Hay aromas que pasan sin hacer ruido y otros que, de repente, se convierten en el código olfativo de toda una temporada. En los últimos años hemos visto cómo el jazmín, la magnolia o el neroli se alternaban el protagonismo entre los perfumes de culto. Pero en 2025, hay una nota que ha emergido con fuerza y sin pedir permiso: el higo. Su carácter tiene algo de inesperado, de sabroso y silvestre, de naturalidad elevada al lujo. Tanto en su versión afrutada —jugosa, melosa— como en su faceta verde —la hoja de higuera, más fresca, herbácea y ligera—, esta fruta ancestral está firmando algunas de las fragancias más sofisticadas del momento. Y entre todas, hay una que ya se perfila como la favorita de las mujeres que entienden de belleza. ¿El detonante? Que Sassa de Osma, icono de elegancia serena y embajadora de un estilo sin artificios, la ha elegido como favorita.

El nuevo perfume favorito de Sassa de Osma para estrenar en verano que huele a higo y a rosa

El nuevo perfume favorito de Sassa de Osma para estrenar en verano que huele a higo y a rosa

(RR.SS)

El nuevo perfume favorito de Sassa de Osma para estrenar en verano

La 'Princesa de los Andes' no necesita filtros, poses ni artificios para generar inspiración. Su forma de vestir —discreta, impecable— es el reflejo de una sensibilidad refinada que también se manifiesta en su manera de entender la belleza. No es una mujer de excesos, pero tampoco minimalista al uso: lo suyo es un equilibrio sofisticado, de esos que no se compran ni se imitan, sino que se cultivan. Por eso, cuando escoge un perfume, lo hace con el mismo tino con el que selecciona un vestido de The 2nd Skin Co. o una cartera vintage de Hermès. Y si este verano ha decidido confiar en Dioriviera, la nueva creación olfativa de la maisonDior, es porque encuentra en ella ese lujo discreto, esa luz solar sin estridencias que tanto define su estética.

Las notas más veraniegas y de moda de Dioriviera 

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RR.SS.

El perfume de Dior que es tendencia absoluta

Firmado por Francis Kurkdjian, director de creación de perfumes de Dior desde 2021 y uno de los perfumistas más célebres (y respetados) de la historia reciente, Dioriviera no es una fragancia cualquiera. Es una historia. O mejor dicho, una colección de escenas veraniegas encapsuladas con precisión en un frasco minimalista. El sur de Francia es el punto de partida emocional: las colinas de la Provenza, los caminos de tierra que serpentean entre campos de lavanda y viñedos, el zumbido de las cigarras, los días eternos de luz dorada y ese viento cálido que parece peinar las hojas de las higueras centenarias como si fueran cabellos.

El perfumista armenio construye la fragancia como un equilibrio entre lo salvaje y lo sofisticado. El higo aparece tanto en su faceta afrutada como en su versión verde —la que evoca la savia, las ramas, el frescor de la sombra en julio—. Pero la gran virtud del perfume está en cómo esa nota, poderosa y de carácter, se encuentra con otra igual de icónica: la rosa. No una rosa empolvada o romántica, sino una rosa solar, como las que florecen en mayo en Grasse, tiernas pero no dulzonas, suaves pero no inocentes. El resultado es un perfume floral-afrutado, pero lejos de lo previsible: luminoso, mediterráneo, con un punto untuoso y otro vegetal, como un jardín al borde del mar.

Dioriviera de Dior 100 ml 265 euros

Dioriviera de Dior 100 ml 265 euros 

Dior

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Lo interesante de Dioriviera es que no se esfuerza en gustar: tiene personalidad, pero no cae en lo evidente. La combinación de higo y rosa no es nueva en perfumería (Diptyque o L’Artisan Parfumeur ya exploraron ese binomio), pero en esta versión se presenta con un trazo más fino, más pulido, como si un artista abstracto hubiera reinterpretado un bodegón clásico. Hay feminidad, sí, pero también sofisticación solar. Hay verano y una fragancia sin género. Hay intensidad, pero no saturación. Es, en definitiva, un perfume para quienes entienden la elegancia como una conversación íntima.

Podría decirse que el higo está viviendo su momento de gloria, pero sería más preciso hablar de su renacimiento contemporáneo. Esta fruta, vinculada desde la Antigüedad al erotismo, la fertilidad y lo sagrado, tiene algo de dual: es dulce pero no empalagosa, verde pero no fría, exótica pero reconocible. En perfumería, se ha convertido en el recurso ideal para quienes buscan salirse de lo obvio.

 Combina bien con cítricos, maderas, almizcles y flores, y su evolución en piel es impredecible, lo que añade un factor sensorial cada vez más valorado: el carácter. Las mujeres que lo eligen suelen compartir un gusto por lo natural, lo fresco pero duradero, lo elegante que no invade. No es casual que muchas de las insiders más influyentes del momento lo estén convirtiendo en su nota favorita. 

Hablar de Dior en perfumería es hablar de patrimonio, pero también de modernidad. Desde que Francis Kurkdjian asumió el timón creativo, la maison ha apostado por reconectar con sus orígenes mediterráneos, sin caer en lo retro y lo desfasado. “La inspiración de Dioriviera surgió en Provenza: el sol del sur, las rosas de mayo en flor, el viento cálido entre las hojas de una majestuosa higuera, única espectadora y compañera”, ha explicado el propio perfumista. “A mi regreso a París, comenzó el proceso de creación para transformar esta idea en mi primer perfume para Dior”. Y ese gesto es importante: Dioriviera no es solo un perfume de verano, es el perfume con el que Kurkdjian se presentó oficialmente ante la casa. Por eso, en su composición hay una mezcla de precisión y libertad que resulta tan equilibrada como seductora.