La maldición que esconde Anmer Hall, el actual refugio de Kate Middleton tras anunciar su cáncer

Kate Middleton y el Príncipe Guillermo se mostraron completamente conmovidos por la ola de cariño que recibieron después de que la Princesa de Gales anunciara que padece cáncer. Ella misma explicó que está centrada en su recuperación y por eso se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia preventiva. El diagnóstico para ellos fue "un gran shock", por ello la nuera del Rey Carlos III pedía privacidad ante en estos difíciles momentos para ella. Para poder estar unos días en la más estricta intimidad, el matrimonio y sus hijos se han instalado en Anmer Hall, su particular santuario y refugio. No obstante, esta vivienda esconde una maldición. 

Kate Middleton, el Príncipe Guillermo y sus tres hijos se han instalado en su hogar de Anmer Hall para alejarse de todos e intentar hacer frente a la situación fuera de la esfera pública. Según indica 'Daily Mail', los Príncipes de Gales buscan "aislarse del mundo y seguir adelante" después del anuncio de la Princesa sobre su enfermedad. Su comunicado ya acumula millones de reproducciones y ha provocado que numerosos rostros conocidos pidan disculpas por elucubrar sobre su estado de salud. 

Se trata de una casa que les fue dada como regalo de bodas. Cuando se conoció que los Príncipes de Gales se iban a instalar allí salió a la luz una historia paranormal sobre Anmer Hall. En concreto, cuenta la leyenda que el espíritu de Henry Walpole, un sacerdote católico que fue ahorcado en 1600 por alta traición y que nació en esos terrenos, sigue vagando por la casa. Sin embargo, esa historia no persuadió a Kate y Guillermo, quienes llegaron a hacer bromas sobre el asunto. 

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Un gran refugio donde estar aislados de todos

Un amigo del Príncipe Guillermo llegó a contar al 'Sunday Times' que el heredero al trono se ha puesto en "modo de protección" hacia su mujer y sus hijos después de haber vivido desde muy joven varias experiencias a raíz de la trágica muerte de su madre. "Solo quiere proteger a su esposa e hijos", indicaba. 

Anmer Hall ahora será un gran refugio para Kate Middleton durante las vacaciones de Pascua. Se trata de una casa de campo de estilo georgiana que forma parte de Sandringham, en el pueblo de Anmer, en Norfolk. Fue un regalo de bodas que la Reina Isabel II les hizo cuando se casaron, en 2011. Se trata de un condado que suelen visitar a menudo y donde han pasado algunas Navidades. Los Príncipes de Gales se gastaron 1,7 millones de euros (1,6 de libras) en 2015 en reformar una vivienda para ponerla a su gusto y satisfacer así las necesidades de la familia. Vivieron en ella durante un largo periodo de tiempo antes de mudarse a Windsor. Kate y Guillermo se instalaron en esta propiedad cuando nació el príncipe George, en 2013. 

Anmer Hall, que fue construida en 1802, tiene 10 habitaciones distribuidas en sus tres plantas y 20.000 acres. Está tan solo a cinco minutos en coche de Sandringham, donde se encuentra el Rey Carlos III tras ser diagnosticado con cáncer. Hay que recordar que los Príncipes de Gales pasaron el confinamiento por el Covid en esta propiedad.

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Los colores neutros son protagonistas en la casa de campo

En la remodelación que llevaron a cabo para acondicionarla antes de entrar a vivir, Kate y Guillermo se decantaron por pintar algunas estancias de colores suaves y neutros, salvo el comedor que tendría un tono verde oscuro. La propiedad también tiene una piscina (que fue reubicada para evitar a los paparazzi), una cancha de tenis, un jardín de invierno y su propia colonia de abejas. Cuenta además con una cocina de lo más contemporánea que se encuentra en el interior de la casa, junto al comedor, algo que a la Reina Isabel II nunca le gustó. Lo cierto es que no hay imágenes del interior de la casa de campo, pero gracias a las redes sociales ellos mismos han hecho partícipes a todos de algunos de sus rincones. 

La casa de campo está alejada de las miradas indiscretas, puesto que está protegido por una valla que la rodea por completo. Además, también hay varios arbustos y numerosos árboles para proteger la privacidad. La zona tampoco permite la presencia de objetos voladores, tales como helicópteros o drones. 

Una casa de campo maldita

Antes de que fuera ocupada por los Príncipes de Gales, en Anmer Hall pasaban largas temporadas los duques de Kent, Eduardo y Catalina, en la década de los setenta y noventa. Más tarde, fueron unos amigos de la Familia Real británica, los Van Cutsem, los que habitaron ella entre 1990 y 2000.