de detallismo en el entorno más personal e íntimo”. A grandes rasgos, Macarena Arnás a través del análisis grafológico afirma que el príncipe Guillermo “lo definiría como una persona inquieta, en la que predomina el pensamiento lógico-racional aunque también tiene carácter o réplica pronta, pero ese carácter lo va a sacar solo con su entorno más próximo, aunque también sea bastante protector con los suyos”.